Este blog ha sido el que siempre ha almacenado los comentarios del Galatea y contiene todos los realizados en la página web "Buque Escuela de Maniobra Galatea". En él se encuentran los publicados desde 2010 hasta finales de 2014.
A partir de diciembre del año 2014, los nuevos comentarios se van almacenando en el nuevo blog titulado: El Galatea y sus Comentarios. Gracias a todos por visitar esta página.


Comentarios del Galatea 2014 I

Anónimo dijo... 
Pablo Delgado Guerra (EL FLECHA) Queridos compañeros galateanos: En primero os deseo a todos un feliz año nuevo 2014 pero sobre todo mucha salud. En segundo haceros recordar que en el amanecer del día de hoy 60 años atrás, en una gran desolación, ver nuestro querido GALATEA todas sus vergas despojadas de su velamen, arrancadas por la fuerza del huracán durante la noche vieja; quedando solo desgarros y restos de empuñaduras, que provocaban enormes fuertes silbidos mezclado al viento del temporal.

Con la misma, amigo Castrillon veo que tu también lo recuerdas, pero quiero corregirte algo que no tiene importancia, solo para que no haya confusión; el que subió conmigo a los palos, para colocar la antena, que en realidad fui yo quien subió con él; no era electricista , era de radio. Este chico era del Ferrol. De ese chico solo conservo su imagen y su valor, por ser la primera vez que subía a los palos, teniendo en cuenta que las antenas van de la galleta del trinquete a la galleta del mayor. Chico que si vive sería para mi un gran placer encontrarme con él. Un abrazo a todos Pablo
03 enero 2014
 
Castrillon dijo…
¡¡¡¡ Hola Pablo el flecha,!!!! Correcto era el de la radio, aunque por la cubierta se decía que era el eléctrico, ese era el comentario entre nosotros que nos encontrábamos sobre la cubierta viendo como íbais subiendo a reponer a antena de la radio, si lo recuerdo muy bien, y a partir de esa reparación de la antena ya tuvimos comunicación con Madrid.
Aprovecho para felicitarte las navidades y el año nuevo, en compañía de todos los tuyos.   
03 enero 2014

Arminio dijo…  
Bueno, parece que los héroes del Galatea, vierten sus recuerdos en este espacio, que les agradece infinito que cuenten aquellas hazañas que aunque lejanas en el tiempo, se encuentran imborrables en su memoria. Cuantos sucesos han acaecido en este y otros buques de la Armada. Sería interminable detallar uno a uno esos actos de valor que han protagonizado sus dotaciones. Daría para un extenso libro.

Pero a como aquí se habla del Galatea ya nos gustaría saber a todos los que leemos estos comentarios como sucedió el acto heroico de decidir subir en esas circunstancias a reparar la antena de radio en medio de ese temporal. Sería para todos los visitantes una anécdota importante del Galatea e imprescindible de conocer.

Yo en mi pensamiento lo imagino y veo la valentía del acto, aunque en ese momento no se piensa se hace y no se le da importancia. Yo puedo contar algo parecido pero que no le llega ni a la suela del zapato pues el Galatea ya no navegaba.
Estábamos en formación en cubierta después de la Oración de la noche y antes de romper filas, el contramaestre de guardia le comunica al oficial de guardia el teniente de navío Cartelle, que la luz de tope del palo mayor se encontraba fundida. Ni corto ni perezoso llama al electricista y escoge al azar a un cabo segundo de la formación. Pues me había tocado a mi.

Aunque ya habíamos subido muchas veces a la vergas y hasta el final del mastelerillo, donde acaban las dos pequeñas y estrechas escalas, nunca habíamos llegado hasta la coz del palo, pero a mi no me preocupaba, pensé que sería coser y cantar. 

Pues subí junto con un marinero electricista que portaba la bombilla roja y al llegar hasta donde comienza el tramo del palo antes dicho, el marinero me dice que él ya no sube más y que me da la bombilla para que yo la ponga, que es solo desenroscar la vieja y roscar la nueva. 

Claro todo esto, con todo el personal en descanso, mirando hacia arriba, en silencio y en formación. Cómo iba a defraudar ante todos, la decisión que tenía que tener un cabo de maniobra, sería una mala nota en la asignatura de maniobra práctica.

Bueno al llegar a la parte del palo donde convergen los cabos y las escalas y donde acaban, aún quedaban un par de metros o tres, no recuerdo ahora con exactitud, y ya estaba el palo sin cabos hasta el tope, o sea que para llegar a la bombilla tenía que trepar agarrado con las manos y el palo entre las piernas y sin cinturón ni arnés de seguridad. La cosa se ponía fea y difícil, pero ante la mirada de todo el personal desde cubierta y haciendo de tripas corazón trepé desenrosquen la bombilla fundida y puse la nueva, me escurrí ya hacia abajo a lo lardo de los tres metros de mastelerillo y agarré fuertemente la primera escala, de unos 30 centímetros de ancho y ya me sentí seguro hasta la bajada a cubierta, ya junto con el electricista.

Cuento esto porque me imagino hacerlo con el buque navegando, seguro que lo habría hecho pues en esos momentos lo haces, pero habría sido una prueba muy difícil y más en un temporal. Entiendo por lo descrito, el arrojo de esos muchachos que en situaciones tan difíciles hacían lo que a nosotros con el buque atracado nos costaba hacer. Un reconocimiento desde aquí a la valentía de las tripulaciones del Galatea.
Saludos a todos.  
4 enero 2014

Gerardo Ureña Massa dijo… 
Precioso regalo de Reyes el que nos envía Arminio, no podría ser ni más real, ni más oportuno.
Que bien narras la subida por el mastelerillo, que bien narras cuando la jarcia que más bien parecía la escala de los siete enanitos había que rebasarla, y como muy bien dices, nada tiene que ver en puerto, que navegando. Pero para vosotros, los que no tuvísteis la suerte de navegar en el velero, eso fue una proeza, y desde la pantalla de mi ordenador te digo Arminio, que realmente lo fue, y no solo lo fue para ti, también para todos los que permanecían en cubierta expectantes y silentes sin perder detalle de todo lo que se estaba cociendo a cincuenta metros de cubierta. Y quiero aprovechar la ocasión para decir aquí, que desde esa perspectiva el Galatea parecía una zapatilla.

Por supuesto que no es lo mismo el relato de Arminio y el de Pablo Delgado, a cada uno hay que darle su espacio y su importancia, pero no es menos cierto que ambos son importantes y cada uno tiene su tiempo y su valor, faltaría más. Estamos ante dos épocas muy diferentes de vida en este entrañable velero, entre ambas también está la mía, yo sí navegué, pero también fue distinta.

Lo bien cierto es que cada uno de nosotros tuvo que bailar con la novia que le tocó, y lo hizo con dignidad, valentía y sobrados méritos. Nadie nos mecía en cunita de marfil, ni nos cantaba una "nana" cuando nos decían "Arriba". Tenías que subir, nadie te había enseñado, mas tú tenías que subir, y subías, ya lo creo que subías, no te quedaba otra alternativa. No existían los paños calientes, ni las palabras bien sonantes, no, todo lo contrario.

Esto era así, por lo menos en mi época, así fue y así lo viví. Otros vinieron antes, otros después, a todos nos tocó nuestra parte en el reparto, cada cual se comió el trozo de pastel que le tocó en suerte, y por cierto, este fue bastante amargo.

Los que vivisteis el temporal de Nueva York, no hace muchos días dije en este mismo blog, que deberíais estar en los libros de historia. Una vez más la historia faltará a la verdad y esta, como siempre pasa, se dejará de contar. Una vez más las injusticias de los historiadores se burlan de la realidad de los hechos y cuentan lo que ellos quieren contar.
Bien, es nuestro signo, vivir con estas mutilaciones salvajes. Pero esto no nos va a impedir el reconocimiento sano y sincero de aquellos compañeros, que navegando en el Galatea, lo dieron todo por España, y... algunos hoy seguimos pensando lo mismo a pesar de los muchos pesares.
Gracias Arminio por tu regalo de Reyes. Abrazos cordiales para todos. 
El Timonel del Galatea.  
05 enero 2014
  
Castrillon dijo…  
Hola a todos, felices Reyes y que se porten bien con todos vosotros, amigos y compañeros.
Solamente para poner en claro algo que, creo que puede sobreabundar en cualquier mente de los que lean estas páginas.
Nosotros los que hemos estado embarcados en aquellos primeros años de los cincuenta, los que pasamos por aquel ciclón u otros temporales en aquellos días, y como muy dice Ureña, nada más embarcar no nos enseñaban nada de como subir a los palos por las jarcias, ni como hacer cuando estábamos en las vergas, solamente lo que hacían los demás teníamos que hacerlo nosotros, no había preámbulos ni instrucciones, no podíamos titubear hablábamos con los que teníamos a nuestro lado y listo. No nos enseñaban a tocar el silbato ni su significado, pero lo hemos aprendido sobre la marcha, así como otras normas de trabajo.

Cuando subíamos por las jarcias y llegábamos a la cruceta hacíamos lo que hacían los que iban delante de nosotros, aprendíamos sobre la marcha, había que hacerlo si o si, ya que acabamos de embarcar y salir a la mar, con los trabajos maniobra general y largar los aparejos, nuestros pies estaban demasiados finos para andar descalzos por la cubierta y subir a los palos, por que jamás habíamos estado embarcados y menos un buque como ese,.

¿Que si nos mareamos los primeros meses,? !! ya lo creo ¡¡ éramos cadáveres tirados por la cubierta, ya no teníamos nada que echar, por que no teníamos nada en el estómago, ¿eso era un atenuante para no poder hacer la maniobra nosotros los mareados? !!! nooo ¡¡¡ teníamos que trabajar igual, pero poco a poco fuimos mejorando en nuestro estado y conseguíamos navegar sin marearnos.
 

Pero nosotros jamás hemos sido unos héroes, no, solamente teníamos que efectuar nuestro cometido como aprendices de marineros de maniobras por la cuenta que nos traía, hasta que llegamos a dominar bien todo el sistema de maniobras, los únicos héroes fueron aquellos cabos que en medio del temporal, y, sin que nadie lo mandase ellos y sin tener en cuenta el peligro a que se exponían, tomaron la decisión de hacer frente a los acontecimientos y del peligro que había con los aparejos en aquel estado, ellos fueron los únicos héroes.

A lo largo de mi estancia en ese buque, no he visto otra operación semejante a la de ellos, aunque si hemos tenido muchísimos temporales, pero nosotros los novatos y recién embarcados, jamás hemos sido héroes, aunque hayamos pasado por muchos temporales y hayamos tenido que cumplir con nuestra obligación como maniobras. Cuando ya habíamos pasado tres años seguidos en aquella galera.

!!Siii¡¡ sabíamos muy bien todo lo referente a toda clase de maniobras. Esto es solamente una aclaración,.
FELICES REYES A TODOSSSSSSSS, !!!!!!!! UREÑAAAAAAA a ti el primero ¡¡¡¡¡¡¡ aunque no te llamemos por teléfono, no por eso nos hemos olvidado de ti, Valenciaaaaaa.
Un muy fuerte abrazo a todossssssssssssss....

6 enero 2014

Gerardo Ureña Massa dijo…  
Es sábado 11 de Enero del nuevo año 2014. Me dispongo a ingerir el gran vaso, que todas las mañanas me pone mi mujer, del delicioso zumo de naranja Valenciana. Compañero fiel que me ayuda en la ingesta de pastillas a la que me tienen sometido esta pandilla de galenos, que supuestamente deben velar por mi salud.
Pongo la televisión con el curioso deseo de comprobar si se está proyectando alguna película de mi época pasada, y que remarque mi curiosa atención.
En el canal "Somos" comienza una película española, que yo tengo muy vista, pero, que suelo ver siempre que puedo y no me canso de repetir.
Los Guardiamarinas, año 1967.
Dirigida por Pedro Lazaga y protagonizada por Alberto de Mendoza, Julia Gutiérrez Caba, José Luis López Vázquez, Pepe Rubio y otros

Este recién finalizado año, dije en uno de mis escritos, que trataría de escribir uno especial de El Galatea. Evidentemente me metí en un jardín, pues no se me encendían las luces que yo esperaba para dar cumplido pago a mi lanzada promesa. Pienso lo que pienso y me digo a mi mismo. "Bueno, igual de esta película salen algunas de las ideas que me puedan ayudar a iluminar mi más que oscura y opaca y perezosa mente. Realmente no es mucho el aporte que esta película me ha dejado para poder quedar bien con todos vosotros, pero ...con un poco de suerte y vuestra más que demostrada gran comprensión, espero salir un pelín airoso del lío en el que yo solito me busqué, pues no se trata de inventarse nada, ya que lo que aquí contamos son nuestras vivencias, pero estas no siempre acuden con generosidad a nuestras ya torturadas mentes.

En este perro mundo, siempre hubo, y supongo que seguirá habiendo diferencias sociales. Algo que yo, a lo largo de mi vida siempre odié y sigo odiando. No lo puedo remediar, y que nadie espere que diga, "lo siento." No, no lo siento nada. Lo que si siento es que las tengamos que sufrir y padecer todos los seres humanos. Desearía un mundo más justo y equilibrado, pero esto hoy es una entelequia y punto pelota. No esta en mi ánimo polemizar, pero sí quiero llamar a las cosas por su nombre, y lo voy a hacer. Evidentemente esta es como siempre mi opinión, y por supuesto nadie está obligado a seguirme.


