Este blog ha sido el que siempre ha almacenado los comentarios del Galatea y contiene todos los realizados en la página web "Buque Escuela de Maniobra Galatea". En él se encuentran los publicados desde 2010 hasta finales de 2014.
A partir de diciembre del año 2014, los nuevos comentarios se van almacenando en el nuevo blog titulado: El Galatea y sus Comentarios. Gracias a todos por visitar esta página.


Comentarios del Galatea 2012.V


Castrillón dijo...
Hola Ureña, he leído, con sumo interés tus escritos, que, como siempre son muy buenos de interpretar, y llegar a nuestro interior sin falta de analizar gran cosa, por la claridad con la que escribes.
Bien, tu dices,"""¿ qué tiene el Galatea que nos ha echo tan especiales"""?
Pero, tu mismo das la respuesta a continuación, por la vida tan dura que nos dio a todos, y dentro de esa dureza, por parte de los trabajos del propio buque en sus navegaciones y todo lo que conlleva el navegar a velas con tempestades, y pasando hambre, frío, sed, sueño etc. y por si faltaba algo a nuestro favor, los mandos, los contramaestres que nos tutelaban eran unos tiranos con nosotros.

¿Dónde y con quien nos íbamos a confiar nosotros? no teníamos a nadie, nada más que a nuestros compañeros de penalidades y trabajos, sí, nosotros mismos nos lamentábamos los unos con los otros, éramos los que más nos comprendíamos, y no hacían falta muchas palabras para saber perfectamente nuestro estado de ánimo.!!Ahí¡¡ es donde forjamos una estrecha, larguísima y prolongada amistad que, a pesar del tiempo transcurrido (más de medio siglo) todavía sigue viva en nuestro interior, y bien que nos acordamos los unos de los otros, de nuestras andanzas, por aquel entramado de cabos, cables, lonas, palos, y por la cubierta de aquel buque Escuela de Maniobra GALATEA.

Claro que también nos acordamos de nuestros contramaestres, ya que formaban parte de nosotros, por tenerlos siempre presentes, con sus silbatos punzando nuestras costillas, con rebenques en la mano para medir nuestras espaldas, o sus ligeras manos para darnos un buen bofetón, o castigarnos en lo alto de las gavias o juanetes, que a veces se olvidaban de nosotros. ¿Cómo no nos vamos a acordar de ellos?.
Bueno, Ureña, espero haberte refrescado la memoria algo, aunque tienes una memoria de cien elefantes.
Que no crea nadie que estoy exagerando algo, !!!nooo¡¡¡ me quedo un poco corto.
Bueno nos alegramos muchísimo de ver tus escritos, ya que indica tu estado de salud y ánimo.
Saludos a todosss y recibir un muy cordial saludo y un muy fuerte abrazo.

30 octubre 2012

Arminio dijo...
Buenas noches a todos, Castrillón Ureña, Miguel, me complace enormemente tener tan buena dotación como compañeros en este legendario Galatea. No se si os ha llegado los enlaces del nuevo blog de comentarios, al menos os he enviado la invitación para verlo, ya que de momento permanece oculto a los ojos de todos los que quieran visitarlo, a no ser que soliciten hacerlo, es cosa de los visitantes y son ellos los que deciden.
Bueno estos días ando un poco liado y tengo poco tiempo de estar en esta cubierta, pero siempre estoy ojo avizor, para los temas de los blog.
Un abrazo a todos y a los que nos leen les invito a escribir.

30 octubre 2012

Miguel Gómez dijo...
Cada vez que entro en este espacio siento esa sensación de paz y armonía que me trasporta volando a aquellos años de juventud, puede que sea producida por vuestros comentarios, también los míos que tanta referencia hacemos a ellos, aún con el paso de tanto tiempo están muy presentes, y seguro que estarán mientras tengamos uso de razón, porque lo cierto es que ya nosotros somos un tanto veteranos, pero aún así podemos decir que algunos fuimos casi de los últimos navegantes de aquel precioso velero.
Es cierto que pasamos muchas calamidades de toda índole, un derrotista diría momentos malos y momentos peores, pero no es menos cierto que también los hubieron, de buenos a mejores y con esto último es con lo que nos hemos quedado, los malos fueron barridos por las olas de un fuerte temporal que se los llevó, al menos en nuestras mentes parece que los buenos ganaron la batalla.

A ver señores navegantes, os acordáis de aquellos menús del día que ponían de primer plato potaje de arroz con judías, de segundo bistec ruso, que nosotros le llamábamos bistec sintético, ya que era lo más parecido a la suela de un zapato, aunque para mí no estaba malo, se trataba de un bistec empanado, muy delgado pero que la carne no se veía por ninguna parte. Estos ya venían congelados, pues cuando hacíamos provisión de víveres en Ferrol formábamos una cadena humana desde el camión hasta las cámaras frigoríficas, había que entrarlos muy a prisa, igual que todo lo que venía congelado.

 También puede que os acordéis de aquellos fritos que a veces nos daban como segundo plato, que se trataba de una masa de harina frita con azúcar por encima, que no se si alimentaba pero sí que llenaba el estomago.
Por ahora creo que vamos a dar este comentario como acabado, otro día seguiremos tratando lo que nos venga a la mente, deseando lo mejor para todos, ah no se olviden de ser felices saludos. Paz y Bien.

01 noviembre 2012

Castrillón dijo...
Hola Miguel, has tocado un tema que ya tenía casi olvidado, y que de lo malo que era no me interesaba recordarlo, pero bueno, ahí está.
Vosotros tuvisteis algo más suerte que nosotros, date cuenta que del año 53 al 57 hay una diferencia de cuatro años, en los tres primeros años de estos cuatro, hay una grandísima diferencia en la alimentación.
A nosotros nos tocó lo peor, sólamente, cuando era fiesta, nos daban ROPA VIEJA, eso si que nos gustaba, aunque los garbanzos estaban tan duros como canicas de acero, pero bueno tenía otros ingredientes que no eran muy buenos, pero para nosotros eran especiales.
Uno de los ""buenìsimos"" platos eran aquellos bistec sintéticos que nos daban de pascua en ramos, no había ser humano que hincara el diente, pero ya sabes, "a pan duro diente agudo", sí dábamos buena cuenta de ellos.

Y los huevos fritos, también los teníamos un poco en estima, pero el resto para de contar. Bueno, bueno, se me olvidó la sopa de ajo que nos daban a media noche, a los entrantes de media, y ahí en cubierta a oscuras, como siempre, los devorábamos a los pies de los palos, antes de que tuviéramos que hacer maniobra u otras faenas marineras.
Bueno, ya he dicho en anteriores comentarios que muchos veces, teníamos que arrojar al agua algunos alimentos por estar éstos malos por que ya estaban en muy mal estado, así como carnes, alubias, garbanzos y otros alimentos, que teníamos que sacarlos a orear al castillo.
Lo peor era, cuando ya después de una larga navegación y estaba finalizando el viaje con destino a Ferrol, en esos momentos escaseaban los alimentos que se conservaban en buenas condiciones de ser preparados.
Aunque los cocineros se esmeraban por idear nuevos menús con aquella escasez de provisiones, era casi imposible, como por ejemplo, el maestro Capilla ideó hacer tortilla de garbanzos, a la cual la llamabamos "Tortilla Pegaso" no había quien la comiera, bueno, esto formaba parte del paisaje de nuestras necesidades, asi, que no te quejes tanto Miguel, ya que cuando embarcaste parece que se había modernizado algo esa situación.

Bueno, !!!!!! UREÑÑÑÑAAAAAAAAAAAA¡¡¡¡¡ ¿ Que tal sigues, esparamos que te vayas recuperando lento, pero seguro. Sin más por ahora solamente recuerdarle a Miguel la deuda que tiene conmigo y, que es veinte mil barriletes, todavía estoy esperando que me los envie por correo.
Recibir todos un muy cordial saludo y un muy fuerte abrazo.

 01 noviembre 2012

Arminio dijo...
Recuerdo que un día de tantos, se puso un Lepanto amarrado a la escala del tangón para facilitar le traslado a Ferrol de los que quisiesen salir de franco paseo a Mugardos. Creo que se hizo por unos días ya que se interrumpió el autobús que hacia el recorrido Ferrol - La Graña. Bueno, no se cual fue el motivo, pero durante un par de días se nos llevaba directamente a través de la Ría.
Vestíamos de azul con chaquetón y de esa manera teníamos que pasar por el tangón para embarcar en el bote a motor que nos esperaba amarrado a la escala de gato que pendía del extremo del referido artefacto digno de equilibristas.


Como quiera que fuese, entre cada toque de salida de francos, el quitamiedos aparecía desazocado, de tal manera que se desplazaba casi medio metro de un lado a otro, cuando ponías la mano para mantener el equilibrio.
Como la mar estaba algo más revuelta de lo normal, las embarcaciones al ser movidas por el pequeño pero inquieto oleaje, movian el tangón de un lado a otro, por lo que a río revuelto ganancia de pescadores. Y nunca mejor dicho, pues todos bien vestidos y en fila, esperábamos en cubierta cerca de los lavaderos par a ir embarcando de uno en uno y los que esperaban abajo, movían la escala con la intención de zarandear el fino pasillo por el que caminábamos.

En cada brusco movimiento alguno caía al agua y en cada salida de paseo siempre tenía que volver algún desaprensivo que previamente había sido rescatado con el bichero de las grises aguas que bañaban el casco del Galatea.
La juerga de los bromistas era total, todo lo contrario al mal humor de los incautos bañistas que regresaban empapados, con la cartera de la mano y la ropa preparada para secar en el castillo, oreada del frío vuento ferrolano.
Desde aquel día siempre que me tocaba pasar por el tangón o al caer la noche, me dió la manía de fijarme siempre en el quitamiedos, y no ser porqué razón pero siempre aparecía en banda, por lo que durante un tiempo siempre lo desamarraba y lo volvía a amarrar tan tenso y fuerte que parecía una cuerda de guitarra.

Bueno Miguel, Ureña, Castrillón, a vosotros os hacían esas bromas, pues el que iba bien limpio, con la cartera bien guardada para pasar el día, y había conseguido pasar con éxtito la revista previa a la salida, se tenía que conformar con quedarse a comer en el Galatea. Saludos.

02 noviembre 2012

Miguel Gómez dijo...
Hola a todos los tertulianos que componen este blog, así como a sus seguidores, que con un silencio sepulcral esperan nuestros comentarios para devorarlos, mi gratitud para todos ellos y les ruego que continúen haciéndolo como hasta ahora, ya que eso nos anima a seguir rebuscando en nuestras mentes recuerdos de aquel viejo velero.

Arminio, en el tangón siempre han habido graciosos, que han hecho esas bromas a las que tú te refieres, también he presenciado alguna caída de él al agua, pero esto lo hacían desde cubierta haciendo vibrar uno de los dos vientos que poseía, aunque en este caso yo puede que tuviera suerte, nunca caí del ya mencionado tangón, de todas formas nosotros poco usábamos esta forma de embarcar en los botes, al estar casi siempre navegando, sólo en puerto y casi siempre cuando hacíamos guardia de botes, también teníamos algunas dificultades, ya que al estar en puerto había que estar calzados con botas, y eso nos hacía perder el tacto para hacer equilibrios sobre un artefacto de madera largo y estrecho, lo nuestro era andar descalzo por cualquier tipo de arboladura, que se nos daba muy bien.

Gerardo también debe recordar aquellos viajes por los trópicos, sobre todo los días festivos, después de la misa que se repartían el periódico que se confeccionaba a bordo que se llamaba “ PORTILLO AL MUNDO” los que no estábamos de guardia nos tumbábamos en el castillo para leerlo, los primeros que llagaban ocupaban el chinchorro del bauprés, que era el lugar preferido para todos, donde mejor se estaba, se ponía la música a todo volumen, recuerdo que se pinchaban discos de el trío calavera pero sobre todo los de Gloria Lasso, esos días era un placer navegar en un velero, con aquella música y viendo la majestuosidad de nuestro Galatea, con todas sus velas al viento, era impresionante, son esos momentos los que más recordamos y borran de nuestras mentes los otros calamitosos, que también existieron y en abundancia, de cualquier manera, aquel precioso velero dejo una bonita huella en nuestros corazones , por cierto bendita sea ya que es imborrable y nos agrada recordarle constantemente.
Con mis más sinceros deseos, quisiera saludar a todas las personas que de cualquier forma se acerca a este espacio, tanto escritores como lectores que tengan un feliz día. Paz y Bien.

04 noviembre 2012

Gerardo Ureña Massa dijo...
COSAS SUELTAS DE NUESTRAS VIVENCIAS Y UNA PREGUNTA A CASTRILLON.
Buenos días compañeros: Hoy desearía hacerle una pregunta a José Mª.
Hace ya muchos años, tantos que es difícil recordar, el que suscribe, era un mozalbete que podía presumir de barbilampiño. ¿Sería 1955?
Pues, podría ser, sí, seguro que fué ese año.

Por esas fechas, este chavalín, embarcó en un bonito velero de la Armada Española, bonito por fuera, dentro un calvario. Los contramaestres, salvo honrosas excepciones, eran unos tiranos. Y los teníamos de todos los tamaños. Había uno con bigotito, natural de León y de nombre Inocencio Pérez, un tanto presumido él, y muy cuidadoso de su aseo como persona. Pues bien, el tal Inocencio (que de inocente no tenía nada)era más malo que el Capitán Blay, de la Bounti, (espero que esté bien, el inglés no lo domino)
Un día de tantos, estaba de oficial de guardia el teniente de navío Sánchez Monge, y de contramaestre el "malo" de Inocencio.

Este último fué llamado por el oficial, y los que andábamos cerca pudimos oír como Sánchez Monge le decia a Inocencio. "No me gustan los suboficiales aduladores". Este oficial era muy serio, pero yo personalmente no le recuerdo ninguna mala acción.
Inocencio se encendió de rabia contenida, tragó saliva y se la envainó haciendo mutis por el foro. Por si no fuera suficiente con estos suboficiales, teníamos más por que sufrir.

Estábamos invadidos por las ratas, las chinches, los piojos, las ladillas y las "curianas",(cucaracha rubia de cafeteras) estas abundaban sin ningún tipo de rubor. Había tantas, que solían invadir las taquillas. Yo particularmente, y muchos más, no solíamos lavar nuestras cucharas, pues la media barra de pan, que guardábamos para la cena, sevía para limpiar la cuchara. La introducíamos a presión en el medio chusco y, al abrir la taquilla para rescatar el pan, éste estaba invadido por las "curianas". Solíamos sacudir el medio chusco, comprobar que no quedaban ninguna de estas "amigas" y sentarse a cenar.
A esto, hay que añadir, (como ha dicho José Mª., cientos de veces) el frío, el calor, los vientos, o (los aires, ja, ja,) el hambre, la falta de agua dulce para el aseo personal, y el trato despiadado e inhumano de nuestros mandos.
Bueno, ahora biene la pregunta.

José Mª¿Recuerdas a D. Manuel Fontanilla, condestable de cargo del Galatea.? Este "sargento" tenía a su cargo el pañol de pinturas, y como muy bien ha dicho algún compañero, el que vendía los candados. Candados que le proporcionaban pingües beneficios, pues este hombre, ( y esta es mi opinión,) no solía dar puntada sin hilo.

04 noviembre 2012

Castrillon dijo...
¡¡¡¡¡¡¡ Hola UREÑAAAAAAAAAA!!!!!!!!!! gracias a Dios que te vemos con bastante buen humor y, parece que te recuperas rápidamente.
¡¡¡Claro que me recuerdo de don Inocencio, ya lo creo!!!!!!, ¿ qué quieres que te diga, que era buena persona? jamás puedo decirte eso, ya que todos eran unos PIRATAS, y todos tenían los mismos males modales hacia nosotros, aunque alguna vez se reían con nosotros.

Formaban parte de nuestras vida a bordo, eran unos tiranos, yo, como muchos más compañeros, después de haber dejado algun puerto y en las largas navegaciones cuando se nos terminaba el tabaco, solíamos pedir algun pitillo al más próximo a nosotros, !!bueno, buena cosa hacíamos¡¡ nos hacian bailar con las manos apolladas en la cubierta y el cuerpo y las piernas para arriba, como si fuéramos del circo, a pesar de nuestros esfuerzos, algunas veces lo conseguíamos pero otras nada.
Cuando nos salía bien nos decían que estaba muy mal, así no nos daban ningun pitillo, además se partían de risa, claro nosotros aprovechábamos esa ocasión para decirles lo que tanto deseábamos, no les parecia mal.

¿Que si recuerdo a don Manuel Fontanilla ? ¡¡¡ hombreee!!! el conde fan era mi adversario silencioso, nos medíamos las fuerzas muy disimulandamente, !! si¡¡ me tuvo muchísimas veces castigado, desde un buen bofetón por llamarle "conde fan" hasta ponernos de castigo por las noches en los juanetes durante horas, pero eran muy bien merecido, pues no sabía él como doblegarme.
¿Que era buen artillero ? claro que sí, eso no quita que estuviéramos siempre con el hacha de guerra en alto, claro que siempre salía yo perdiendo, por lo de los castigos, pero para mi moral, yo era el ganador.
Bueno Ureñññaaa, ya sabes que nos alegramos mucho de tu vuelta a la tertulia del puerto.
Miguel no te olvides de los barriletes que me debes. Sin mas recibir todos un muy cordial saludo y un muy fuerte abrazo.

04 noviembre 2012

Gerardo Ureña Massa dijo...
Sigue...
Se ponía  en el castillo al entrar de arribada a alguno de los puertos visitados, a los que debíamos rendirle saludo con salvas, y recto como un D. Tancredo y más colorado que un pavo,  Mauel Fontanilla decía, "Fuego". Muchos de nosotros solíamos verle, haciendo el saludo a la voz, unas veces desde las gavias y otras desde los juanetes. Yo personalmente me solía partir de risa, al verle gesticular de esa forma tan singular y "payasera".
Bueno, aqui viene la pregunta a Castrillón. Cuando yo embarqué, entre los veteranos, se solia escuchar un comentario en contra de Manuel Fontanilla.