En esta película de Los Guardiamarinas, salen unas cortas y breves de El Juan Sebastián de Elcano. Secuencias que supuestamente corresponden a un final feliz de singladura de seis meses de duración.
El buque escuela Juan Sebastián de Elcano es un bergantín - goleta de la Armada Española.
Tiene cuatro mástiles con los nombres de Blanca, Almansa, Asturias y Nautilus, nombres de cuatro buques escuela que lo precedieron. Prometo poner especial interés en mi escrito, con el fin de no hacer sangre ni herir a nadie, pero vaya por delante que a las cosas las llamaré por su nombre y si a alguien no le gusta lo que digo, le diré que esta no es mi culpa. 

12 enero 2014
 
Gerardo Ureña Massa dijo…  

Cuando yo ingresé en la Armada el día 30 de Diciembre del año 1954 en el Cuartel de Instrucción de Marinería del Ferrol del Caudillo; dos veleros españoles estaban ejerciendo la grata y noble labor de escuela de maniobra. Uno de ellos, el Galatea, lo pongo el primero por ser más antiguo, y Elcano.

Al Galatea lo teníamos todos los días de nuestro periodo instructivo como fiel y fijo escaparate a nuestros vivarachos ojos de jovencísimos rapaces. además de inquietos y terremoticos muchachos. Todo estaba pensado con milimétrica precisión, a mi no me cabe duda.
Dejar atracado en ese lugar el velero las 24 horas que tiene un día, es una bien pensada estrategia para repescar a un número de marineros voluntarios, que no habiendo solicitado la especialidad de maniobra, tentados por la aventura, los relatos de los veteranos, la silueta del velero, las ganas de conocer mundo, el embrujo de haber pisado su cubierta, y todo esto hecho un paquete, hace que muchos de nosotros cambie de idea y solicite una nueva especialidad.

No es mi caso, pues lo mío fue un reto con mi buen padre, quise demostrarle que no tenía miedo y cambié a lo más duro. Pero sí causo efecto en otros muchachos que atraídos por esta serie de situaciones se replantean un cambio de planes y estos son llevados a cabo sin más dilación. Eran tiempos en los que todavía no se inventara el Marketing, pero ya se estaban preñando avances, y con muy buenos resultados.

Recuerdo que en uno de mis escritos dije más menos. Nosotros fuimos una generación de pura canela fina, y mantengo lo dicho. También recuerdo haber dicho.: "fuimos los pobres de nuestra Marina" A cada cual le tocó lo suyo, nadie se libró de pasarlas "canutas". Cada perro se tuvo que lamer sus heridas. ¡¡ Y vaya si se las lamió!!.
Hablaba yo un poco más arriba de las desigualdades. Estas insufribles diferencias con las que tenemos que convivir a diario. Cuando embarqué en el Galatea lo primero que me ordenaron fue descalzar los pies, subir a los palos descalzos y pisando unos flechastes más duros que el cogote de San Pedro. Si duros eran los flechastes, más dura fuera nuestra experiencia. En Elcano en aquel entonces, ya subían a los palos con zapatillas deportivas.

Creo recordar que se les llamaba zapatillas de tenis. Reconozco que no estoy muy puesto en esta materia, pues era un lujo que no estaba a mi alcance. Claro, de Elcano salían y siguen saliendo los oficiales del cuerpo general de nuestra Armada, del Galatea salían los suboficiales contramaestres de la Marina. La gran diferencia era abismal, siempre fue abismal. Yo no conocí Elcano, pero si muy bien el Galatea. Treinta meses y un cambio de arboladura total, da para mucho. No estaba hecha mi boca para la miel de Elcano, pero sí era receptiva para beber las amargas hieles del Galatea, y me las bebí, yo al igual que mis compañeros de viaje; los de antes y los de después. Nunca me importó ser los pobres de la Marina, tampoco me dañó ese diferencial con nosotros. Ellos eran una cosa y nosotros siempre supimos estar en nuestro sitio.

Orgullosos hemos cruzado los mares, orgullosos hemos paseado nuestras Embajadas por esos puertos de Dios, orgullosos de nuestras maniobras y también de nuestros temporales. Orgullosos y presumidos de subir a los palos mucho mejor que ellos y con más rapidez, soltura y sin ninguna protección. Las diferencias eran notables. Ellos los señoritos, nosotros la cenicienta del cuento de Disney. Con independencia de tener una familia de posibles para poder costearte una carrera en el Cuerpo General de la Armada, también hay que tener aptitudes y capacidad mental para ello, y este no es mi caso, pues yo soy muy consciente de mis limitaciones.
Sigue.... 

12 enero 2014

Gerardo Ureña Massa dijo…
Continúa...
Así pues, cada uno laboró donde le tocó, y allí donde fuera tuvo que darlo todo. Os preguntareis a donde quiero llegar con esta historia. Es fácil. Suelen decir que las comparaciones son odiosas. Yo opino que no siempre es cierto. Hay comparaciones que resultan inoportunas y desagradables, pero también las tenemos de otros colores que a veces resultan hasta necesarias, y sigo diciendo que esta es mi opinión .
Tengo una modesta mesa de despacho que me da grandes prestaciones, delante y frente a mí tengo la fotografía que me hice para ingresar en la Marina. Esta se sostiene entre las pestañas del marco con cristal que resguarda a mi inolvidable Galatea. Entre otras cosas dice algo así como...EL PENULTIMO VELERO NO PUEDE IR AL DESGUACE , y en titulares mucho más destacados podemos leer. HAY QUE SALVAR EL "GALATEA".

Acompañan cuatro fotografías del velero, dos en la Graña y otras dos navegando con todo el trapo al viento. Una reseña de las características y otra más generosa de su larga historia.
Todo esto esta sacado, ampliado y llevado al color, de un reportaje que salió en el ABC hace muchos años . Esto y más cosas. Nuestros pésimos políticos y las autoridades de Marina que en aquellos momentos tenían voz y mando, se lo pasaron por el Arco del Triunfo, siendo capaces de hacernos pasar por la impresentable vergüenza de vendérselo al noble pueblo escocés por ocho miserables millones de pesetas. Y por esos cuatro reales les endilgaron un montón de chatarra oxidada, que ellos han recuperado restaurado y hoy lo muestran al resto del mundo orgullosos y felices por su gesta. ¿Si alguien tiene apetencias de tomar nota, material para ello tiene de sobra.?

El velero ha regresado a sus orígenes, el velero a vuelto al pueblo que le vio nacer y que a pesar de los muchos años que pasaron, nunca le olvidó. Felicitaciones a la Ciudad de Glasgow y sus ejemplares ciudadanos. Nunca se me olvidará lo que Miguel, nuestro Miguel dijera en una ocasión no demasiado lejana.
"Qué lejos está el pueblo español de la mar". "Qué razón llevas Miguel".
Bien. Supongo yo que más pronto que tarde nuestro Juan Sebastián Elcano entrará en fase de seguir los pasos del Galatea. Seguro estoy, que el comportamiento no será el mismo, y me alegraré que así sea, pues también tendría "guasa" que este velero terminara mal por culpa de la ineptitud de un puñado de miserables políticos. Supongo, si no es mucho suponer, que no se atreverán a tanto. Estos pueden parecer valientes pero... no lo son.

El Galatea les daba lo mismo. El Galatea se la trae al fresco, después de todo en ese barco salía la vil canalla de proa, es decir, los chusqueros de la Armada, pues ese era el sobrenombre que se nos aplicaba en aquellos lejanos tiempos.
Han pasado muchos años y supongo yo que pasaran muchos más, pero tener seguro indignos padres de la Patria (qué sabrán estos lo que significa Patria) que mientras quede un galateano con vida no nos olvidaremos de vuestra ruin vileza cometida por vosotros con un precioso velero que fue santo y seña de España. Paseó su nombre con dignidad y orgullo por donde quiera que pisó . Sabed desorejados políticos, que a pesar de haber recibido un baldón de vuestros desnortados cerebros, nosotros seguimos siendo y sintiendo a España y al Galatea como solamente pueden sentir los españoles bien nacidos.
¡¡¡¡¡viva España y Viva el Galatea!!!!! Saludos cordiales.

El Timonel del Galatea.
Manuel, en mis tiempos se decía raciones a plata. también las cobraban los francos de ría y los que eran hospitalizados.  

13 enero 2014

Manuel Carrasco Rubio dijo…  
Gracias Gerardo por la aclaración, pero sobre todo por la clarísima exposición anterior.
Saludos.

13 enero 2014

Manuel Augusto Bono dijo…  

Pues es una pena porque era más bonito que el Juan Sebastián de Elcano. 
20 enero 2014 
  
Castrillon dijo… 
Llevas mucha razón Manuel Augusto, cuando navegaban los dos, ver uno y otro, la balanza se inclinaba con mucha diferencia hacia el Galatea. Con viento por un largo y todo el aparejo largado era una verdadera maravilla verlo, ya te digo como otras veces lo hemos mencionado, cuando nos cruzábamos con un buque mercante, este no cesaba de hacer fotografías y manteniéndose a una distancia prudente para no interferir en la ruta de éste velero, ni cortar su proa.

Nosotros, también nos entreteníamos, todos desde las vergas y jarcias, así como por la borda, dejábamos todo lo que estuviéramos haciendo y sin movernos de nuestros sitios nos centrábamos en esos buques que de vez en cuando nos daban alcance o de vuelta y encontrada,. Eran unos momentos muy buenos para nosotros, con nuestras mentes analizábamos todo el buque y sus marineros, y como lo estarían pasando a bordo, muchos pensamientos pasaban por nuestras cabezas, y hasta no perderlo de vista no volvíamos a nuestras tareas, para eso participaba toda la tripulación incluidos los jefes, todos hacíamos bajos comentarios dando nuestras opiniones sobre ese buque.

Bueno, aunque era muy dura la vida a bordo también teníamos nuestros ratos de ocio, que aprovechábamos para nuestras tertulias entre los compañeros y parecía que en esos momentos todo se olvidaba.
Bueno amigos, !!!!!!! Ureññññaaaaaa ¡¡¡¡¡¡¡ ¡ recuerdas cuando un buque nos alcanzó y empezó dar vueltas y haciendo fotografías y tanto los del buque como nosotros saludándonos muy amigablemente como si nos conociéramos de siempre?. Si yo creo que te acuerdas muy bien, y cuando ponía el rumbo de su navegación para seguir su ruta nos quedábamos con cierto pesar, "otra vez solos" ¿cuando será el próximo," pensábamos.


Bueno ahora lo dejo, y animaros todos que no vaya languideciendo el blog, Miguel, tienes una cuenta pendiente conmigo referente a los barriletes.
Hasta pronto amigos y compañeros recibir todos un muy fuerte abrazoooooooo. 

20 enero 2014 

Arminio dijo…

Buenos días a todos, espero que el comienzo del presente año nos guíe la proa del Galatea y se vea en breve el nuevo libro  con el sencillo título, como no podía ser de otra manera, de  “El Velero Galatea”. Quizás tendremos una dedicatoria o preámbulo de un insigne marino, al menos lo estamos intentando.

Agradezco al comentarista  Manuel Augusto que se decidiera a escribir ya que pocas personas lo hacen y es una pena pues este espacio se hizo para que participaran todos. Intentaré poner un enlace directo para los comentarios en Facebook, lugar donde la gente escribe sin mayor problema.


Bueno os relato un  fragmento de una de las navegaciones de la Nautilus, buque también de tres palos y antecesor del Galatea, aunque bien pudiera referirse a cualquier otro velero en su lucha con  el viento y la mar.

A las seis de la mañana mandó envergar la triquetilla al punto que se rifaba uno de los foques, y a la media hora el viento era huracanado y aunque el buque tomaba bien la capa, el mar le destrozó el bote número tres y el cuatro y en el trascurso de una hora el viento roló del S.E. al N.N.O. por el Norte, continuando la bajada del barómetro y aumentado la mar por lo que de seguir así se metería en vértice del huracán donde sería segura la perdida del buque.



El comandante ordenó romper la capa y correr en doce cuartas por estribor, y  para facilitar esta maniobra, mandó dar el trinquete que también se rifó, pero consiguió vencer el punto muerto permitiendo que el barco arribase hasta tener el viento por la aleta, pero también se rifaron el foque y el estay de gavia, por lo que corría el peligro de atravesarse.

Concluida la maniobra de envergar la trinquetilla se restableció el equilibrio, pero a continuación se rifó el velacho bajo y se quedó con la trinquetilla y gavia baja andando once millas y equilibrando la orza con el timón y con el fin de dar descanso al timón, ordenó dar otra vela a proa para restablecer el equilibrio.

Un saludo a todos.

21 enero 2014



Gerardo Ureña Massa dijo… 
Andaba yo estos días un tanto preocupado, tanto es así, que este pasado domingo lo comentaba con Miguel. Mi preocupación era motivada por la falta de escritos en nuestro blog.
Miguel me argumentaba, que ya todo estaba muy dicho y no nos quedaba nada que contar. Lógicamente me convenció y me auto convencí, pues esta reflexión ya me la había aplicado hace mucho tiempo. Como ya dejé dicho en mi anterior escrito, no se trata de inventarse historias, se trata de contar nuestros testimonios de vida en el Galatea y en la Armada Española.