Hoy no lo tengo muy claro en mi memoria, pero ¿podria se en el viaje de Nueva York?. La buena cuestión, es la siguiente. Solían relatarlo de esta manera. "Sufrimos un gran temporal, pensamos que no lo contaríamos, nos entró agua hasta en los sollados, cundió el pánico, pero nos lo comíamos con muy alta dignidad. En este angustioso trance, aparece la figura de un suboficial de nombre Manuel Fontanilla y se dedicó a pedir socorro, gritando y diciendo "Hijos mios, que nos hundimos, que nos hundimos," y esto lo decia en actitud suplicante y llorando.

Debo confesar, que yo no terminé de creerlo, pensé que podría haber algo de cierto, pero no tanto. Por que a mayor abundamiento, seguían contando los veteranos, "el comandante tomó cartas en el asunto, y lo puso firmes". ¿Y por qué yo no terminé de creerlo?. Pues sencillamente me cuesta creer que este hombre continuase a bordo del Galatea, después de un acto de cobardía tan grande. Es por este motivo, que recurro a tu memoria, (pues caso de ser cierto,) creo que sería de justicia, debería publicarse en el blog.
De la misma manera, opino, que de no ser cierto, también deberia publicarse. Somos muchos los que escuchamos esta versión, y también supongo que de esos muchos, algunos ya no estarán en este valle de lágrimas, más, aún quedamos unos cuantos. Tú tienes la palabra José Mª.

Miguel, no te puedes imaginar la alegría que me ha producido lo de los "fritos". A mi me encantaban, pues como tu dices muy bien, no sé, si alimentaban, pero llenaban la "panza" un montón. Te comias dos "fritos" y te quedabas con la sensaciòn de la tripa llena. Como dice Castrillón, inventos del maestro Capilla, chiquito pero matón.
La "ropa vieja" también me gustaba, era uno de los platos que nos solían alegrar la vida. Con qué poca cosa eramos felices, solamente necesitabamos, que uno de nosotros supiera tocar un poco la armónica, y en un plis-plas ya teníamos la orquesta y el coro. Nos poníamos a cantar todo lo que nos parecia bien.

Señor capitán déjeme subir
al palo más alto, al palo
más alto de su bergantín.

Pobres marinos, pobres pedazos
de corazón, que la mar brava,
que la mar brava se los llevó.

No siento el barco, no siento el
barco que se perdió, si no el piloto,
y su dotación, etc... etc...

Y todas las que nos venían a la memoria. Se nos pasaba el tiempo en un santiamén y nos sentíamos muy felices, y eso, que en aquellos tiempos no nos daban vino. Esta era, entre otras, una manera que tenía, "la vil canalla de proa", de lamerse sus profundas heridas. Así pasaban los días y, así nos curtíamos más, cada hora, cada día, cada semana, cada mes y cada año.
Debo confesar que en esto último, estoy de acuerdo con José Mª. Los golpes, los fríos y muchas veces las injusticias, además de endurecerte, han posibilitado este tierno y hermoso recuerdo, recuerdo que permanecerá en nuestros corazones, mientras este siga bombeando.
04 noviembre 2012

Gerardo Ureña Massa dijo...
¿Alguien de vosotros recuerda a D. Vicente Costa? natural de Mallorca y de poco grato recuerdo para el que suscribe.
Este hombre tenía por costumbre, en las guardias de media, si no estabas de puesto, se ponía a hacerte cantar maniobra al pie del palo mayor. Palanquín, Briol de fuera, Briol del centro, Briol de dentro, Apagapenol y Amantillo, Driza del Juanete bajo de proa, Y Driza del Juanete Alto de proa (espero haberlo dicho bien y que no me traicione la memoria).
Pobre de aquel que se equivocara, pues el castigo era fulminante; empalmar la media con el alba, y pasabas a engordar la lista de los componentes del baldeo. Estos comportamientos los solían agradecer mucho los contramaestres del alba. Esto era una norma ya establecida entre ellos; lo que solía pasar, es que había quien tenía más tripas, y quienes eran un poquito más humanos.

Lo bien cierto es, que al castigado le habían amargado la noche. ¿Por qué?
Si tienes la media, entras de guardia a las 12 de la noche, a las 8 ya te podías acostar, pero siempre te quedabas un ratito de tertulia, o como he dicho más arriba, cantando. Quiero decir que como pronto te acostabas a las 10, a las 11:30 el corneta llama a la brigada entrante, que 10-15 minutos antes forma en cubierta, siempre en la banda de babor, y entra de guardia a las 12 en punto.
Si ese día te castigan y empalmas con la media, solamente has dormido hora y media.
A esto le tenemos que sumar el derroche extra de energías gastadas en el baldeo. Bonito, ¿verdad?
Pues esta es una de las pequeñas partes de aquella vida. Dice Castrillón que algunos nos licenciamos cuando ya habíammos pasado lo peor. Esto es muy cierto. Con los galones de cabo 2ª y destinado en un barco de la escuadra, y después de haber estado en El Galatea, la vida es muy diferente, tienes que seguir aguantando insolencias pero son más llevaderas.
Yo en el Sarmiento de Gamboa tenía 30 hombres a mi cargo. Pero cada uno es cada uno, y cada uno es su propia realidad, Yo, al igual que Miguel, solicité plaza en la mercante, y la obtuve en la Trans Mediterránea, pero el hombre propone y Dios dispone. Resulta que me enamoré de la que hoy es mi mujer, y ni Marina de guerra, ni Marina mercante.

¡Arminio, estoy contando los dias que faltan para la publicación del libro! Me tienes como soldado, contando los días que faltan para licenciarse. ¡A ver para cuando esa alegría!Bueno compañeros, mañana más. Paz y salud para todos.
04 noviembre 2012

Castrillon dijo...
!!!!!!! Hola Ureñaaaaaa¡¡¡¡¡¡, te contesto a lo del Condestable don Manuel Fontanilla, yo, si recuerdo perfectamente aquella entrada al puerto de Nueva York, entramos, un atardecer, después de pasar un muy mal temporal que llegamos tarde, o sea con un poco de retraso, que tuvo que salir un Zepelin a dar una vuelta por las afuera en la mar, para ver si nos divisaba, una vez que nos localizo dió una pasada se marchó.
Por la tarde enfilamos la bahía y pasamos cerca de la Estatua de la Libertad, todos estábamos atónitos viendo aquella mole que tenía una antorcha en su mano alzada, enfilamos al puerto de broklin, muelle 44, el bauprés entró por el tinglado deteriorándolo pues que era de madera, había mucho frio, 20º centigrados bajo cero, bueno, eran Navidades, año 1.953.

Después de estar en ese puerto salimos a la mar,y a los pocos días nos mandan un cablegrama indicándonos que nos alejaramos lo antes posible de la costa, que se acercaba un gran ciclón procedente del Canadá, buqeno, ya sabes se preparan todos los aparejos y demás maniobra para recibir ese gran temporal, ( paso por alto todos los detalles ya que esta relatados).
Cuando recibimos ese temporal fué tremendo,todos estábamos bajo el castillo, y bajo el alcázar, estaban dadas las barloas de proa a popa, eran tan fuertes los golpes de mar contra el costado de babor, que nos alarmó demasiado, pero, !!!!! nooo¡¡¡¡ ningún contramaestre, ni suboficial dio en ningún momento señales de terror, ya que nosotros, que éramos nuevos a bordo, no hacíamos más que mirar para la cara de ellos con el fin de adivinar algun signo de preocupacion.

Pero noooo lo hemos visto, y eso nosotros nos tranquilizaba bastante, y eso que sonaron alguna voces de que, en algunas planchas del costado, a la altura de la máquinas, se resentían los remaches, enseguida mandaron a revisar esas planchas, siendo negativo tal comentario, por lo que respiramos mejor, sólamente nos teníamos que preocupar por el estado de la mar al intentar cruzar la cubierta de proa a popa o a la inversa.
Pero como te digo, !!!!!! jamássss oí ese comentario ¡¡¡ y eso que estábamos todos muy atentos a las voces de los mandos para ver lo que nos decían, y el resto era silencio, esperando ver en que terminaban estos acontecimiento, que duraron tres largos e interminables días, sólamente se perdió la perra pastor alemán propiedad del segundo comandante Manuel Romero Manso.

Ahí es donde hemos visto la entereza de todos los suboficiales, y la naturalidad con que estaban, claro a parte de los arduos trabajos con las maniobras, que eran naturales a efectuar, ahí también los hemos admirado a todos, por su entereza, y fueron nuestro descanso psiquico y mental.
Eso que te contaron de Fontanilla, no es cierto, es una leyenda de muelle, ya sabes, nosotros estuvimos en medio de ellos y no nos separábamos de ellos, por lo tanto sabemos muy bien su comportamiento.
Bueno, espero que hayas comprendido perfectamente todo, también te digo que ese buen condestable no era santo de mi devoción, pero tampoco tengo que decir algo en su contra que no sea cierto.
Sin más por ahora recibe un muy cordial saludo y un muy fuerte abrazo.
04 noviembre 2012

Gerardo Ureña Massa dijo...
ILUSION
Era una linda princesa
tan bonita...como tú...
su cabello, era de oro
y su vestido...de tul...

Era un jardín de cipreses
y de rosas... de coral...
era un estanque, de plata
y una fuente... de cristal...

La princesa que era alegre
como un lindo...cascabel...
se volvió pálida y triste
y no quería...comer...

Y no quería jugar
y no quería...reír...
la princesita lloraba
a solas...en su jardín...

Era una noche de Mayo
el jardín...lleno de flor...
la pricesita sonríe
asomada...a su balcón...

Y la sorisa que escapa
a sus labios...de rubí...
al cielo llega, en sus alas
a un lucero...que hay allí...

Se va acercando el lucero
hasta llegar...al balcón...
es un pricipe, muy bello
el lucero...encantador...

A la princesita linda
le ha declarado...su amor...
y besándola en los labios
al cielo...se la llevó...

Era una linda...princesa...
tan bella...como una flor...
era un principe...un lucero...
un jardín...y...una ilusión...
Mi tío Luis.
06 noviembre 2012

Castrillon dijo...
Hola Ureña, no sigas contando anécdotas del Galatea, porque se va perfeccionando toda mi vivencia a bordo de aquella Galera, y se van recordando los nombres de aquellos que nos enseñaban a ser piratas como ellos. Aquellos ebcargados de nuestro endurecimiento, tanto físico como mental, que pretendían eliminar nuestros sentimiento, y hacer de nosotros unos hombres de mar solamente.
¿Cómo no voy a conocer a don Vicente Costas ?
éste, en una guardia de media que teníamos con él, nos estaba dando clases de señales de SCOT,y hablábamos entre nosotros por medio de Morse, con las chicharras, y fue cuando me dio a mi por hablar del conde Fan, enseguida y como un rayo me preguntó que a quien me referia, y claro yo, tonto de mi, le dije verbalmente que me referia a don Manuel Fontanilla, entonces muy serio me dijo "levántate y dile a él como le has llamado".

Yo, ni corto ni poerezoso, creyendo que era una expresión sin ningún mal sentido y que se echaría a reir, pero tuve mala suerte suerte, pues cuando le encontré sobre la cubierta, le dije: Don Manuel vengo a decirle como le llamé en la clase de señales y él me dijo, di como me has llamado, a lo que conteste,"Conde Fan".
Mira, no me dió tiempo a nada, ni a ver su descongestionado rostro, me dió tal bofetón que me tiró al suelo.
Me fui a la clase de señales, al terminar la guardia me castigó a subir a los juanetes, eran las cuatro de la mañana saliente de guardia. O sea que me gané un buen bofetón, y pasar hasta el las siete de mañana en los juanetes, sin dormir.
De ahí, viene nuestros invisibles enfrentamientos con el Conde Fan. Gracias a don Vicente Costa, claro, para mi era una mala persona, ya que en sus guardias, nos daba alas para entablar conversaciones a nuestro aire de lo que quisiéramos, y cuando hablábamos algo que no le gustaba ahí era donde nos daba el machetazo.
Sí Ureña, van saliendo todas nuestras vivencias a bordo de ese buque,y claro, visto desde este lejano horizonte lleno de nieblas, lo tomamos con algo de añoranza.

Bueno amigos todos, no os digo más porque tengo que seguir caminando un poco.
Recibir todos los comapañeros de la mar un muy cordial saludo y un muy fuerte abrazooooooo.
06 noviembre 2012

Miguel Gómez dijo...
Nuevamente se presenta el ordenanza de segunda a esta tertulia, ante todo me gustaría que este día sea propicio para todos así como todos los que quedan por venir, seguro que así será.
He leído con detenimiento los últimos comentarios de Gerardo Ureña y Castrillon, he llegado a pensar de que puede de que yo no navegara en el mismo buque, según lo ponen ellos parecía poco menos que el arca de Noé, la tiranía de los mandos intermedios, así como las comidas, creo que se quejan de vicio o mucho cambiaron las cosas, pues yo tengo que decir, y digo, que durante mi estancia en aquel viejo velero, es cierto que pasamos muchas calamidades, pero de eso a como lo ponen ellos hay cierta distancia.

Para empezar, de animales a bordo yo nunca vi ninguno, excepto algunas ratas, en cuanto a los insectos sólo en el viaje de Guinea vi algunas cucarachas en la repostería, era debido a la máquina de café de los oficiales y reposteros, parásitos jamás tuve, eso no quiere decir de que alguno los tuviera, pues las revistas de higiene eran muy seguidas, lo que si teníamos era mucha falta de aseo con agua dulce, era tal que cuando llegábamos a puerto y nos dejaban ducharnos después casi no nos conocíamos.
En cuanto al trato de los contramaestres, creo que muchas veces se pasaban, casi llegaban a herir verbalmente, nunca me golpearon ni me pusieron el pito entre las costillas ni se lo vi hacer a nadie, los castigos que también los habían, los más abundantes eran un par de horas en la caña o algún baldeo, también es cierto que no todos eran iguales ni tenían la misma vara de medir, según la procedencia así era la tolerancia, solo puedo decir que los gallegos eran los preferidos por un par de contramaestres que también eran del mismo lugar, cuyos nombres prefiero omitirlos.

Si hablamos de las comidas está claro que no era una carta de restaurante, pero todas ellas eran bastante aceptables, una vez por semana o sea todos los viernes el menú eran callos con garbanzos y un botijo de vino por rancho, el postre casi siempre era lo mismo manzanas pude que fuese porque es un fruta más duradera, lo que no nos daban era la sopa de ajo a media noche, que si tuvieron las anteriores dotaciones.
Con mis mejores deseos, disfruten de una buena calidad de vida, saludos para todos. Paz y Bien.
06 noviembre 2012

Castrillon dijo...
Hola, estimados lectores y escritores, bueno, bueno, buenoooo, lo que nos faltaba por oir ahora a estas alturas, a gente que estuvo tres más tarde que nosotros en aquella nave a vela, y que cuando nosotros desembarcamos de ella, ese buque tuvo que entrar en una reparación casi total, hasta le quitaron los palos para repararlos.
¿Cómo es posible que alguien que, no estuvo embarcado tres años antes, ponga en duda los comentarios que hacemos varios de los que si estuvimos? bueno esto es una buena tomadura de pelo.
Bueno, ya no repito más esas andanzas por aquella cubierta y palos del Galatea, pues ponen en duda mis palabras, las palabras de Ureña, las palabras de Pablo, de Criado y otros compñeros más que hemos pasado esos años, anteriores a los del 57.
¿Tan mentirosos somos todos?,!!!!!! nooooooooo!!!! y noooo, lo que pasa es que tienen ganas de meterse con nosotros, pero lo tienen claro, y muy claro. Bueno espero ver esa rectificación, de los contrario nos veremos en el campo de los cuervos para un duelo al amanecer, espada o pistola, a elegir.
06 noviembre 2012

Manuel Carrasco Rubio dijo...
Bueno, ya he comentado que yo estuve en el Galatea el cuarto trimestre de 1962, en lo que llamaban Periodo de Ambientación, trás la instrucción en el CIM de San Fernando, en aquellas fechas el buque ya no navegaba, permanecía atracado en un muelle del Arsena , frente al cuartel de instrucción de El Ferrol.
Ahora entro de vez en cuando en un Blog titulado EL PETATE DEL MARINERO, pero salvo excepciones son personas más jóvenes, tal es así que me extraña el título, pues ya nosotros hablabamos de SACO y no PETATE. También dicen PELONES a los nuevos marineros de servicio militar obligatorio y en mis tiempos decían PELUDOS. Acaso los términos variaron con el paso del tiempo. ¿Que opinan ustedes?
Al fin y al cabo solo me resulta curioso, pero me da igual. Sigo sintiendo un gran cariño por los marinos sean de tiempo que sean y eso que yo retorné a la vida civil a los tres años y medio. Estuve como especialista de artillería en Cartagena, a bordo de la fragatas Furor y Rayo.
Un abrazo a todos.
07 noviembre 2012

Arminio dijo...
Bienvenido de nuevo Manuel, llevas razón los tiempos cambian y las denominaciones también, aunque yo en el año 1974-75, cuando estuve por primera vez en el Galatea, se llamaban a los sacos, sacos y a los nuevos pelones. Creo que las nuevas denominaciones se han mezclado con las de otros cuerpos y ahora casi en todos los lugares se llaman de una forma similar.
Aunque como verás, en este blog se denominan las cosas como hace muchos años se llamaban y las experiencias son las auténticas, aunque nos falta la experiencia de personas que ya no están entre nosotros y que baldeaban la cubierta del Galatea de rodillas, con ladrillos a modo de bruses y escobas cortas de brezo para ayudar a eliminar los restos de arena y sosa de la superfice de la madera.