En estas estaba yo pensando y me decía a mi mismo. El caso es que estoy convencido que solamente fuimos capaces de contar un escaso diez por ciento de lo que en realidad vivimos en aquellos tiempos. Pero parece ser, y no solo lo parece, lo es, que las cosas de la mente son a si. Nosotros también tenemos agujeros negros, grandes y profundos que por las razones que sean se nos resisten en nuestras memorias, y por contra hay otras que las recordamos tan frescas y vivas, que da la sensación que las estamos viviendo nuevamente en ese momento. Este mis queridos amigos, es otro de los grandes misterios de la vida.

¿Y que pensaba yo hacer, me preguntaba? Bueno pues contaré algo de cuando era cativo y vivía en casa de mis abuelos maternos. Pero esto.. .creo que ya lo conté en otra anterior ocasión. Bueno pues lo volveré a contar. De repente dos sorpresas caídas del cielo. La primera de un señor al que no conozco, pero no por ello deja de ser gratificante; se trata de Manuel Augusto Bono, al cual yo también le doy la bienvenida, y celebraría que se acoplase cómodamente. La segunda, el escrito de Castrillón. Pero para mayor abundamiento hoy me decido a decir algo, y veo que Arminio también a despertado de su dilatado letargo festero navideño. Bueno esto es increíble, dan ganas de tocar las castañuelas y ponerse a bailar una "Jotica".

Cuando retiraron a mi padre de su Infantería de Marina, nos vimos obligados a pasar a vivir a la casa de mis abuelos maternos, yo tendría poco más de cinco años. Mi abuela hacia poco tiempo que falleciera, en la casa tuvimos que convivir con mi abuelo Francisco y mi tío Celestino. La casa tenía la entrada principal por la calle del Castro, pero tenia la habitación más grande al final del recorrido, este daba a la calle paralela, es decir frente por frente al cuartel de instrucción de marinería. Yo solía disfrutar escuchando a los marineros de turno en su clase de canto, pues desde la puerta de mi casa se escuchaba divinamente. A si estuve hasta el verano del año 44 en que partimos con rumbo a Alicante en busca de mejor fortuna.

Quien me tendría que decir a mi, que diez, once, años más tarde, yo sería uno de los muchos que formaban en esa clase de canto. Que retorcidos vericuetos, que complicados trazados, que largos e insondables caminos a los que nos somete la vida. Hay veces que quieres profundizar en ellos, y finalmente decides dejarlo como está, pues yo soy incapaz de llegar a ninguna conclusión lógica

Me preguntas José Mª, si recuerdo lo de aquel barco. ¿Cómo no me voy a acordar, si cuando nos cruzábamos con alguno era lo mismo que descubrir que las sirenas existen. Nosotros, al menos eso nos decían, navegábamos fuera de rutas con el único fin de no encontrarnos con nadie, y es por este motivo que cuando este hecho se producía nos quedábamos boquiabiertos como si no supiéramos como eran los barcos. Si José Mª, no te falta razón, estos hechos se convertían en un espectáculo por ser raros y escasos. Recuerdo que en otra ocasión (y esto ya lo comentamos en este blog) nos cruzamos con un gran trasatlántico y fue un gran y dantesco espectáculo.
Continúa...
21 enero 2014 


Gerardo Ureña Massa dijo… 
Sigue...
Todos los pasajeros viéndonos pasar, y todos nosotros viéndoles a ellos. Aquello fue tan real, que yo recuerdo perfectamente como nos llegaba el perfume de los pasajeros del gran barco. Nosotros oliendo a "Maderas de Galatea" y el pasaje con aromas de "Maderas de Oriente". Fue alucinante, alucinante en estéreo. Y pláceme aclarar que en aquellos tiempos no existían estos términos de alucinantes, al menos que yo recuerde.Lo que si navegaba mucho con nosotros era la exclamación de "Mátame Camión", y la que solía decir el cabo Gil. "Muchacho no me interesa su caso". El cabo Gil, es evidente que no nos tragábamos casi nada. ¿Qué será del cabo Gil? No le guardo ningún rencor.

Que bien lo describes José Mª. "Otra vez solos", esa era nuestra triste realidad, la gran soledad a la que estuvimos siempre sometidos. Fue nuestra fiel compañera de viaje, nunca nos abandono, con ella navegamos siempre y con ella convivimos como Dios nos dio a entender, con ella nos hicimos duros y con ella crecimos como hombres, pero siempre como testigo mudo de nuestras vidas solo teníamos a la soledad, esa fue siempre nuestra mas fiel compañera, la gran soledad.
 
Después de unas largas maniobras generales, después de las viradas por avante, ¿Qué nos quedaba? La soledad, esto y el orgullo de ver a nuestro Galatea con todo su trapo desplegado y ese relamer de labios por el trabajo bien hecho. Pero nos mirábamos unos a otros y daba la sensación que nos preguntábamos. ¿Estamos solos en el océano, seguimos solos en el gran mar? A si era mis queridos camaradas y amigos, ¡¡¡Siempre solos!!!

Como siempre Arminio nos da una magistral lección de como capear un temporal, algo que nunca está de más, aún a pesar de que difícilmente volvamos a navegar, pero quien sabe si en el mas halla nos estará esperando el Galatea para proteger a sus hijos bien amados que siempre le quisieron y le siguen queriendo.

Un fraternal abrazo mis queridos todos de este que es vuestro. El Timonel del Galatea. 

21 enero 2014
Castrillon dijo…
Hola Ureña, cuan bien relatas todo lo acaecido hace muchos años, llevas razón, ya no nos tocará más navegar, por lo menos en aquellas austeras condiciones, material de salvamento casi inútil, aquellos salvavidas de corcho que, la lona que lo cubría estaba e totalmente podrida y desgastada, ¿ y las balsas ? bueno, estaban tan seguras en su lugares de arranchado, que ni a martillazos eran capaz de liberarse de sus amarras, y los botes, bueno ¿ que se podría hacer con un bote con el temporal nada. En fin, hay una distancia astronómica en el navegar en aquella época a la seguridad de las actuales navegaciones, en caso de apuro ¿ quien nos iba a encontrar?.
Preguntas por el cabo Gil, donde estará ?, no lo sabes Ureña, han pasado demasiados años, muchos años además era mayor que nosotros, perdido en la inmensidad del tiempo, como muchos de los compañeros y amigos.
Hoy estuve viendo en Facebook algunas fotografías entre las cuales se encuentra el Cuartel de Instrucción de Marinería de Ferrol, bufffff, menudos recuerdos, me quede mirando esa fotografía durante mucho tiempo, intentando ver si veía a algunos compañeros, ! pero no¡ han pasado muchos años, mi mente empezó a retroceder hacia el pasado a una velocidad vertiginosa, iban pasando los días, las semanas, los años, tal era la velocidad que todo se veía borroso, hasta que llego la alarma, año 1.953 mes de julio y agosto, eso si lo vi muy claro, ahí esta el jovencísimo Castrillón con sus nuevos compañeros, metido en aquella ratonera en la que no tenia escapatoria, muchas lagrimas se vertieron allí, ¿ dónde nos habíamos metido? no, no estábamos en nuestras tierras ni, con nuestros familiares y amigos de nuestros pueblos, todo era una pesadilla.....

Continúa
21 enero 2014

Anónimo dijo… 
Hola!, Dónde esta toda esa vil y canallada de la morralla de proa: pandilla de inútiles y renegados del arado que nunca jamás hubieseis soñado con ser marinos marineros y besar cubierta sagrada. Arrepentíos del mismo día en que vuestras madres os dieron a luz, porque ha llegado destinado para el bauprés, el más temido y acérrimo Meizoso para marcaros bien las costillas a base de fusta de cueros con lascas... 21 enero 2014
Anónimo dijo…Queridos amigos y contertulianos del Galatea: Agradecer mucho vuestra larga espera, porque y desde entonces y hasta el momento aquel tiempo en el que estábamos se me fue yendo por otros derroteros hasta volver y volver...Gracias por vuestras sugerencias y efusivas invitaciones.

Esta última e ineludible cita del poeta de Arminio que tomó testigo y en esa consecución ha ido ganando barlovento durante miles de singladuras con todos vosotros a bordo. Me alegro de poder estar de nuevo con este año entrante que promete nuevos éxitos literarios. Arminio, Gómez, Castrillón, Ureña...Gracias.
21 enero 2014
Castrillon dijo… 
Sigue…
Esta es la segunda vez que lo escribo la anterior se me borro así que tengo que empezar otra vez.
No éramos capaces a saber que era lo que estaba pasando con nosotros, todo eran órdenes a gritos, empujones, insultos, no nos daba tiempo a pensar nada, dábamos a vueltas de un sitio para otros, nosotros nos agrupábamos los unos con los otros, había infantes armados con la bayoneta calada, ¿ pero donde estábamos ? jamás nos imaginamos que el entrar en la marina seria de esta forma. 
No nos daba tiempo a mirar para todos los sitios a la vez, estábamos aprisionados en un lugar desconocido.
Muchas lágrimas hemos echado en aquel Cuartel que parecía una cárcel.
Conseguimos a muy duras fuerzas entrar en formación y hacer instrucción, pero ¡ no!, no estábamos centrados en nosotros, nuestras mentes estaban muy aturdidas, nosotros dentro de estas penurias hicimos amigos, solíamos juntarnos los de la misma región y la región mas cercana, yo me junté con unos vascos, muy buenos amigos y compañeros que duro muchísimos años.
Cuando nos dieron a elegir especialidades tuvimos que cubrir un impreso, en el mismo estaban todas puestas por un orden, empezando por la de Maniobra, Artilleria, Etc. la de enfermería estaba por las últimas, esa era la que yo tenía en la mente, pero cometí un fatídico error y comencé a cubrir por la primera MANIOBRA, fatal error en aquellos momentos.
¿Qué comíamos ? ya lo olvidé, por que no éramos capaces a comer algo , en el descanso no éramos capaces a ello, durmiendo por el suelo en el coy, y tocando diana a las seis de la mañana, ¡ no eso no era para nosotros ! imposible salir de aquella vida, tanto sueño teníamos que uno de nuestra brigada, llamado Lamas, natural de Madrid, por la noche hablando con nosotros, sacó un puñado de pastillas y dijo "" esta noche voy a dormir bien"" se las tomo todas, nosotros no sabíamos para que eran.

Al día siguiente a la diana el Cabo Gaspar de Gijón fue tocando diana pero Lamas no despertaba a empujones intentaba que se despertara pero nada, lo cogió al hombro y lo llevo a la enfermería, donde no despertó. Está enterrado en el cementerio de la marina de Ferrol.
Muy mal lo pasamos todos muy duro, demasiado duro para nosotrosContinúa…

21 enero 2014

Castrillon dijo… 

Sigue…Cuando llevábamos un tiempo haciendo Instrucción, llego el día de la jura de la bandera, todo estaba muy bonito preparado, pero nuestras mentes todavía estaban muy ajenas a todo lo que estaba pasando con nosotros, en la formación nos mandan girar a la derecha y varios de nosotros giramos a la izquierda, no le dieron importancia, parece que estaban deseando terminar y darnos los destinos, así fue como nos lo dieron. Yo y otros fuimos al Galatea que se encontraba atracado frente al mismo muelle del cuartel. 
Esa nueva etapa es aparte, fue mucho peor que la que acabamos de abandonar.
Al llegar a este pensamiento, me asomo a la ventana sin ver nada, puesta la vista perdida en el vacío,

Toda esta lejana visión que se perdió en el tiempo, retumbaba en mi mente, y una especie de nostalgia invadió mi cuerpo, unas lágrimas salieron de mis ojos, ¿dónde esta ese tiempo transcurrido?
Al levantar mi vista hacia el cristal quedé paralizado, en el mismo se veía a un hombre de avanzada edad con gafas, ¡ no ! no es posible, ese no es aquel Castrillón, pero si era. El tiempo dejó sus huellas sobre mi cuerpo y rostro. Dando un fuerte suspiro de resignación abandoné ese lugar muy apesadumbrado, por esa visión anterior. 
Pero doy gracias a Dios por estar a estas altura tratando con compañeros y amigos de nuestra juventud de aquel buque que fue nuestro domicilio y familia el buque escuela maniobra Galatea.
Podría desmenuzar muchísimo más este relato de nuestra estancia en el Cuartel, pero es tarde.
Amigo y compañero Ureña, pasaron muchísimos años de nuestro destino a bordo de ese buque, pero aquí seguimos.21 enero 2014
Castrillon dijo…!!!!!!!Meizosooooooooooooooooooooooo¡¡¡¡¡¡¡¡¡. fuera hora que aparecieras, te echábamos mucho de menos.
21 enero 2014

Arminio dijo…

Parece se que esto es una fiesta, todos en maniobra general, y el que faltaba el señor Meizoso recibido con honores a bordo de su buque, El Galatea.
Mira que contentos nos has puesto a todos que yo he llegado de trabajo a las once de la noche y no he podido por menos que ponerme manos a la obra. No podía ir a la cama sin dar la bienvenido al pionero de todo esto sobre la navegación virtual del Galatea y de los libros, reportajes et, etc..
Gracias Alberto, ya estamos todos a bordo y el que quiera que nos lea también será bien recibido.
Y para seguir os pongo una pequeña historia sobre un aprendiz recién llegado al Galatea, su destino. Un saludo a todos y un abrazo muy fuerte al oficial Meizoso.

21 enero 2014

Arminio dijo…
Bueno aquí os cuento una historia rescatada de un especialista de maniobra anónimo, como en su día pudo ser la de cualquiera de nosotros:

Me habían destinado al Buque Escuela “Galatea”, un Bricbarca de tres palos. Pero como está navegando, pasé la semana curioseando por el Arsenal de El Ferrol, y por el resto de la base naval, incluso estuve hablando con marineros veteranos y un señor muy amable que me dijo que no me preocupara, que con buena voluntad y paciencia el camino se andará y seguro que ascendería rápido.

Este señor debía de ser muy importante pues aunque estaba de paisano, todos los que pasaban lo saludaban muy marcialmente y lo miraban con mucho respeto. De todas maneras yo estaba muy ilusionado y lo que quería era ver mi barco, así que mucho no hable con él. Después me dijeron que se llamaba Ensenada o algo así... y llegó mi barco vaya si llegó.

Por la tarde vi movimiento por el arsenal, los marineros se dirigían al muelle en el que me dijeron que “atracaría” y que no aparcaría, como yo dije, y se mofaron de mi. Pobre peludo no sabes lo que te espera.
Y apareció por la “bocana” o entrada de la ría, otra palabreja para el zurrón digo “petate” me creo todavía que estoy en mi pueblo.

Se acercó al muelle, cada vez mas grande, con sus palos recogiendo o como decían "cazando" velas, empujado por los remolcadores, mas cerca, mas y de pronto... la guerra, descarga de fusiles, cuerdas finísimas con un peso en el extremo fueron disparadas al unísono, desde los extremos del buque en proa y popa , me asuste por el estampido y me cubrí la cabeza temiéndome lo peor, mi lepanto “gorro de marinero” rodó por el muelle y fue al agua.

Al mismo tiempo alguien me ordenó que ayudara con las “estachas” que son las amarras del barco, que los marineros amarradores ya estaban arrastrando hacia el muelle,. “Cobra seguido” me ordenaron y me quedé perplejo, un marinero me tiró de la manga, indicándome que le ayudará, empecé a cobrar con él “mano sobre mano” rápido al principio, más lento después cuando se acercó por fin la estacha y ésta empapada pesaba como un muerto, clavándose en mis tiernas manos de estudiante, la “guía lastrada” que los artilleros del barco habían disparado con anterioridad.
Continúa… 

21 enero 2014
Arminio dijo… 
Sigue…
Cobramos la estacha, animados por las voces e improperios que nos decían algo así como, cimarrones, gandules, haraganes y también algo sobre despellejar a alguien. Lo decía un señor barbudo y con cara y maneras de estar enfadado desde hacía años, el contramaestre.

En el momento en que la estacha chorreante de agua estuvo en tierra, el marinero veterano, se apoderó de ella, y la encapilló en el noray más próximo, que no era mas que un viejo cañón clavado boca abajo en el muelle a un par de metros del “cantil”.

En ese momento, el contramaestre, se desvaneció. Toda su atención estaba en la cubierta de proa “el castillo” y ordenaba, ¡toma vueltas¡, ¡vira seguido!, ¡aboza!, ¡a la bita!, al tiempo que empezaba a sonar una musiquilla, que llevaba varios días oyendo por los muelles, el “chifle” del contramaestre.
Su música me pareció, muy rara y disonante tan pronto era sorda y baja, como estridente y aflautada. Vaya galimatías pensé yo.

El barco ya estaba atracado, la pasarela, plancha o portalón, pues cada uno lo llamaba de diferente manera, ya estaba en tierra. Nos llamaron a formar a los de nuevo embarque, y allí fui yo bastante mojado, sudoroso y sin el “lepanto”.
Poco a poco el bullicio y el aparente desorden del atraque, se fue apaciguando y por fin subimos a bordo, pisamos el spardeck o cubierta de botes, saludamos a la bandera como nos habían enseñado. Yo sin lepanto incliné mi cabeza, en posición de firmes, mirando a la popa, como había visto hacer a algunas personas que de paisano o sin gorra lo habían hecho antes.Continúa...

21 enero 2014

Arminio dijo...

Sigue...
Al darme la vuelta vi la mirada inquisidora del contramaestre, nos tomaron nota y tras un breve papeleo, se me acercó un cabo con cara de muy pocos amigos, y me recriminó el estado de mi uniformidad y el permanecer en cubierta sin “la prenda de cabeza”. Preguntándome mi nombre me dijo que me apuntaba para un “baldeo”, mientras meneaba la cabeza y se dirigía al contramaestre, sonriendo ambos. Yo entendí que como soy novato baldeo sería pagar alguna ronda en la cantina de “balde”, o sea bebida gratis para los veteranos. Me encogí de hombros, pensando en no gastarme mucho dinero y esperé a mis compañeros.

Empecé a mirar el barco con una inmensa curiosidad, habíamos bajado por una escala a la cubierta principal, y estaba parado ante el “lío” de cuerdas mas grande que había visto en mi vida, el “propao” del palo mayor, alrededor de este palo había como una balaustrada de madera con unos remates de bronce en las esquinas, y en medio unos palos cortos que parecían cachiporras, como las de mis tebeos de mocedad, llamados “cabillas” en los que tomaban vueltas multitud de “cabos”. Se que son cabos por que, me explicaron que a bordo de los buques no hay mas cuerda que la del reloj y la que cuelga de badajo de la campana, que por cierto no es un cabo, sino una obra de artesanía hecha con unos cordones blancos en los que han hecho unos nudos imposibles, rabiza le llaman y a los nudos piñas y cajetas.

Ya estaba cayendo la tarde y en ese momento sonó por los altavoces, una orden seca, y potente “Galatea” a la bandera frente a popa ¡¡¡ presenten!!!. Todos los que estaban en cubierta se giraron al unísono hacia la bandera que ondeaba en el pico del mesana, y permanecían en el primer tiempo de saludo militar. Yo me puse firmes de nuevo, talones juntos, barriga dentro, pecho fuera, cabeza alta. sonaba el himno nacional, mi primer barco y mi primer arriado de bandera, más orgullo no cabía. Que felicidad, aún se me saltan las lagrimas al recordarlo...
Terminó el día, fuimos al sollado de proa, dormitorio, comedor, aula, pañol de armas portátiles, sala de juegos y esparcimiento todo en uno. Continúa… 

21 enero 2014

Arminio dijo… 

Sigue…
Se nos asignó una hamaca “coy” viejísimo el mío. Me dijeron ya te harás uno nuevo, hacerlo quién ¿yo?, pero si no se hacer un nudo, y esto es una lona cosida, con hilo bramante, contesté.
Hilo de velas, me rectificaron y ya aprenderás, coserás tu coy, y las velas, y los toldos y las fundas de los motores y de los metales, harás vainas, ollaos, punto de espada, empalomar etc, ya te enseñara el maestro velero, pero eso será más tarde antes de ascender a cabo, de momento limpiaréis, limpiaréis y baldearéis.
Aquello sonó como un presagio.

Los coys fueron estibados en la batayola, unos encima de otros, en un extremo del sollado. Llamaron para cenar, los cabos de rancho empezaron a dar órdenes, del techo se descolgaron mesas grandes y bancos y en un santiamén el comedor estaba montado. Se abrieron taquillas, sacaron cubiertos vasos bandejas y unos peroles grandes con un asa para la comida que llamaban gavetas.
Me dieron una gaveta y me vi subiendo a cubierta y en la cola de la cocina, junto con otros grumetes y aprendices que son los marineros especialistas.

Con la cena volvimos al sollado, cada uno a su rancho respectivo, pidiendo permiso para servir el primer plato y para sentarnos. Se nos indicó servir con cuidado de no poner poca comida a los cabos de rancho, pero tampoco mucha para no quedarnos nosotros sin ella, vaya lío, esto si era cuadrar el circulo. La sopa casi no la pruebo, y cuando me las prometía muy felices dejando para mí el mejor filete, del segundo plato sonó la voz del cabo de rancho, apúntate un “baldeo” para que aprendas a servir mejor.

Esto del baldeo ya empezaba a preocuparme, lo mismo me gastaba en dos días lo poco que me habían dado en casa, para tener algo de dinero hasta el primer sueldo, pues ya me habían apuntado a dos baldeos. ¿Terminó la cena? Si apenas había empezado a comer el segundo plato, cuando se me ordeno servir la fruta de postre, y un instante después, se levantaba la concurrencia, se ordenó acabar pronto y que todos los peludos y aprendices se quedaran en el comedor para recoger las mesas, arranchar y limpiar el comedor. Continúa… 

21 enero 2014  

Arminio dijo… 
Sigue…
Cuando terminamos de limpiarlo todo y salimos a cubierta ya noche cerrada, nos quedaban pocas ganas de más, después de un rato de cambiar impresiones nos fuimos a dormir, montamos los coys en los ganchos del techo, y a ver quien es el guapo que se sube a un coy colgando de los “baos” que son las vigas en los barcos.
Lo intenté varias veces y al encajarme dentro e intentar meter la otra pierna me caía hacia el otro lado. No se como lo hice, bueno si lo sé, con la ayuda de una papelera metálica grande y pesada, una vieja jarra de artillería en desuso.
Tampoco se cuando me dormí, sería pronto, pero si se cuando me desperté, o mejor me despertaron, “peludo” tienes un baldeo, pero mi cabo si son las cuatro de la madrugada, contesté. Arriba a la órden de ¡ya!, sonó una voz atronadora, que reconocí como la del contramaestre.

En esos momentos pensé que la cantina a esa hora estaría cerrada y me ahorraría el dinero de la invitación y claro que me lo ahorré. Me levanté y listo para mi primer baldeo.
Un saludo a todos. 

21 enero 2014

Castrillon dijo…
Hola, he leído este escrito y, en lo que me detuve y no puedo resistir el hacer una llamada de atención, es donde dice la "" GAVETA" este recipiente formaba parte muy importante de nuestra vida a bordo, lo mismo que el coy, bueno, toda nuestra vida a las horas de desayunar, comer, cenar y, por las noche en la guardia de media para tomar la sopa de ajos. Alrededor de ella nos poníamos todos los del rancho.

Hasta que no llegaba el gavetero con la comida no estábamos tranquilos, ¿ y cuando llegaba ? lo primero que hacíamos después de depositarla en la mesa, y todos a la vez, era inclinar nuestras cabezas hacia el contenido, y todos con los platos en la mano esperando la correspondiente ración. En esos momentos ese instrumento portador de los alimentos cotidianos era lo mas importante para nosotros, lo malo era cuando el buque daba buenos bandazos, pero nosotros nos la ingeniábamos para que no se derramara nada, ni de nuestros platos de aluminio y nuestras cucharas, nunca tuvimos problemas con esas tan ansiadas GAVETAS portadoras de nuestro sustento.

Cada semana le tocaba a uno del rancho hacer las labores de "gavetero " ir a la cocina, coger la comida y bajarla al sollado, ó a cubierta cuando comíamos en ella. Claro luego el mismo gavetero era el encargado de tirar lo sobrante al agua y lavarla para su arranchado.
Este sencillo, pero muy útil instrumento para la comida, nunca se le dio su verdadero valor y aprecio que se merece.

Era un espectáculo, ver a todos los gaveteros en la cola de la cocina y una vez llenas bajar la escaleras para los correspondientes ranchos, una vez en el rancho y antes que se empezase a comer, era cuando aparecía el que se acercaba con un plato y una bandeja, cogía de la gaveta una ración y con ella se llevaba la prueba al Comandante, al Segundo y al oficial de guardia. Pero no se cogía para la prueba lo mejor, era un plato tal como salía e la cocina.


Una vez al pasar la prueba, el comandante, Liaño de Vierna, no quedó conforme con esa comida y mando tirarla al agua, nos hicieron otras comida, patatas fritas y huevos fritos, de esto se recuerda también Ureña.
Aquí rindo un homenaje a esa sencilla gaveta, por todos sus servicios que nos presto, y ante la cual, cuando estaba llena todos nos inclinábamos nuestras cabezas para ver sus deseado contenido.
Bueno amigos y compañeros, recibir todos un muy fuerte abrazo.  

24 enero 2014

Arminio dijo… 

Bueno pues hablando de gavetas, quiero decir que nosotros también vimos esas gavetas de aluminio con dos asas en los lados donde se servía la comida. La mesa se bajaba del techo y los bancos también. A la mesa nos sentábamos 12 comensales, dos cabos primeros para el curso de contramaestre, si los había para repartir entre todas, dos cabos primeros eventuales, para el curso de cabo primero, varios cabos segundo eventuales para el curso de cabos segundos, y los recién llegados los aprendices a especialistas con una V roja invertida.

A los seis meses de llegar y tras aprobar para cabos segundas eventuales, éramos relevados de la tarea de gavetero por los especialistas, que ya se encargaban de recoger también la mesa. Era toda una categoría llegar a la mesa a mantel puesto, solo para comer y levantarte cuando acababas.