Cuando baldeábamos, que casi siempre se hacía por un reducido número de personal de guardia y el resto por castigados o arrestados, algunos mandos veteranos nos decían, cuando nos quejábamos de los pies descalzos hinchados y el dolor de espalada del brus, que no era para tanto que antes se hacía con pantalón corto, aún en invierno, de rodillas y cogiendo entre las dos manos un ladrillo macizo y a ritmo de baldeo restregarlo a uno u otro lado igual que se hacía con el brus, emtonces nosotros pensando en esas calamidades nos conformábamos con las nuestras.

Bueno Manuel y demás navegantes, visitar de vez en cuando los otros dos blog, "Comentarios del Buque Escuela Galatea" y "Relatos del Buque Escuela Galatea", los enlaces están en esta página, a la derecha del blog. Un saludo a todos
07 noviembre 2012

Manuel Carrasco Rubio dijo...
Sí, ya visito también esos otros blogs.
Por cierto en el blog de Jaume Matamala, quién ha perdido el contacto conmigo, se enumeran los distintos comandantes del buque desde 1922. En 1962, cuando estuve, era el Capitán de Navio D. Gabriel Pita da Veiga Sanz, pero al menos en ese caso lo era también del cuartel de instrucción, o sea, que yo nunca lo vi pisar la cubierta del Galatea. Luego, ya de Almirante, fue Ministro de Marina en el primer gobierno de Suarez. Lo reconocí al salir el televisión.
A quién antes he nombrado, Jaume Matamala, estaba vinculado con el fallido viaje a Glasgow.
Estoy de acuerdo, a ver si entre todos los que conservamos cariño por la Armada, conseguimos dinamizar estos blogs. Abrazos.

07 noviembre 2012

Arminio dijo...

Si es cierto, que Gabriel Pita Da Veiga fue comandante del Galatea, pero por algún motivo, no figura en las relaciones de los comandantes del Buque, cosa que he tratado de investigar en numerosas ocasiones. Esa lista está en un libro sobre el Galatea editado hace algunos años por Cudernos de Ferrol.
En cuanto a lo demás no te cuento nada pues no acabaría de ensalzar la figura de esa persona.

En cuanto a Miguel y Castrillon quiero decir que nadie es culpable del estado del Galatea cuando entró en dique, los que eran responsable del velero eran sus comandantes y la Armada que seguro se gastaba más dinero en Elcano que en el Galatea en sus reparaciones y mantenimiento.
Vosotros bastante hacíais con poner toda la carne en el asador para que saliese victorioso de los temporales y de los malos tragos que pasó en la mar. si no llega a ser por los maniobras que hubiese sido del Galatea.

Los castigos y la disciplina no siempre es igual, por lo que no debéis comparar, depende del comandante, de los oficiales y de los suboficiales embarcados. La comida igual y el trato con la gente dependa sin lugar a dudas de la educación de los que mandan.
Os digo una cosa, no es lo mismo mandar que saber mandar, saber mandar pocos lo hacen bien.
El poder se impone, la autoridad se reconoce y a colación os digo que comocí en el TA-21 Castilla a un cabo segundo de maniobra que tenía más autoridad que casi todos los oficiales y suboficiales juntos, se le reconocía la autoridad sobre las maniobas era un experto y buenísimo en su campo, hasta el comandate le pedía opinión, en cambio el suboficial de la maniobra donde estaba destinado, mandaba más que el cabo pero no tenía nada de autoridad, era un cero a la izquierda.

Está bien la polémica, pero la constructiva, que cada uno se exprese como desee y desde el punto de vista que lo vea, y me despido con una máxima: En este mundo traidor nada es verdad ni es mentira, es todo según el color del cristal con que se mira.
07 noviembre 2012

Manuel Carrasco Rubio dijo...
Bueno, pues así será. Desconozco esas relaciones de comandantes, solo me he basado en la lista del blog: Jaime Matamala, donde figura D. Gabriel Pita como comandante desde el 30-9-60 hasta el 8-1-63. Lo importante es que sigan las entradas al blog. Saludos.
07 noviembre 2012

Arminio dijo...
Muchas gracias Manuel, llevas razón me he ido a otra cosa, llevas razón, Pita da Veiga si figura como comandante del Galatea, en las fechas que dices. Perdona el lapsus, pero al terminar de hacer el comentario, creo que era otro comandante el que no figuraba, aunque los que escriben aquí siempre dijeron que lo conocieron o al menos que tuvieron la certeza de que fue comandante del Galatea.Un saludo.
07 noviembre 2012

Castrillon dijo...
Hola a todos, lleva razón Don Arminio Sanchez Mora, el cambio de palabras también llegó a la Armada, antes a los nuevos que ingresaban en la Armada, se les llamaba "peludos" y al petate "Saco" esos son los verdaderos nombres, pero claro, se va cambiando poco a poco el vocavulario y, nuevos nombres a todo hasta para escribir.
¿ donde se encuentra UREÑÑÑAAAAAA? parece que está descansando algo, bien merecido lo tiene.
A mi me suena mucho don Gabriel Pita da Veiga, en unn principio, decia que estuvo con nosotros de comandante, pero, no, lo confundí con Don Ramón Liaño de Vierna, éste comandante para nosotros fué el mejor,muy humano y llegado a nosotros, estuvimos muy bien con él.

Bueno, ya veo que mis adversarios escritores, no dan señales de vida, así que, yo iré a mi aire, navegaré, yo solo, haré como el "Holandés Errante, largo todo el aparejo y amarro bien todos los cabos y brazas y a navegar sin rumbo fijo, a donde me lleven los vientos, y entre las nieblas, navegaré en solitario para no ser localizado.
Bueno amigos y compañeros de la mar, de todos los buque de la Armada recibir un muy cordial saludo.
07 noviembre 2012

Gerardo Ureña Massa dijo...
Se presenta el grumete de tercera categoría, Gerardo Ureña.
Después de desearos lo mejor, trataré de aclarar algunas cosas, que me han dejado intranquilo.

He leído el último escrito en el blog, de Miguel, lo he vuelto a leer, una, dos, tres y cuatro veces. Como persona creyente que soy, Juro ante La Biblia, que en mis relatos, nunca, repito, nunca he mentido, siendo una estupidez y un absurdo, que a estas alturas de la vida tuviera que disfrazar la verdad. ¿Por que tendría que hacerlo?. No entiendo.
Lo que voy a decir a continuación, y lo que he dicho en anteriores fechas, va a Misa Mayor, aunque yo no vaya.

Mis queridos y respetados compañeros, soy de los que piensa que la verdad absoluta no existe, cada uno de nosotros, vamos por la vida pensando que nuestra verdad es la mejor. Esto, no siempre es así, tenemos que respetar la verdad de nuestro prójimo. Yo respeto tu verdad Miguel, pero debo defender la mía.
Antes de empezar a escribir en el blog, tuve mis miedos, vosotros fuisteis para mí, la fuerza que me ayudó a conseguirlo, después me fuisteis animando, hasta que caí en la inmodestia de creérmelo.
Pobre de mí, que entúpido he sido. No soy de las personas que se ponen a escribir y lo hacen de forma inmediata; yo necesito plasmarlo en unas hojas de papel, leerlo, releerlo, y volver a leer, rectificar lo que no me parezca bien, y de esta manera, auto aprobarme lo escrito y lanzarlo a la máquina.


Miguel, de los aproximadamente 29/30 meses que yo pertenecí a la dotación del Galatea, solamente coincidimos ambos, en la reparación de la arboladura, y el viaje a Santa Isabel, así pues lo que sucedió año y medio antes, tú no podías saberlo, como yo no puedo saber lo que pasó en el invierno del 57 y el año 58.

Los dos tuvimos dos comandantes (creo),Liaño de Vierna y Pita da Veiga.
Si mi memoria no me es infiel, a mí en el Galatea, solamente me dieron vino una sola vez, y fue en mi primer viaje, el de Pernambuco. Habíamos realizado una buena maniobra general y, el comandante estaba contento, éste desde el puente y por los altavoces dijo, que como premio se nos daría una ración de vino. La respuesta de la dotación fue un festín de ¡¡¡VIVAS!!!.

Quiero suponer, por que así me lo contaron, que en Navidad y el día de la Patrona, daban vino, pero yo en esas fechas siempre tuve la suerte disfrutar de mis correspondientes permisos, Navidad y Verano. A mí nunca me dieron un botijo de vino en el Galatea.

Omitir los nombres de nuestros mandos, ¿por qué tendría que omitirlos?. Entiendo que lo correcto es nombrarlos, aunque pienso que debemos respetar la decisión de cada uno.
En este blog, yo personalmente he hablado de D. Pablo San Emeterio, contramaestre del palo mesana y su cabo Jubia, y nunca dije que fuera mala persona. D. Jesús Freire, contramaestre de cargo del Galatea, D. Saturnino Serantes. D. Pedro Giménez, el maestro velero, que tenía la graduación de mayor, para mi modesta opinión, fueron personas muy dignas, sin que esto quiera decir, que en ningún momento hicieran dejación de sus obligaciones acordes con su rango.