Los cubiertos eran cuchillo, tenedor y cuchara y un vaso y plato de duralex, que ya estaban casi blanco de tanto lavarlos y eso que eran de cristal transparente. Eso sí los especialistas encargados de la gaveta ya no la limpiaban, ni los platos tampoco, pues en la banda de babor cerca del tangón se encargaban los marineros de reemplazo de dichas tareas.

Eso sí, te veías con la gaveta en la mano, y te tenías que apañar para ponerte la gorra al salir del sollado y al entrar, pues si no te cubrías, casi seguro que acababas con una guardia recargada. También íbamos a por el vino que nos llenaban dos botellas con una goma y a por el pan.

Lo que nadie me ha sabido decir hasta ahora, el por que en esa época nos daban para desayunar además del café y las galletas, tres pequeñas naranjas. Se que muchos antes y después no vieron las referidas naranjas. Entiendo que el aporte de vitamina C, era bueno para empezar el día.

Lo que si recuerdo era que los marineros de reemplazo que tenían las mesas con nosotros pero en la banda de babor, sobre todo en las cenas cogían los cubiertos con ambas manos y a modo de timbales, golpeaban con ellos las mesa para hacer la música de la canción que siempre cantaban, y lo hacían delante de nosotros, incluso de los cabos primeros, que no se metían con ellos. La cancincilla decía así: huevos y mas huevos, estamos hasta os huevos de comer tantos huevos. Un saludo a todos.  

23 enero 2014

Miguel Gómez dijo… 

Buenos vientos también para este año, estos son mis saludos iniciales, después de una larga ausencia motivada por cirugía oftalmológica, ya hace dos días que me han dado el alta definitiva, me encuentro en perfectas condiciones para continuar a vuestro lado y espero estar a la altura de las circunstancias, creo que eso es mucho decir, pero al menos lo intentaré o haré lo que este dentro de mis posibilidades, de momento largaremos todo el velamen y avante a todo trapo.

No sé si es que ahora veo mucho, o es que los comentarios han llegado copiosamente, de cualquier forma celebro que así sea, ya que este blog andaba un tanto relajado, puede que por las fiestas navideñas que ya dejamos atrás. Sin duda que he leído todo cuanto se ha vertido en estas páginas, donde hay mucho y bueno para su lectura, escrito por unos excelentes compañeros que dominan perfectamente el arte de la literatura, siempre es un verdadero placer contar con su incondicional amistad.


Aunque un poco con retraso me quisiera dirigir a Manuel Augusto Bono, agradecer su opinión de nuestro viejo velero Galatea, acerca del también nuestro velero Juan Sebastián de Elcano, que también en mi modesta opinión poco o nada tienen que ver las distintas siluetas de ambos, siendo mucho más majestuosa la que nos concierne en este blog, o sea la del singular GALATEA. Aunque ya le han contestado otros compañeros, a los que me sumo para animarle a que siga con nosotros si es que le apetece, nosotros solo le podemos ofrecer amistad autentica, por lo que esperamos verle por este lugar con cierta frecuencia.

No me podía olvidar de nuestro gran amigo y compañero Alberto Vera Meizoso, el gran promotor de todas estas singladuras que hemos realizado y las que quedan por conseguir, pues nada, Meizoso muy pero que muy bien venido, a estas tertulias que siguen siendo las que tú en su día iniciaste, a ti no hay que agradecerte el que hayas vuelto, siempre estuviste aquí, sin tus comentarios pero si en nuestras mentes, naturalmente que a partir de ahora estaremos un tanto más alegres, siempre que sigamos contando con tu presencia, esperemos que así suceda.

Esa tan traída y llevada gaveta de la que en comentarios anteriores hacéis referencia, claro que era la portadora del sustento más o menos líquido de la cocina al rancho, junto a la paellera, se trata de una bandeja un poco profunda donde los cocineros depositaban el segundo plato, cuando la mar estaba en calma, el gavetero de turno era suficiente para portear las dos, si la mar estaba movida y era necesario sujetarse a la baranda de la escotilla en estos caso se necesitaban dos para portear la comida, uno para el pan y otro para el postre, el resto del rancho armar mesas y bancos, poniendo las patas dentro de los tinteros para evitar posibles bandazos, en mi caso y en mi estancia en el ya mencionado buque, estuve en tres ranchos, todos ellos eran de doce marineros, once para turnarse en los menesteres de abastecimiento y el cabo de rancho que libraba.

Tengo que decir que el cabo de rancho era uno de nosotros, solo que por el azar tenía el numero más bajo, por ejemplo yo fui cabo rancho porque tenía el 50A, en el quinto rancho de ayudantes especialistas, en definitiva todos los componentes del rancho tenían la misma categoría, luego estaba la cuarta brigada que era la de dotación fija, que era donde estaban los cabos y marineros de oficio. También estaba el sollado de cabos primeros de curso, que estos tenían sus machacantes para estos menesteres.

Como de costumbre, deseando lo mejor para todos, afectuosos saludos, que sean muy felices y hasta pronto. Paz y Bien.  

23 enero 2014

Manuel Carrasco Rubio dijo...  

Veo que el Galatea navega de nuevo y en estos días viento en popa a toda vela...
He leído cuanto antecede y Arminio habla de cubierto en el Galatea, incluido cuchillo. Desde luego, así sería sin la menor duda, aunque por corta estancia no lo recuerdo. Sí estoy casi seguro que en los buques de guerra, al menos en los dos que estuve yo en Cartagena, no teníamos esa pieza del cubierto. Decían que como una medida de seguridad, algo que considero absurdo. Recuerdo que ya cogí "maestría" mondando las naranjas con la cuchara.

Perdón por usar este espacio para llamar ahora solo la atención a Ureña, pero este medio es el que tengo. Gerardo: Recibos tus correos, pero recibo rechazados todos los que te envío desde hace unos días y veo que la dirección es la misma ¿Que pasará?.
Un saludo a todos.  

23 enero 2014

Castrillon dijo… 

Hola Miguel, tu hablas de una paellera, yo eso jamás lo he visto, ni tengo la mas remota idea de haber utilizado, seguramente Ureña nos aclare algo al respecto, tampoco recuerda nada de paellas, ¿de donde salió ese lujo?.
Si me dijeras ropa vieja, muy bien, esa es la comida por excelencia que más nos gustaba, pero no la servían en paelleras, sino que en la famosa GAVETA, claro tampoco se conocían los tenedores, por lo tanto, todas las comidas era solamente con cuchara, fuera la comida que fuera. ¿Quién dijo cuchillos como cubiertos,? esos también eran unos desconocidos, lo único eran nuestras inseparables navajas de trabajo, esa herramienta era la más utilizada.
 

Claro tu pertenecías a la clase de turistas que ibais muy cómodos, o mejor tratados que nosotros.
Pero claro nos desquitábamos muy bien cuando entrábamos en el puerto de alguna de las islas de las Azores, lo primero ir a comer, en un restaurante, con mesa y mantel copa de cristal, plato de porcelana, cuchara, tenedor y cuchillo, y servilletas, mira aunque no fuera más que, por estar sentado en una mesa con toda esa cubertería ya merecía la pena pagar lo que fuera, frente a las comidas servidas en esos cubiertos sabia a gloria, si señor, parecíamos señores, en esos momentos éramos felices.

Luego a recorrer la isla y dedicarnos a nuestras exploraciones.
Bueno ahora tengo un poco prisa ya continuaré. !!!!!!!!!! UREÑÑÑÑAAAAAAAAA DONDE ESTASSSS¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
Recibir todos un muy cordial saludo y un muy fuerte abrazo.  

23 enero 2014 

Castrillon dijo…  
Hola a todos, van pasando los días, y cada mañana desde mi posición, en la parte del palo trinquete, sentado en la cofa, intento ver la dinámica de los trabajos que pretenden efectuar algunos voluntarios del Galatea.
Pero va pasando el tiempo, aunque parece que va lento, y que no nos damos cuenta, implacablemente va dejando sus horas atrás, miro hacia la proa, miro hacia el combés, miro hacia la popa, todo es quietud, y un sobrecogedor silencio, de vez en cuando algunas gaviotas dejan oir sus graznidos como si fueran amenazas sobre éste que parece un intruso encaramado en la cofa esperando acontecimientos, así pasan los días.

Mi mente hace un registros sobre los impedimentos que pudieran existir, no los encuentro, entonces, entra la duda de, si todos irían destinados a otros lugar y que sin nadie se enterarse ni despedirse se incorporaran a sus nuevos destinos, quedo en suspenso, ! no puede ser ¡ digo en voz muy baja, es imposible, repito en el mismo tono. Será abandono ? ¿ dónde están todos mis compañeros de navegación, quedé solamente yo con mis recuerdos ?
 

Sería fatal, pero seguiré esperando en la soledad de este puesto de vigilancia sumido en mis pensamientos, hasta que algún día no pueda subir por la jarcia e instalarme en mi puesto de observación, entonces es cuando las voraces gaviotas ocuparan ese puesto y todo quedará en el olvido, y de vez en cuando en nuestras angustias recordemos con nostalgia tiempos mejores que quedaron envueltos en una espesa niebla.
Un muy fuerte abrazo a todos los que queden y visiten estas páginas.
28 enero 2014

Arminio dijo…
 

Yo te acompaño, pues llevo en el bauprés ensimismado con aquella dulce dama que tampoco hace caso, está mirando al aguan y por más que la hablo, como si nada. Estará esperando algún galán de los abismales fondos marinos. 
Lo que ocurre es que Facebook, se apodera poco a poco de todo, y de todos, pues ofrece una manera fácil de hablar y responder, casi sin esfuerzo alguno.

Estos días estaba intentando poner una caja de comentarios en facebook , o sea la caja de comentarios del blog en Facbook, pero me es imposible y aunque hay alguna opción, hay que remodelar tanto la máquina invisible del blog que se puede echar a perder y por eso ni lo intento.

De todas formas yo estoy todos los días entre el bauprés y la toldilla y poco movimiento veo pero lo importante del blog es la gente y la gente prefiere otros derroteros, aunque dice un refrán que no hay atajo sin trabajo.  Pero el blog se sigue moviendo, dentro de poco voy a meter unas nuevas fotos que me ha mandado Manuel García.

También os comento, que ayer hablé con un director de cine, por teléfono y al menos le di la dirección del blog, y el hablé de todo esto del Galatea para una posible película, pero eso ya no está en mis manos y es mejor ver la serie del barco ( que fue malísima) que hacer una película sobre Aleta de Tiburón, que sería genial. Al menos cumplí con la misión de dar a conocer al Galatea, como se daba a conocer en los diversos puertos años atrás. También estamos esperando “fumata blanca” de la editorial del libro. 

Un saludo a todos.
28 enero 2014


Castrillon dijo…  
Jajajajajajajaaaaaaa, jajajajajajaaa ¡¡¡¡¡ Arminio, no cesas en tu empeño de conquistar a la que fue una hermosa dama de los mares, aquella que, en aquel lejano tiempo pretendías conquistarla y que sin piedad alguna te dio un ROTUNDO ¡¡¡¡¡ NO !!!!! , y a pesar de ese plante, sigues insistiendo. 

¿No ves que han pasado muchos años, ya no es aquella elegante y lozana moza de los mares, su tez esta marcada por el paso del tiempo, sus cabellos que eran de oro, ahora se han vuelto de plata, la sonrisa de sus labios se ha vuelto agria, su esbelta silueta esta deteriorada, ¿ aún así sigues insistiendo en su conquista ? jajajaaaaaaa, jajaaaaaaa.
Bueno, ni aún los delfines que solían danzar en su honor aparecen para visitarla.
Bueno mis muy buenos amigos y compañeros, recibir todos un muy cordial saludo y un muy fuerte abrazo.  

28 enero 2014
  
Arminio dijo… 
Pues mira amigo Castrillon, si era lozana cuando tu estabas en el Galatea y también cuando yo estaba a bordo, seguirá lozana ahora también, pues creo en todo ese tiempo nada cambió, incluso ahora que se la quitaron a los escoceses, debe estar mejor aún pues la tienen en tierra y pintadita y todo, que la mar, y más en una mujer castiga mucho el cutis.

Lo que si recuerdo era tocarle un terso y duro pecho agarrado a la red del chinchorro para no caerme al agua. Creo recordar que la ropa que lo cubría era de color azul marino, y no decía nada, por lo tanto el que calla otorga, amigo mío.

Y si se la llegan a llevar los escoceses, como tenía que haber sido, la tendrían con la permanente hecha, maquillada y con ropas nuevas, como tienen al Galatea. 

Ni sus cabellos de plata, ni agria, su sonrisa , pues sigue ella tan guapa, y te la quieres llevar a todilla.

Habrá que poner a la dotación a poner el pallete de colisión y por el pantoque para que no vean bien el agujero a taponar, asi es más difícil la maniobra, y después un buen baldeito de madrugada, y a hacer algunas gazas de cable. Al amigo Meizoso le vamos a poner a lijar la regala de los botes con un vidrio roto y a achicar agua con esos viejos baldes de goma. 

Bueno un saludo a todos.  
28 enero 2014

Miguel Gómez dijo…
Hola a todos, a los que a pesar del crudo invierno que estamos soportando, aun se asoman por la borda del Galatea, en estos días debe de estar en un estado lamentable, desordenado y un tanto sucio, pues no creo que la brigada de guardia empiece el baldeo a las cuatro de la mañana, esos tiempos ya hace mucho tiempo que quedaron atrás, y en el caso de hacerlo usarán trajes y calzados adecuados a los tiempos, de lo cual me alegro por ellos, nosotros no llegamos a esas comodidades, que hoy disfrutan nuestros sucesores en el tiempo.

Castrillon en uno de tus comentarios hablas de que te encontrabas solo en la cofa, esto se tiene que deber a tu imaginación, pues ya has visto que Arminio estaba en el Bauprés, ocupadísimo con una linda mujer que siempre ocupó la proa de nuestro viejo velero, hasta que un día fue desprendida por la fuerza bruta, dejándola como insignia en tierra firme en la Graña.

Es una especie de recuerdo que quisieron salvar ante el inminente desgüace que ya estaba previsto,  para que fuese el final de aquel bello velero, en el que tanto sufrimos y también nos divertimos, pero Dios se opuso a la voluntad de los hombres que no respetan la historia por arraigada que sea, lanzando un salvavidas a tan preciado buque.

De todas formas si en vez de mirar solamente hacia cubierta, hubieras mirado al cielo también me hubieses visto a mí, en lo alto del mastelerillo, que estaba reparando algunos flechastes, y de paso gritando a los cuatro vientos, para que se enterara el mundo entero que también yo navegué muchas millas en el ya mencionado buque, que colaboré a la historia y a la gloria de aquel precioso velero, que ahora otros disfrutan de él, lejos de nuestras aguas , mejor así que haber sido descuartizado por los temibles sopletes.

Si Castrillon si te hubieses fijado bien hasta hubieras visto a Gerardo deambular por la toldilla, y posiblemente hasta el mismo Meizoso escaqueado por las cercanías del mayordomo, que era su lugar preferido, tu solo pensarte en que ¡¡¡triste es la soledad!!! Y te aferraste a ella y ésta te traicionó, y bien sabes que el hombre nunca está solo, que siempre hay alguien cerca para perjudicarte.
Qué bien te hubieran ido en esos momentos algunos barriletes????

Deseando lo mejor para todas las personas que se acercan a este espacio, un cordial saludo para todos y hasta otra, vuelvo a insistir que la felicidad sea nuestra fiel aliada.
29 enero 2014 
Anónimo dijo...
A mi nada más embarcar la primera impresión es que toda la dotación y los mandos eran piratas, piratas y se disponía de tanta mano de obra gratis, que no daban ejemplo ninguno de las lecciones recibidas en que la fuerza del aparejo se multiplica por el número de roldanas del cuadernal...Y venga cada uno con su canasto hasta los topes de negro carbón, de cadena, nada...todos en fila cada cual con su gaveta y a tomar por el saco la bicicleta... Meizoso el Capitán terrateniente. 
03 febrero 2014   

Anónimo dijo…   
Cuando embarqué en Elcano para realizar cualquier trabajo fuera borda de sacar, o meter algo voluminoso y no tan pesado, como por ejemplo, patatas a bordo, sacada y entradas de barriles,...Con un estrobo trincado a cierta altura no muy elevada de la jarcia fija y un simple aparejo con una osta para librar l separación y/o acercamientos desde el muelle...Zaca!  
03 febrero 2014

Anónimo dijo…   

A veces cansaba el formar tantas veces enumerándonos como a los colegiales, por no decir...a los doce del patíbulo...Era un régimen severo de internado con escasas salidas y demasiadas guardias, pero asiento que dadas las circunstancias tan especiales a bordo de los barcos, el adiestramiento estaba en franca consonancia y la disciplina muy necesaria, ya que y en potencia, éramos todos unas pequeñas fieras sin a penas domesticar...

Me alegro mucho de poder navegar de nuevo en el Galatea con esta pandilla de incondicionales acérrimos amigos del Mundo de la Vela. Gracias por vuestra bienvenida a bordo, pensé que Castrillón y Gómez me querían dejar toda la vida trincado al chinchorro a la deriva sin ron y me habéis encontrado delirando con el gaznate reseco y voz ronca aún vivo...Tener mucho cuidado y no os fiéis de ningún mecánico estopa... que ya os advertí que en todas las rebeliones salen los fogoneros tiznados de azabache negro carbón de las calderas a cubierta... Ojo avizor, doble refuerzo del pañol de la Santa Bárbara, por los huevos de Neptuno que te lo digo yo. Meizoso.    

03 febrero 2014
Anónimo dijo…  
Yo no recuerdo aquel coy, sino en las guardias de interior y de cubierta con imaginarias de cuarteleros con machete y en el castillo metido en un gabán con botones palos de trenca y a pasar más frío que Cascorro de turno...Estábamos siempre velando noches a relevos intempestivos y por eso Arminio lo recordaba muy bien, en que la dotación del Galatea estaba muy cansada...

Un día cualquiera, recuerdo que nos reunimos todos los compañeros de la cuarta brigada y todos menos "El Papi", juramos soltería eterna, porque...Fue así... 

03 febrero 2014
 

Castrillon dijo…  
!!!!!Meizossssooooooooo muy bienvenidoooooooo ¡¡¡¡¡¡ ya estábamos un tanto alarmados por tu ausencia, ya se hablaba de hacer un grupo de asalto e ir en busca tuya por desertor, yo iría al mando y con unas cadenas para amarrarte y ponerte en un pequeño chinchorro sin remos de ninguna clase, y con una botella de agua salada para saciar tu sed, después dejarte abandonado en la mar.
Pero llegaste a tiempo, de lo que nos alegramos mucho, pero estaremos muy atentos a tus movimientos subversivos y a los de Arminio, sois muy peligrosos, ya tengo una dotación muy secreta que esta armada hasta los dientes para aplacar cualquier sedición.

Muy buenos recuerdos me traen cuando mencionas los temas de hallar la potencia de unos aparejos para una resistencia, si señor todavía tengo anotados en mi libreta de aquella época, todas la formulas de los diferentes aparejos según sus cuadernales, así como la mena de los cabos de laboreo por los mismos, eso era pan comido para nosotros.
Ya vemos que eres un verdadero pirata insumiso que quieres hacer la guerra por ti mismo, pero lo tienes crudo, tu y tus seguidores No te olvides que hay una dotación especializada en aplacar sediciones.De momento nos alegramos muchooooooooooooooooo, de tu intervención.


Sin más por ahora, esperamos que nuestro muy bueno amigo y compañero de navegaciones UREÑA se recupere pronto para verle por esta cubierta, ya que es el timonel oficial.
Recibir todos un muy cordial saludo y un muy fuerte abrazoooooooooooo todossss.  

03 febrero 2014 

Manuel Carrasco Rubio dijo…
Acaban de enviarme por Internet un documental sobre el J.S. Elcano, con la salve marinera de fondo. Nombran como sucesor del Minerva, pero en ningún momento menciona siquiera al Galatea. Me sorprende, pero a quienes habéis navegado los mares en el Galatea, seguro que os indignaría.Se lo haré seguir a Gerardo. 
12 febrero 2014

Gerardo Ureña Massa dijo…
Bueno pues por ahí tenéis a Ureña mis queridos todos. Ignoro si seré capaz de terminar este escrito, pues siendo muy cierto que padezco una cierta afonía, no es menos cierto que esta no me impide escribir, pero,... siempre hay un pero que lo desvirtúa todo. Esperemos que este melón que rematan mis hombros se porten un poquito bien y no se aletarguen demasiado.

Tengo muchos motivos para sentirme contento y felizmente rodeado de seres humanos auténticos. ¿Qué magia tendrá nuestro Galatea que nos hizo tan reales, compañeros? Vamos a dejarlo aquí, pues quizás algún día seríamos capaces de comentarlo. Pero realmente, yo creo que esto lo sabemos todos muy bien.

Esas llamadas de nuestro comandante en jefe, Castrillón, y que decir de Miguel. Todos los días de Dios ahí estaba su imparable llamada, llamada que él sin duda esperaba fuesen portadores de buenas noticias. Arminio tenía que estar en misa y repicando, y hay que ver qué bien repica. Manuel siempre ojo avizor y a través de los Emilios", como yo suelo llamarlos, nunca dejó de enviarme sus recaditos de mejoría. Hace unos pocos días recibo un sobre que mi hijo José Luis retira de nuestro buzón familiar haciéndome entrega del mismo. Rasgo el sobre con sumo cuidado y compruebo que en el interior hay un libro y cuyo titulo dice lo siguiente. "LEYENDA DEL GALATEA Y UNA COLISION EN EL MAR SIN NOMBRE" Alberto Vera Meizoso. Le doy un repaso de ojímetro y puedo leer una maravillosa dedicatoria que el autor le hace a Gerardo Ureña. Nunca me habían dedicado un libro.

Lo que corrió por mi mente me lo guardo en este cascado y viejo corazón que si algo le queda intacto son los valores humanos y los valores sentimentales, estos últimos son muy difíciles de controlar y cuando llegan a nosotros nos producen unas gratísimas sensaciones. Y si esto fuera poco, estos últimos días he tomado una amistad en Facebook que también se prodiga en atenciones y se preocupa de saber como me encuentro. Este compañero de Armas, no es otro que Agustín Aguirre. Persona con la que mantenemos un excelente trato y también se preocupa mucho por mi estado de salud.

Por todo ello mis queridos amigos quiero daros nuevamente mis más sinceras gracias, pues soy consciente de que por muchas veces que os lo diga, nunca será suficiente. ¡¡¡¡Gracias muchas gracias amigos, porque todos sois formidables!!!! Excelente programa radiofónico que dirigía magistralmente Alberto Oliveras. ¿cierto?.

Manuel, sabes que aquí se ha comentado por activo y por pasivo del diferencial que los divinos mandos(no todos pero si la mayoría) le tenían y le siguen teniendo a nuestro velero. Siempre suelo acompañar mi frase preferida que lógicamente suelo comenzar diciendo. "Esta es mi opinión, cada cual que opine como lo entienda y quiera". Sigo diciendo lo mismo. Esta es mi opinión. Nunca les fuimos ni mucho, ni poco simpáticos a muchos de los de la coca. Esta frase es de Miguel, pero yo la suscribo plenamente. Siempre nos tuvieron envidia, no nos tragaban porque siempre fuimos mejores que los del Cano. Fuimos sus insufribles competidores en la vela y esto lo llevaban muy mal.

Ya pueden decir Misa Mayor en Gregoriano pues esta es la realidad. Siempre fuimos "La vil canalla de proa" y como tal canalla tratados. Nunca nos importó lo más mínimo , subíamos a los palos mucho más ligeros que lo pudieran hacer ellos. Nosotros descalzos, ellos con zapatillas deportivas, nosotros a pelo, ellos con arneses y medidas de seguridad. ¿Para que seguir? Las pruebas están ahí y las pruebas son contundentes, si, el Cano no tendrá las mismas sombras que ha tenido nuestro Galatea.
Continúa...
16 febrero 2014

Gerardo Ureña Massa dijo…
Sigue... 
Ojeando escritos del año pasado (último trimestre) rescato uno de D. Manuel Atienza de la Torre que leído íntegramente dice lo siguiente.....Manuel Atienza de la Torre dijo...

Sigo muy de cerca este genial espacio que muestra cada día el maravilloso contenido de calidad humana, que poseen los que deleitan con sus escritos al internauta que se tome la molestia de aventurarse por este sendero de mar. Aprovecho para manifestar, la calidad del gran trabajo que desde hace algún tiempo están depositando para todos nosotros estos incansables personajes, dando conocimiento a un tema olvidado por casi todos, pero que actualmente y gracias a ellos está en candelero.

Me que perplejo de como no se le ha ocurrido a la Armada alguna iniciativa que reconozca y refuerce los incansables ánimos de estos antiguos tripulantes del Galatea y que un día fueron parte de su organización.
Desde aquí animo a todos los que visitan este blog, que no lo pasen por alto, que miren todas sus páginas como yo he hecho y vean el gran contenido de material de todo tipo que posee. Es digno de unos verdaderos entusiastas que han poco a poco están dando a conocer la Historia de una España que revive gracias a ellos.

Ni que decir tengo de la calidad humana de sus comentarios, hasta saben hablar de temas de la vida cotidiana con una calidad insuperable, de tal manera que muchas veces te hacen pensar en esos tiempos olvidados que te retrotraen en el pasado y te hacen recapacitar tocando esa fibra sensible que todos tenemos.
Mucho ánimo señores, lo están haciendo genial y a la Armada le digo desde aquí, que tomen en consideración lo que se está haciendo desde este blog para recordar un pedazo muy importante de su historia, la historia de un buque que formó a muchos de sus hombres.  Fecha  24 octubre, 2013

Y a continuación esta fue mi respuesta:
¡Gracias señor Atienza!
Manifiesta Vd. su extrañeza de que nuestras autoridades de Marina no cogieran viento de nuestras históricas, largas, penosas, sufridas y arriesgadas singladuras; singladuras que fueron muy numerosas y dilatadas en el tiempo.
La historia de este entrañable y singular velero, esta preñada de grandes, pero sencillas vivencias, tan grandes y sencillas como lo fueron sus numerosas dotaciones.
No, nunca interesó a nadie que estos marinos de raza pura y noble corazón, tuvieran protagonismo, y sigue sin interesar. Nosotros no somos nadie. La vil canalla de proa no puede ser resaltada por mucho amor que demuestre al velero. Por que, a de saber Sr. Atienza, que los únicos que de verdad han querido, quisieron y siguen queriendo a este barco, son sus dotaciones, los que están y los que se fueron para siempre. Y le puedo asegurar que aquí, ni hay trampa ni cartón. Lo único que cuenta son unos nobles y naturales sentimientos conquistados y adquiridos por estos hombres a través de las cuadernas y entrañas del Galatea.