Los que a juicio del que suscribe, no fueron tan dignos, yo no tengo ningún tipo de rubor en decirlo. Esto como es natural, debe ser con carácter potestativo. Tú mismo lo dices en tu escrito, no todos eran iguales, y los gallegos se ayudaban. ¿Entones cual es la cuestión?. No entiendo. No todos tenemos la misma visión de los hechos. Ambos hicimos el viaje de Guinea, tu brigada y otra más tuvisteis visita a las plantaciones, y según vuestras propias versiones, os agasajaron como a príncipes, bebísteis y comísteis, sin tasas ni reglas.

Yo estaba en el mismo barco, ¿no?, mi brigada no tuvo esa suerte, por lo que se deduce que ambos tendremos una versión diferente. Sigue...
10 noviembre 2012

Gerardo Ureña Massa dijo...
Continúa… Como dijo Voltaire: No depende de nosotros el ser pobres; pero sí depende de nosotros el hacer respetar nuestra pobreza.

Sigo con el viaje de Guinea: Esto que voy a relatar hoy, ya lo hice en un pasado no muy lejano.
En ese viaje se descubrieron seis homosexuales a bordo, los seis eran peludos recién embarcados. El diccionario que yo manejo dice: hombre afeminado. Yo de gay solo conozco una afamada tienda que había en Valencia que vendía 3 en un duro. Bueno, continúo. Los descubrió un muchacho de mi promoción al que llamábamos "Melilla".
Este hecho provocó una auténtica revolución, todo eran comentarios y chismes, radio "bolina" estaba en su mejor momento y funcionaba las 24 horas del día. De repente entramos en Dakar, la capital del África occidental francesa. Nada más llegar, desembarcamos a los seis angelitos y una vez hechas las gestiones oportunas nos hicimos a la mar y seguimos viaje.
Lo primero que pensé yo, fue, para llevarme a mí a Tenerife para no perder el curso, La Marina no tenía dinero, para dejar en Dakar 6 homosexuales La Marina no encontró reparos. No le dí más importancia, Dios sabrá porque lo hizo.

Parásitos: Miguel, en el sollado de popa, en la banda de babor, al final estaban las batayolas, y justo en un rincón había un ojo de buey o luz de policía; pues justo en ese punto y con un espejito y unas pinzas, el que suscribe se despojaba de unos animalitos que se agarraban a mis carnes con gran fuerza.
Esto, llámalo como quieras, porque debo decirte, que era yo el que se las quitaba, no era ningún compañero, ni se trataba de una milonga que me habían contado, no señor, era yo en primera persona del singular.

Un día noté unos picores por la zona de los calzoncillos, me dirijo a los jardines y compruebo que entre las costuras del calzoncillo había una invasión de piojos (estos sí que los conocía bien, pues en la postguerra los tuve que sufrir) me quuité los calzoncillos, los tiré al mar por la borda de babor, lavé la faena gris y me cambié totalmente, después de una ducha de agua salada, y un frasquito de cruz verde que solía vender el cabo cartero, aplicabas el producto en tus partes íntimas y esos bichitos desaparecían rápidamente.
¿Quién producía estas insalubres situaciones? Éramos muchos en el barco, estábamos hacinados, la gran mayoría dormía a plan, ganchos para todos no había, y la higiene que tú dices era muy irregular, eso que tú cuentas sería después de desembarcar yo.

Curianas o insectos: Carlos Enrique Jiménez de Cisneros y Ponce de León, más conocido a bordo por "Güili" y un servidor, fuimos grandes amigos. A medio día después de comer, si no teníamos guardia, nos sentábamos a plan sobre el linolium y les poníamos nombre a las curianas, solíamos pasar unos ratos cojonudos, montándonos nuestro propio espectáculo.
Esto tampoco me lo ha contado nadie, esto lo he vivido yo, las había por todas partes, especialmente en zonas calientes, el sollado de popa era una zona caliente, pues la bajada a máquinas estaba allí. Y lo de la barra de pan, una verdad como el sol que nos alumbra. Sigue...

10 noviembre 2012

Gerardo Ureña Massa dijo...
¿Tampoco te crees que apagábamos los cigarrillos con la planta del pie?, pues créetelo, que es cierto. No sabia yo, que el Arca de Noe tenía tiranos.
Mira, esto que te voy a contar, tú ponle el nombre que quieras, yo le llamo algo más que tiranía.
El alférez de fragata D. Jose María Lagostena, fue el oficial que me asignaron en la brigada y en el destino(yo tenía costado y botes) era malo a rabiar, yo supe guardarme bien de el y a pesar de mi corta esperiencia, nunca me pudo enganchar, pero...no te pierdas lo que viene a continuación.
Tú sabes que habían un banco de suboficiales en cada banda, pues bien, un buen día navegando rumbo a Brasil, D. Jesús Freire, estaba sentado en la banda de babor, y Lagostena venía de proa, yo estaba barriendo la cubierta frente mismo a D. Jesús, pasa Lagostena camino de popa y al llegar a la altura de D. Jesús, se para y le dice" no sabe usted levantarse cuando pasa un oficial; D. Jesús se levanta rápidamente, se cuadra y saluda. D. Jesús peinaba canas, el otro podía ser su hijo. Ignoro que calificativo le darás a esto, yo no me voy a pronunciar, por que no quiero manchar el blog, esto tampoco me lo contaron, esto lo presencie yo. Repito, Navegando!!!!!.

Otro Castigo:
Teniente de Navío D. Gabriel Estrella (esto también lo conté en el blog).Un chaval de León, bueno y sano, al que todos llamábamos "Gabi". Un día a las 8 de la tarde, el oficial mencionado, le castiga y le envía a los cuernos, y le dice, "permanece allí hasta que yo te lo diga. Se hicieron tertulias entre nosotros, nos preguntábamos el por qué del arresto. Hacía una noche de "perros", era invierno, yo me acosté, esa noche tenía guardia de alba.
Al entrar de guardia me toca de ordenanza del oficial en el puente, el saliente me hace entrega de un capote, hacia mucho frío, me use el capote y me arrimé al mambrú (nombre vulgar de la chimenea del fogón de los buques) pues me sentía muy bien y estaba más caliente.

De repente aparece Gabi pidiéndome permiso para hablar con el oficial de guardia, ¿que quieres?, le pregunté yo "pedirle permiso para orinar" "pero hombre Gabi, que cachondo eres" "Valencia que este oficial me castigó a los cuernos hasta que él me avisara, y esta es la hora que no me ha dicho nada". Me quedé sin palabras, no me podía imaginar que este muchacho siguiera en los cuernos. Resumo, al enterarse D. Gabriel se asustó, no se acordaba, se le había olvidado. El oficial habló con el contramaestre y le dio orden de que le dejaran dormir todo el día. ¿Cómo podríamos llamar a esto?....

Castrillon, tú estabas a bordo en esa época y en ese viaje. De la sopa de ajo, creo que ya se ha hablado demasiado, yo si la tomé y estaba muy rica.
Arminio yo no recuerdo ninguna aventura con el tema tangón, siento no poder decirte nada, pero nada sé de este tema.
De la música y las quinielas, de esto sí, y como bien dice Miguel, te sentías tan bien que parecía tocar el cielo con los dedos.
La Gloria Lasso, y aquellas canciones italianas que estuvieron de moda en aquellos tiempos,  fueron muy pegadizas.
10 noviembre 2012

Gerardo Ureña Massa dijo...
Sigue…
Los pasodobles, las islas Canarias, y tantos y tantos que en aquella época alimentaban nuestro empobrecido espíritu.
José María, a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César. Lo de D. Manuel Fontanilla, lo dejamos en su sitio y le damos el lugar que le corresponde, es decir, valiente artillero. Sin duda sería una noticia más de "RADIO BOLINA".

He meditado profundamente estos días, he dejado que se enfriaran los ánimos, no he querido tomar ninguna decisión en caliente, y he pensado lo siguiente. Quiero seguir conservando vuestra amistad por encima de todo, no quisiera que se rompiera nada, mi aprecio a vuestras personas está por encima de cualquier circunstancia. He decidido dejar de escribir en el blog; con vosotros, si me lo permitís, seguiré escribiendo a través del correo electrónico.

Deseo seguir siendo vuestro grumete de tercera. No tengo nada personal contra ninguno de vosotros, todo lo contrarío, os aprecio en gran manera. Es por este motivo que decido dejar de escribir, no me resultaría fácil soportar la más mínima diferencia con mis camaradas, creo sinceramente, que es lo mejor.
Como decía mi buen padre: hay que acariciar lo fácil y odiar lo difícil.
Mi capacidad de comprensión no me la ha calculado nadie, creo ser muy comprensivo. Estoy convencido que esto será lo mejor para todos. No deseo tener un desliz involuntario y hacer un inapropiado comentario fuera de lugar.
Os pido por favor comprensión; esto no es nada personal con ninguno. Vosotros estáis acostumbrados a escribir en el blog, yo no.
Me hago cargo Miguel, que no podíamos comer a la carta, pero convendrás conmigo que había de todo, días pasables, regulares y no tan pasables.
Unos días antes de salir a mi nuevo destino en Cartagena, llegaron a Ferrol los nuevos Lepanto y Ferrandiz, venian de San Diego. Las dotaciones estuvieron un año en Estados Unidos. Yo tuve la oportunidad de verlos cuando llegaron, nada que ver con lo nuestro. Entre otras cosas te diré que solamente había una cocina, parece ser que en "América todos comen lo mismo". Esto que relato, supongo que tú también verías y comprobarías.