Hace unos pocos años, el Grupo Intereconomía, a través de Alfonso Arteseros, lanzó al mercado, utilizando el periódico La Gaceta, en su versión Dominical, unos D.V.D. titulados España en la Memoria. Por aquellos tiempos yo era fiel de esta cadena, hoy no puedo decir lo mismo. Arteseros tenía por norma hablar en un programa, del próximo D.V.D. Yo solía verlos.
Llegué a comprar cuarenta coleccionables, que actualmente tengo en mi poder.
Hicieron un programa dedicado a El Juan Sebastián de El Cano. No me lo podía perder.

Sacaron un temporal, y como personaje invitado pudimos ver a su comandante, que lo fuera en ese preciso temporal, al menos él, así lo manifestó. Pasaba el tiempo, y el que suscribe esperaba que Arteseros hiciera mención del Galatea. Nada, el más absoluto de los silencios. Le escribí una manuscrita carta, como siempre suelo hacer. Entre otras cosas le decía, que Elcano no era el único velero español, y que el Galatea también tiene su gran espacio en la historia de España. Ni siquiera se digno a acusar recibo de mi certificada carta. Dejé de comprar La Gaceta y dejé de comprar más D.V.D.
Continúa…
16 febrero 2014
Gerardo Ureña Massa dijo… 
Sigue…  
No, señor Atienza, nosotros no formamos parte de esas páginas de gloria, nosotros somos los "chusqueros" de la Marina, que era el término que se empleaba en aquellos lejanos tiempos.
Sin nosotros, como muy bien dice nuestro gran Miguel, el velero nunca hubiese navegado.
¿Quién subía por la jarcia descalzos, quien entraba en las vergas para largar velas, o, aferrarlas, quién, o quienes arrancaban su motor de sangre para halar los mil cabos de que disponía el velero.? Fuimos nosotros, si, nosotros, a los que se nos niega el pan y la sal. Todos fuimos necesarios, formábamos parte de un todo.

Pero estamos felices con lo que hacemos, somos pocos, pero lo que nos sobra es amor por el Galatea, y esto no podrán pararlo, esto nos hace grandes. ¿Cómo pretende Vd. que las Autoridades de Marina nos respalden, si somos los únicos que afeamos su comportamiento y el vil trato que le dieron al velero?.
Dejaron que el barco se convirtiera en un montón de chatarra oxidada, chatarra que vendieron a los escoceses por ocho millones de miserables pesetas. Nosotros somos ese grano que les ha salido en el culo. Los políticos de turno y las Autoridades de Marina, se dejaron ganar esta batalla, no había el más mínimo interés por ganarla, y para su vergüenza, no es que la perdieron, se dejaron ganar. Ya pueden tener muchas medallas en su pecho, esta, no la tendrán nunca,
16 febrero 2014
Arminio dijo… 
Que grata noticia ver los comentarios de Gerardo, espero que poco a poco se vaya encontrando mejor,   y nosotros  estemos  escuchando sus preciosos comentarios.
Como veréis  he quitado los comentarios antiguos pues si superan los doscientos, hay que picar en otro lado para ver el último realizado.  Así que Gerardo, ya está todo al día como verás.
Bueno hace ya tiempo llegó a mi casa algo para endulzar mi vida y aún no había comenzado a deleitarlo, pero el ver estos últimos escritos me ha animado a abrir  lo recibido y comenzar a comer algunos bocados deliciosos, en honor a  Gerardo. Gracias en nombre mío y en el de mi familia que también  ha sido partícipe de tan estupendas golosinas.
En cuanto a Manuel, he de decirle que le Minerva estaba pensado para oficiales y como no se pudo realizar  el proyecto, se empezó a construir Elcano. Claro que en la historia apenas entra lo relegado a la tropa y a los suboficiales, por eso solo se nombra a Elcano, omitiendo al Galatea.
Meizoso, Miguel, Castrillon, Manuel  y todos los demás que nos leen y nos visitan, un abrazo muy fuerte y  esperemos que todos nuestros proyectos se hagan realidad en breve.
16 febrero 2013
Castrillon dijo…  
Hola a todos, !!!!!! Ureñññaaaaaaaa, ¡¡¡¡¡¡¡¡ no sabes la alegría que me dio cuando al abrir el blog esta mañana, he visto tus muy acertados comentarios, no supe que hacer, estaba tan admirado que tuve que levantarme y salir al balcón a ver el panorama exterior para ordenar mis aturdidos pensamientos.
Ahora más calmado paso a iniciar mi epístola después de leer y releer tus escritos. Si, amigo y compañero, repito amigo y compañero, no son elogios a una persona que me hiciera bien, no, es a una persona que estuvo conmigo en aquel pasado tiempo de los años cincuenta, cuando hemos pateado todas las cubiertas de aquella galera.

Sus palos y vergas conocían muy bien los pies de todos nosotros, sabían a que tripulante pertenecían, y los flechastes también conocían demasiado bien nuestros encallecidos pies, sabían las veces que los pisábamos al día, a la semana, al mes y al año, sin faltar un solo día, sabían los flechastes cuanto pesábamos todos y cada uno de nosotros, y conocían también los dedos de nuestras manos, sabían la fuerza y rapidez con que nos cogíamos a ellos y los soltábamos.

Y las cubiertas, cada mañana sabia quienes estábamos de guardia, por la manera de manejar las escobas de brezo, los bruses, y hasta toda la arboladura conocían nuestras voces, nuestras risas y nuestras discusiones de los unos y los otros.
Bueno ¿ y que diremos de nosotros mismos, que pertenecíamos a este conglomerado de elementos envueltos en un casco de acero pintado de blanco y verde en la parte viva llamado barco, y su verdadero nombre de pila llamado Galatea?.
Bueno sólamente cabe decir que los unos sin los otros no tendríamos vida, todos éramos para todos, así de sencillo, no hay más misterios. Que fueron duros tiempos ? ¿quien lo duda?.

Por eso todos estamos unidos en nuestras mentes, cuando digo todos, son los presentes y los que partieron para más allá de las estrellas, que siguen presente en nuestras conversaciones y nuestras mentes.
Así es mis queridos amigos y compañeros, pasarán los días, meses y años, pero eso no hay quien lo borre de nuestras mentes Continúa…...
17 febrero 2014


Castrillon dijo…  

Sigue…
Hola de nuevo Ureña y demás compañeros y amigos, ¿quien habla de paginas de gloria de unas navegaciones vistas a nivel de la cubierta de un buque a vela?. Pues no hay ninguna de esas páginas para ningún miembro de aquella dotación del Galatea que perteneciera a la cubierta y al castillo, ¿ para y porqué ?. 


Esas palabras no existen para los de están a ras de cubierta, ni lo deseamos, nosotros formamos nuestras propias aventuras y desventuras, tanto en la mar como en puerto, nosotros éramos los protagonistas, directores y actores, jueces de nosotros mismos, para ensalzar y alabar a nuestros propios compañeros, pelearnos cuando nos provocábamos, reír cuando nos hacían gracia nuestros compañeros, la convivencia entre todos era muy buena, aunque de vez en cuando tuviéramos que resolver algún asunto con las manos, pero eso muy pronto nos olvidábamos de ello, no había rencores entre nosotros, pero sí ayuda mutua, ¿ para que queríamos intervenciones superiores que estaban al margen de nuestra singular vida cotidiana ?.

Esas " páginas gloriosas " no nos corresponden a nosotros, somos nosotros mismos los que nos juzgábamos y nos basta, lo otro corresponden a los altos mandos, la cubierta y los palos eran nuestros, nuestro campo de actividades, no teníamos falta de que nos ensalzara nadie.
Y de esas dotaciones se nutrió a los buques de la flota, que tan bien desempeñamos todos nuestras funciones de maniobras, no había secretos en los cables, las estachas en las cubiertas, en el puente, en señales ni en los botes tanto a vela como a motor.
Ahí fue donde hemos sido muy bien acogidos y admirados, éramos los amos de las cubiertas.

Bueno amigos y compañeros, ! no ¡ no somos héroes ni gloriosos, no nos hacia falta alguna, solamente éramos eso, Cabos de Maniobras, que teníamos soluciones para cualquier cosa en el buque. Los gloriosos están en los campos de batalla.
No quiero seguir más por que tengo algún tema pendiente, ya sabéis las cubiertas, los puentes los castillos y los palos son nuestros. Un muy fuerte abrazo a todosssssssssss.  

17 febrero 2014

Castrillon dijo… 

Hola de nuevo, hace ya tiempo he contado lo que me ocurrió hace muchísimos años, sobre los cincuenta, cuando estaba yo destinado en el destructor Velasco en Baleares, y que en un regreso a bordo después de un permiso de verano, iba en el tren, aquellos trenes de vapor y asientos de madera, paraba en todas las estaciones, hacia un calor asfixiante, y encina el calor del vapor de la maquina y el humo, era insoportable.
Iban pasando las horas y en las estaciones siempre había alguien con unas cestas de bocadillos que vendían a un precio de dos o tres pesetas.

Yo, no tenía cambio, tenía un billete de quinientas pesetas, pero no podía adquirir ningún bocadillo debido a que no tenia dinero suelto. Así de estación en estación, me dirigía a mi asiento, junto a la ventanilla, frente a mi había una señora que me observaba sin decirme nada pero, ya cuando parecía que yo estaba muy desanimado, ella cogió su cesta y saco un bocadillo de tortilla y me lo dio, yo quedé un tanto parado, le dije cuanto tenía que darle, a lo que, muy despacio y muy serenamente me dice, "nada, solamente que cuando usted, vea a alguien necesitado y pueda ayudarlo hágalo". Yo, después de esta respuesta quede más perplejo y pensativo, y le dije que si. No nos hemos hablado nada durante el viaje, más esta fue la escueta acción en una larga travesía, y todavía recuerdo aquel sereno y augusto rostro de aquella señora, era catalana, en mi mente dije para mi, ¡gracias señora!.

Bien, por que cuento esto otra vez, bueno hace tres días, el viernes pasado, me encontré con una señora de noventa y cinco años, yo la conocía por que vive en la misma calle que la mía, cuando la vi, me para y me saluda muy efusivamente, y me dice: Jose María, haz todo el bien que puedas a los que no puedan pagártelo, y me dio un beso y seguimos nuestros caminos, esta señora es catalana, de repente me paro y pienso en lo que me dijo, rápidamente empecé a rebobinar en el tiempo hasta que, llegué a lo que me recomendó la señora catalana en el tren aquel lejanísimo día.
Quedé bastante tiempo muy pensativo, ¿que coincidencia, las dos señoras catalanas y con el mismo mensaje.?
Ahí queda la incógnita, desde aquel entonces siempre tuve muy buen concepto de las señoras catalanas y se repite en estas fecha.


Un muy fuerte abrazo a todossssss, Uereñaaaa, Meizosooo, Miguel, Manuel, y todos los que se asoman a estas paginas . a todos gracias, Arminiooooooooo, no creas que me olvido de ti, noooooo me olvido, formas parte nuestra.  

17 febrero 2014
 
Manuel Carrasco Rubio dijo…   
Gerardo: Entiendo que tan extensa clara exposición de vuestras vivencias galateanas, es un exponente de recuperación mental y física. Estupenda noticia.
Arminio: Gracias por tu aclaración, pero como, por su estado, el destino del Minerva del Minerva fue de pontón y el Galatea sirvió de buque escuela para los guardiamarinas hasta que entró Elcano en servicio, tenía que haberlo nombrado al menos como precursor del mismo el el documental que he visto. Pero, como todos decís, parece un empeño general olvidar a las magnificas dotaciones que fuisteis. Claro, la "vil canalla de proa". Otra injusticia más a sumar a las diferencias clasistas.Un saludo a todos. 

17 febrero 2014

Miguel Gómez dijo…
 

Hola a todos, que el día les sea propicio.
Es evidente que el Galatea ha vuelto a arriar velas y se ha puesto a navegar, después de algún tiempo de letargo, gracias a esta inquieta dotación, que es un lujo pertenecer a ella, a la que admiro profundamente.

He leído un montón de comentarios, escritos por mentes privilegiadas que muchos escritores de renombre les gustarían poseerlas, pero, no, solo para que sean disfrutadas por los amantes del Galatea y seguidores de este blog.