Catrillón y Arminio, hace tiempo os pedí vuestra dirección postal, mi deseo es sorprenderos (espero que gratamente) estas Navidades. Solamente tengo la de Miguel.
Recibid todo el afecto y respeto que me merecéis, y que este es muy grande.
¡¡¡ Hasta siempre compañeros.!!!
Triste es la noche sin luna
Triste es la noche en la mar
Pero más triste es amar
Sin esperanza ninguna.
11 noviembre 2012

Miguel Gómez dijo...
Hola a todos, que tengan un feliz día.
Me gustaría dirigirme a Castrillon y Gerardo Ureña, para decirles que lamento haber despertado esta polémica, también tengo que decir que yo nunca he dudado de la veracidad de los comentarios vertidos en este blog, ni de los de ellos ni de los demás colaboradores, que jamás he tenido como norma sembrar la discordia, que si cualquiera de mis comentarios les han ofendido verdaderamente lo siento, nada más lejano de mis intenciones, espero que a partir de este momento quede más que zanjada esta contrariedad.
Caña a la vía avante a todo trapo. Saludos. PAZ Y BIEN.
11 noviembre 2012

Miguel Gómez dijo...
Mi último comentario se debe haber cruzado con el insertado por Gerardo, no lo había leído, verdaderamente siento profundamente su decisión.
11 noviembre 2012

El Galatea dijo...
No, no es fácil encajar una noticia como la que hemos recibido. Se hace el silencio, te sientes pequeño en la inmensidad, piensas y te das cuenta de que hoy estás y mañana ya no, de que hoy podíamos estar cerca de ti aunque fuese por un estrecho hilito que se rompe en un segundo, de que pasamos por la vida como aquel que pasea un rato por el parque y cuando se quiere dar cuenta se le han pasado las horas volando, de que la vida es corta como tarde de invierno.

En días como hoy, no es fácil describir con palabras qué se siente cuando se pierde el trato continuado de uno de esos amigos que han escrito un buen número de páginas del libro de nuestra vida. ¿Qué te puedo contar? Desde hoy no hemos dejado de pensar, en todo lo que hemos compartido en estos días pasados de nuestras vidas. No podemos evitar pensar en eso.
Nos quedamos con las ganas, querido Gerardo, en darte un abrazo, aunque fuese el último. Pero nos quedamos también con la imagen de aquel muchacho que siempre sonreía y con el que en noches de verano compartimos la madera del castillo del Galatea, aunque en tiempos distintos, cuando tumbados con la mirada al cielo escudriñábamos el cielo, con la mente perdida en nuestras familias y nos contentábamos con poner nombre a las estrellas.

Hace algunos meses, de repente, vuelve a tu vida alguien que creíste perdido en el camino. Y te das cuenta de que nunca debió haberse ido, de que fue un error dejar que se fuera, pero inevitable. De repente, los sueños no se hacen realidad si no que consiguen hacer que la realidad valga la pena.
De repente, un escrito en este entrañable blog, te hace recordar que has tenido la suerte de encontrar a alguien que te sabe escuchar, que se preocupa por ti, que te aconseja, que te apoya incluso en tus planes de locura.
De repente, recuperamos a un amigo que consigue que te vayas a dormir con una sonrisa, cosa que hace demasiado tiempo que no hacíamos.
Esperamos que tu decisión sea fruto de la paz y que aunque sea en tu ausencia, sigamos juntos poniendo nombre a las estrellas.
11 noviembre 2012


Castrillon dijo...
Hola a todos, ¿quien ha sido el gran escritor de éste último relato? es maravilloso, yo sospecho en dos personas pero no las nombro por miedo a equivocarme.
Bueno como sabéis estuve haciendo de "El Holandés Errante" pero era demasiado aburrido y solitario, no, eso no es lo mío, así que sigo con mi cargo de gran jefe, así que,no os descuidéis en nada.

Bueno, ya he leido los escritos de nuestro gran amigo y compañero de navegación UREÑAAAAAAA, y efectivamente, es verdad todo lo que dice, a estas alturas no sabemos mentir, no nos conduce a nada, lo pasado es lo contado en estas páginas, lo que ocuure es que, alguien lo toma a broma y por eso dice lo contrario para reír de alguna posible discusión, pero nooo, no lo dice en plan de contradecirnos.
Amigo !!!!Ureñaaaaaaa¡¡¡¡ tu hablas muy bien, lo de Lagostena, llevas mucho razón, bueno en todos tus comentarios, solamente lo comprendemos nosotros, los que lo hemos pasado.

Como te decía, éste Lagostena estuvo de jefe de mi brigada, y era el responsable de nuestra economía y nos guardaba las libretas de ahorro, por lo que la paga que nos daban iban directamente a nuestras libretas.
En una ocasión, antes de llegar a un puerto, él estaba en la cubierta por la banda de babor, y me acerque a él para solicitarle que me diera algo de dinero para llegar a puerto, así lo hizo, y yo, le dí las gracias, pero me sorprendió con su contestación, "no tiene por que darme las gracias, yo estoy cumpliendo con mi obligación, y, ustedes con la suya, los dos estamos sirviendo a la misma causa, a la Armada", pero, no creas que me lo dijo de buenas maneras, !!!nooo¡¡ fué demasiado serio, yo quedé cortado. Bueno si nos ponemos a contar los detalles, no cesaríamos y podríamos escribir páginas.

Bueno amigo !!Ureñññaaaaaa¡¡¡¡¡ no te alejes demasiado que te vamos a buscar y te llevamos al castillo a orear el pallete de colisión, y a peinarlo.
Sin más recibo un muy fuerte abrazo y un muy cordial saludo a todosssssssssssss.
12 noviembre 2012

Miguel Gómez dijo...
Después de haber pasado algunos días de cierta marejadilla, que por cierto no deja de ser algo incomodo para todos los que estamos navegando en esta virtual travesía, me dispongo a teclear de la única forma que sé hacerlo, espero que todos volvamos a nuestros habituales destinos a bordo de este singular velero.
A ver Gerardo ¿tú conociste o recuerdas a un tal Ventura? que creo que era del curso de Padilla, el Chato, Suances y otros que ya no recuerdo sus nombres, bueno pues ese tal Ventura era paisano mío, mientras que estuvimos juntos era mi guía y solíamos ir de permiso juntos hasta nuestros pueblos, el vivía dos pueblos siguiente al mío, era una buena persona al menos para mí sí lo fue, cuando se marcho ya de cabo me quede algo huérfano, pero era la ruleta de la escuela por donde teníamos que pasar todos.

Castrillon no sé porque tienes tanto interés en seguir siendo el Comandante jefe de esta dotación, con lo divertido que es pertenecer a la vil canalla de proa, restregar la marinera por las maderas del castillo o por el linóleum de los sollados, jugar a las cartas en el suelo o hacer de gavetero, portar la comida al rancho y después lavar los platos, salir de paseo con los de tu misma categoría, todo eso bien sabes que era fascinante, ahora te lo pierdes solo por estar algo mas a popa, creo que debías reconsiderarlo.
Arminio de tu pluma salen frases que enternecen al más rudo marino, es cierto que ya nos tienes muy acostumbrados a leer cosas súper agradables, pero sigue siendo un placer seguir leyendo tus muy acertados comentarios, para mí es un honor el haber coincidido en este tu espacio, y espero que sigamos juntos mucho tiempo en este castillo de nuestro añorado Galatea, que continúen estas virtuales navegaciones por mucho tiempo.
Con mis mejores deseos, que la felicidad siga siendo vuestra fiel aliada.  Saludos para todos. Paz y Bien.
12 noviembre 2012


Arminio dijo...
Buenas tardes a todos los navegantes, pues siempre lo han sido, antes en buques ahora en la red, pero siempre buscando nuevos horizontes, esa línea que desde los barcos en los que estuvimos destinados escudriñábamos con nuestros vivaces ojos en busca de la próxima aventura, del próximo destino, de aquel puerto donde tocar tierra firme y salir del amasijo de metal y madera en el que vivíamos.

Buenas tardes a todos, a Miguel por sus reflexiones, a Castrillón por sus llamadas de atención en busca de los que poco a poco se van olvidando de nuestro Galatea, a Ureña por sus aventuras, y a todos los demás que se que nos siguen, pero no desean escribir para al menos saber que están ahí.
Bueno el Galatea sea como fuere, sigue su rumbo certero y el viernes por la noche se dará a conocer en un programa de radio, que emitirá por sus ondas la breve historia del Galatea y de sus marinos que le han dado a conocer cuando estaba olvidado.
Para el fin de semana se pondrá el audio del programa para que el que desee lo pueda escuchar. De esta y otras maneras el Galatea ya no navega de nuevo, pues navega sin cesar desde hace algunos años.
Animo para los que pasan de puntillas y nos visitan, ánimo para escribir sus impresiones, y si pasaron por el Galatea, para escribir sus anécdotas en el velero. Un saludo a todos.