Ante todo quisiera referirme al comentario de Manuel Carrasco, el que hace referencia a Gerardo Ureña, en su recuperación física y mental, pues tengo que decir que desafortunadamente no es como todos deseábamos, ayer día 17 tuvo que ser hospitalizado, también es cierto que yo estuve hablando con él, vía teléfono y no me dio la sensación de que estuviera muy mal, puede que le escuchara mejor que días a tras, hasta hubieron carcajadas, pero si los doctores han decidido su hospitalización deben tener sus motivos, lo que si me dijo fue que le relevara en el timón, a lo que le conteste que lo haría de forma temporal, esperamos su pronta recuperación para volver a la normalidad.

Con respecto a lo que habéis comentado las diferencias entre Elcano y nuestro Galatea, creo que es evidente y notable, yo particularmente por aquellos años siempre oía que la estampa del Galatea era muy superior a la de Elcano, esto se debería clavar en el orgullo de los del cuerpo general (los de la coca) y es que la envidia hace estragos, no podía ser que el buque escuela para formar especialistas de maniobra y subalternos fuese más bello y tuviese más tirón de popularidad que el que era para la formación de futuros oficiales, debiera molestar y había que acabar con él, y más o menos eso es lo que sucedió.

Primero atracarlo a un muelle, para que no exhibiera su majestuosidad por esos mares de dios, segundo abandonarle hasta sepultarle y por último deshacerse de él, pero lo que desconocían es que aún quedaban muchos hombres, que amaban a ese buque y que lo llevaban muy adentro, y han sido capaces de rescatarle y ponerle a flote aunque solo sea virtualmente.

Hablando de los de la coca, cuando yo estaba en la dotación del C. Méndez Núñez allá por el año 1960 estando atracado en Porto Pi, lo hicieron escuela teórica de dragaminas, venían los alférez de fragata de Marín, hacían las clases prácticas en lo dragaminas y las teóricas en el ya mencionado Méndez, algunos de estos alférez de fragata eran auténticos chuletas, con muchos aires de superioridad, era indigno ver como niños que acababan de graduarse, hacían cuadrarse a los suboficiales aun con la categorías de Mayor, es cierto que no todos eran iguales, pero abundaban estos tipejos, eso también lo tuve en cuenta a la hora de decidir mi licenciamiento.

Con mis mejores deseos, saludos para todos, no olviden de ser felices.
18 febrero 2014 

Castrillon dijo… 
Hola a todos, me está preocupando mucho, la ausencia de Ureña motivada por su salud, yo todavía lo veía con aquellos ojos de nuestro tiempo de jóvenes, en el año 1.955, cuando el embarcó en el Galatea a formar parte de nuestra dotación, ¡que jóvenes éramos! nos distraíamos con cualquier cosa sobre la cubierta cuando estábamos libres, los unos con los otros, si, siempre veo a aquel Ureña de nuestra temprana edad, todavía no soy capaz de verlo ya anciano, por la sencilla razón de que no lo he vuelto a ver desde el año 1.956 en verano, fecha en que yo desembarqué del Galatea de Cabo segundo, destinado para los barcos de guerra, hace la friolera distancia en el tiempo de CINCUENTA Y SEIS AÑOS, y todavía no nos hemos visto, es por lo que estamos los dos todavía muy jóvenes en nuestras retinas.

!Claro que me afecta mucho su estado de salud,¡ porqué, no somos compañeros ni amigos de Internet, no, fuimos amigos y compañeros personalmente en aquella Galera, cuando entró por primera vez en contacto con nosotros en el blog, no sabéis la alegría que me dio por poco rompo el ratón del fuerte golpe que di en la mesa, ¡ por fin un compañero! el Valencia, después de medio siglo largo, sin saber de él.
Así que, si puedes leer este escrito Ureña, !!! anímateeeeeee ¡¡¡¡¡ y yo por mi parte elevaré mis oraciones a Aqué que l nos protegió en la mar, al cual dirigíamos nuestra oración en los atardeceres formados en la banda de babor todos los días. !!!!!!! Animo Ureñaaaaaaaaaaa¡¡¡¡¡¡¡¡, te esperamos.
Recibe un muy fuerte abrazo de todos tus amigos y compañeros del blog, y Miguel ya tiene ganas de dejar el timón, así que espabila amigo, te esperamos...  

18 febrero 2014

Manuel Carrasco Rubio dijo…  
Ante todo mi ferviente deseo de que Gerardo recupere su salud y nos ilustre y entretenga con sus comentarios.
Miguel: ¡Que coincidencia!. Esa actitud de algunos "de la coca" me dio la "puntilla" para abandonar la Marina, que tanto quise y que aún añoro.
Curiosamente, en mi caso no lucía coca, era un teniente el habilitado del barco, que lo obligaron a dirigirnos en gimnasia matinal en el muelle de Cartagena y el hombre estaría "encabronado". A esa temprana hora (fue temporal), antes del desayuno a mi me daban nauseas y la tomó conmigo creyendo que fingía. Estuve a punto de un enfrentamiento personal. Fue una pena, porque en general, como he comentado en otras ocasiones, el trato que tuvimos en mi buque fue magnífico. Aún conservo una foto de una Nochevieja a bordo, en Cartagena, con un alférez de fragata y otro de navío que se sumaron a nuestra fiesta.

Con muchos tuve muy buena relación. Pero esos chuletas, como bien los calificas y añadiría petulantes, fueron negativos. Siempre he dicho que una cosa es la disciplina, que existe y debe existir en la vida militar y otra la crueldad y el comportamiento despectivo hacia los subordinados. Actitud que despierta odio y no respeto.
Esto no es más que una simple anécdota. Lo importante ahora es la recuperación de Gerardo. Por favor: vosotros, quienes estáis en contacto telefónico, comentar su evolución. No me parece oportuno dirigirme a él en estos momentos, por correo electrónico, o emilios, como se llaman. Cordiales saludos.
18 febrero 2014 


Miguel Gómez dijo…  

Buenos vientos, para todos los cooperantes de este blog, tanto escritores como lectores, continua siendo para mí un verdadero placer, abrir este espacio, aunque últimamente esté un poco desierto por parte de los que hasta ahora lo han alimentado, con sus relatos a tipo de comentarios, esperemos que estos afluentes sigan aportando aguas a sus ríos y estos desemboquen en el mar, para seguir teniendo ese nivel necesario donde pueda navegar nuestro viejo velero.

Ante todo paso a informar de la situación de salud de nuestro compañero y amigo Gerardo, hasta el momento he estado en contacto con él, deduzco que su mejoría es progresiva, que en estos momentos debe de estar a punto de abandonar el hospital, según me comentó ayer era muy posible que hoy lo enviaran para casa, sin duda de que su mejoría es evidente, lo que no sé es si estará lo suficientemente acto para hacer algún comentario en este espacio momentáneamente, esperemos acontecimientos positivos.

Con respeto a este espacio en blanco durante un buen número de días, quiero decir que a mí me enseñaron en la marina que los de más alta graduación siempre serian los primeros, puesto que yo soy un simple ordenanza debería ser el último en escribir, pero en vista de que los de los galones no lo hacen, me he tomado la libertad de hacerlo aun sabiendo a lo que me estoy exponiendo, espero pasar desapercibido y que no caiga alguna guardia extra o baldeo.

Recuerdo que en el Galatea todos los botes eran de remos, solo había uno a motor creo que era un motor vorway o algo parecido, en este bote era donde hacíamos practicas de atraque, estas prácticas solo se hacían en puerto, que por cierto muy escasas por estar siempre navegando, para arrancar el motor de dicho bote era todo un espectáculo, esto lo hacia un cabo mecánico, tenía que encender unas mechas e introducirlas en los dispositivos que tenía en cada pistón, acto seguido y muy a prisa darle vueltas a la manivela, que por cierto en muchas ocasiones había que repetir la misma operación porque no arrancaba, ese cabo las pasaba canutas para encender aquel viejo motor, la diferencia de los botes que más tarde estuve manejando en los barcos de guerra era abismal, las siguientes promociones ya en tierra supongo que tendrían mejor material que lo tuvimos nosotros.

Deseando lo mejor para todos, mis afectuosos saludos.
PD. A ver si hay alguna posibilidad de que no seamos tan perezosos. 
 

26 febrero 2014

Arminio dijo… 

Una excelente noticia amigo Miguel, gracias por la perseverancia que tienes con todo, gracias a ti hemos estado al día de la saludo de nuestro querido Ureña.

En cuanto a los botes, he de decir que en mi paso por el Galatea, había un bote a motor o Lepanto, como así se llamaba. También disponían de alguna Zodiac, para hacer también prácticas con ellas. Estos botes neumáticos maniobraban muy bien y enseguida respondían al timón, era cosa de un instante y claro no digamos del atraque, se hacía con la gorra. Luego estaban los botes que todos conocemos a los que se le arbolaban con dos palos para realizar prácticas de vela por la Ría, aunque alguna vez y fuera de horario, sobre todo los días de fiesta, nos dejaban a nosotros solos hacer prácticas con ellos, pero muchas veces tenían que ir a remolcarnos puyes éramos incapaces de regresar a vela al Galatea.

Bueno un saludo para todos y ánimo, como dice Miguel: buenos vientos para todos los cooperantes de este blog y para todos los que nos visita.  

26 febrero 2014 

Manuel Carrasco Rubio dijo… 
Alegría por la noticia de mejoría de Gerardo Ureña.
Aprovechando que aquí es festivo el viernes vamos a darnos una "vuelta" por Marruecos. Hasta el regreso.  

26 febrero 2014
 

Zuaza dijo…  
Hola Arminio me llamo Miguel Zuaza, si llegaste a la Escuela de Maniobra el 1 de Septiembre de 1974, entonces somos curso. Que tiempos aquellos, las navegaciones en el Intrépido, la guardias de cubierta, los trozos de alba, el T.N. Cartelle Pena, toda una institución en la Escuela
de Maniobra, del cual podemos hablar y no parar en mucho tiempo.
He visto fotos de algunos compañeros de curso y son muchos los recuerdos que se me vienen a la mente Un saludo compañero. 

01 marzo 2014

Arminio dijo…  

Claro que me acuerdo de tu apellido, lo que no recuerdo muy buen es tu la cara, aunque creo que si me mandas una foto enseguida ordenaré en mi cabeza los puzles del rompecabezas que tengo en ella, tratando de recuperar a la promoción.
En la página imágenes del buque escuela Galatea IV tenemos ya casi toda la promoción en la entrega de despachos de cabos primeros, pero lo que si me gustaría sería conseguir la promoción completa, con el Pinguin y con alguno más, en alguna foto que espero nos haga llegar algún compañero.

Bueno pues me das una alegría y como ves estamos nosotros y la promoción emblemática de los años 50, que gracias a ellos hemos podido recomponer las navegaciones del Galatea. Y ya de paso te pongo al corriente que en breve saldrá un nuevo libro titulado "El Velero Galatea" con casi 500 páginas. En él se describe nuestra vida a bordo con los momentos en Capitanía, en el Intrépido, en aquel submarino donde estuvimos todo el día incluso en inmersión, y la vida de aquellos jóvenes que navegaron a bordo.

Espero que si tienes, me mandes alguna foto del Galatea y de ti, para ponerla en el blog y así tenerte en mi cabeza como me gustaría. Te mando los correos: bitacora12@yahoo.es ó  bitacora12@hotmail.com. 

Bueno curso no te desligues mucho de este blog que es de todos, y danos una alegría de vez en cuando con tus comentarios. Un abrazo. 
01 marzo 2014  

Arminio dijo…  
¡Que alegría Gerardo! cuanta ausencia y preocupación estos días casi vacíos sin tu presencia, aunque sabíamos de ti por Miguel, no era lo mismo y por otro lado no nos atrevíamos a molestar, pero gracias a Dios, el timonel del Galatea está de nuevo en su puesto, y el héroe de la riada de Valencia también, que son la misma persona.
Bueno Gerardo llevo una semana con unos altibajos grandes pero tu llegada me ha dado de nuevo el optimismo. Como sabrás yo toco la guitarra, toco flamenco y clásica desde casi los 12 años, y un mentor y buque insignia para mi ha sido siempre Paco de Lucía. Pues ya sabes la triste noticia, algo se me ha roto por dentro, pero con tu presencia de nuevo, ya todo se recoloca poco a poco en mi cabeza. Un abrazo muy fuerte Gerardo y despacito y buena letra.  

31 marzo 2014

Castrillon dijo…  

!!!!!!!! Holaaa Ureñaaaa¡¡¡¡¡¡ mira, no te das una idea de la alegría que recibi cuando al abrir el blog y leer los comentarios, ( como de costumbre ) veo tu nombre y escrito, se me abrieron los ojos como dos sartenes grandes, ¡¡¡ por fin !!!! nuestro amigo y compañero Ureña en casa, y encima escribiendo en el blog.

Mira Ureña, gracias a Miguel que todos los días nos daba noticias tuyas telefónicamente y también por Facebook, pero ahora eres tú personalmente, gracias a Dios que te has puesto otra vez en contacto con tus amigos.
No tenía ganas de escribir por que tengo sueño, pero no me pude contener.
 

Muyyyyy bienvenido Ureñaaaaaa ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ te deseamos tu pronta recuperación y seguiremos elevando nuestra oración por ti.
Recibe un muy fuerte abrazoooooooooooo, y a todos vosotros, Arminio, Miguel,Carrasco y demás visitantes del blog, y Meizoso no creas que escapas a nuestros pensamientos, siempre te tenemos presente.  

01 marzo 2014