12 noviembre 2012

Manuel Carrasco Rubio dijo...
Leo con frecuencia e interés cuanto se publica en este familiar blog para quienes pisamos alguna vez la cubierta del Galatea, pero pienso que para dinamizar su contenido podría servir de tranpolín para tratar de contactar con compañeros que coincidieran en la misma época.

Por ejemplo yo pertenezco a la segunda convocatoria de especialistas de 1962. Después del Galatea estuve en la E.T.A.N. JANER de San Fernando y luego dos años en Cartagena embarcado en las fragatas Furor y Rayo. ¿Alguien coincidió por entonces?.
Un fuerte abrazo a todos los marinos, independientemente de sus fechas de permanencia en la Armada
.

13 noviembre 2012

Arminio dijo....
Un saludo Manuel, llevas razón y quizás habría que abrir otra página para comenzar esta nueva andadura. No lo hicimos al principio para evitar que el blog en vez de recoger la vida en el Galatea, se convirtiese en un lugar para contar de todo menos cosas del Galatea.
De esta manera hemos logrado rescatar la vida y viajes del velero, ya que tenemos más de 5000 comentarios escritos, que están celosamente guardados y que poco a poco se van metiendo en el otro blog, tiulado comentarios del Buque Escuela Galatea.

En el blog Relatos del Buque Escuela Galatea, se ha habilitado un espacio para contar la experiencias de la llegada al Galatea y la página se llama "La LLegada al Galatea".
Siempre hemos querido que este blog sea un espacio cultural y no un lugar de contactos, pues así sucede en otros blog donde se pretende contactar con compañeros y lo que se lee son simplementes saludos, fechas y destinos que se apartarían mucho de lo que nosotros hemos querido lograr.
Un saludo Manuel y haber si te animas a escribir sobre tu llegada al Galatea para incluirlo en ese espacio.
14 noviembre 2012

Manuel Carrasco Rubio dijo...
Comprendo. La argumentación es totalmente razonable.
De acuerdo, en otro momento, referiré el momento de nuestra llegada al Galatea. Saludos
14 noviembre 2012

Manuel Carrasco Rubio dijo...
Bueno, como lo prometido es deuda, me referiré a mi llegada al Galatea. Se que debería hacerlo en la página destinada para ello, pero no se que pasa que cuando pincho en "entradas más recientes", no me salen. De todas formas, mi relato será breve y prefiero hacerlo aquí, pues me acompleja lo extenso de los escritos en esa página y la descripción tan marinera, habida cuenta de que yo fui artillero, embarcado durante dos años.

Seré breve: La llegada tuvo lugar al terminar el periodo de instrucción en San Fernando de la segunda convocatoria de especialistas de 1962. Legamos cansadísimos después de un viaje en tren durante dos dias haciendo transbordo en Madrid, tras un descanso en el Ministerio de Marina.
El Galatea en el muelle del Arsenal. Dormir en coys, estiva en las batayolas, comidas distribuidos en ranchos, lavado de los platos con agua de mar, ver la televisión en el CIM del Ferrol (entonces del Caudillo), guardias en capitanía, alguna navegación en el destructor Sanchez Barcaiztegui. El comandante, que no pisaba la cubierta, o yo al menos no lo vi, era el capitán de navío D. Gabriel Pita da Veiga y Sanz, a su vez era comandante del cuartel y después fué Ministro de Marina.

A destacar las veces(no recuerdo cuantas)que nos hicieron sufrir el SALUDO A LA VOZ, que miedo pasaba. Y nuestro galón como gran V invertida en el brazo izquierdo, como aspirantes especialistas. Un abrazo a todos.
15 noviembre 2012

Arminio dijo...
Bueno al fín pasas al lugar de honor, de los que cuentan sus primeras impresiones al llegar y ver la silueta del Galatea, esa imagen del velero nunca se nos olvida, pues creo que quedó para siempre grabada en nuestra retina y en nuestro cerebro.

En unos minutos te paso la descripción al blog "Relatos del Buque Escuela Galatea" en la página "La llegada al Galatea". No podías comentar ahí pues solo se puede hacer desde el diseño del blog.
Un abrazo y gracias por tu inestimable aportación. No te olvides y sigue con nosotros contando tus recuerdos. Pero claro los del Galatea, pues todos hemos estado en otros destinos embarcados, pero es sería otra historia.
15 noviembre 2012

Manuel Carrasco Rubio dijo...
Pues gracias Arminio. Me parece bien la perfilación de mi escrito, ya que lo hice un tanto a la ligera y resumido. Estaré atento a esa emisión de radio y si no la escucho la veré en el blog.
Yo tengo un blog, pero son simple relatos o anécdotas sobre mis experiencias en la vida, pero como no, dedicaré un capítulo a la Marina y nombraré al Galatea. La entrada tardará un tiempo, ya lo comunicaré por si alguien tiene interés en leerla.

Pensaba dedicar cuatro capítulos, que creo lo merecía, pues yo sigo teniendo alma de marinero, como Serrat dice en la canción Mediterráneo, pero luego me decidí por resumir, porque considero que abrumaría a los lectores que no tienen esas vivencias o esos sentimientos. Un abrazo.
15 noviembre 2012

Manuel Carrasco Rubio dijo...

Pues bien Arminio, he visto y escuchado todo lo relacionado con el programa de radio de Onda Cero.
Te felicito por la precisión y oratoria, sobre nuestro velero Galatea.
Pero me surge una duda: Decías que en 1974 se destinaba para la formación de los especialistas de Maniobra. ¿Era así exclusivamente?, ya que en 1962, además de esa función se hacía allí también el Período de Ambientación para todos los de cada convocatoria y después se elegía la especialidad y sí, entonces regresaban de nuevo solo los de Maniobra.
Por favor, a ver si me puedes responder, con vistas a la prevista entrada en mi blog dedicada a la Marina. ¿Cuándo en 1928 lo sustituye el J. S. Elcano, queda para la formación de suboficiales en general, o solo para los futuros contramaestres?.
Ya escuché por la radio lo de segunda división, algo que no comparto, pués todos tenían su importancia en la Armada.

18 noviembre 2012

Arminio dijo...
Pues Manuel, primero agradecerte el comentario aunque al ser una entrevista telefónica, siempre te sorprenden con las preguntas, yo no sabía lo que me iban a preguntar y lo de segunda división fué una especie de simil, pero en cierto modo era así.
Antes, destinados al Galatea iban todos los especialistas para formarse sobre la vida marinera, incluso recién traido a España, por allí pasaban casi todos y como bien dices luego cada uno iba a su especialidad. Ahí está la presencia de Miguel Delibes a bordo.

Cuando yo estuve, al Galatea acudían, los marineros de reemplazo que eran destinados como dotación al velero, los marineros de reemplazo que estaban haciendo el curso de "faenas marineras" con una V verde en el brazo, futuros cabos verdes, los especialistas de maniobra, los cabos segundos especialistas de maniobra, y los cabos primeros de maniobra para hacer el curso de contramaestre.
También junto  con los especialistas de maniobra acudían los especialistas en hidrografía, que al hacer los primeros seis meses de curso abandonaban la escuela y continuaban los otros seis en el buque hidrográfico Tofiño. Un saludo.
18 noviembre 2012

Manuel Carrasco Rubio dijo...
Sí, en cierto modo era así, ya lo viví, no era igual un alférez de fragata que un contramaestre, aunque éste tuviera más experiencia, pero ya sabemos como es la vida militar y tal vez deba ser así. Dejemos el asunto como está.
Entonces, cuando introduzca la entrada en mi blog dedicada a la Marina, pondré que al ser sustituido por el J. S. Elcano, el Galatea paso para la formación de subofiales, así, en general y no creo que me desvíe mucho de la realidad.
Queda claro que ya en 1974 había desaparecido el Periodo de Ambientación para todos los especialistas en general.
No sabía, hasta que te escuché por la radio que el para mi Gran Miguel Delibes, estuvo en el Galatea, pero si sabía que embarcó en el crucero Canarias, buque que visité en ocasiones. Muy agradecido. Un saludo.

18 noviembre 2012

Arminio dijo...
Mira, la formación de especialistas, cabos y contramaestres, duró hasta el año 1981, cuando se dejó el buque con una dotación escasísima, solo el personal indispensable para la vigilancia y las guardias, todo el personal ya estaba en las dependencias militares que estaban a escasos metros del muelle. Poco más tarde se desarboló el Galatea y yo lo visité en esa época, viendo los palos paralelos al buque en el muelle y el velero sin ellos, solo estaba el casco.
Pero en 1974 cuando yo y Alberto Vera Meizoso embarcamos, la vida se hacía en el Galatea, y su dotación vivía a bordo en coys, nosotros estábamos todo el día en el velero excepto para dormir que lo hacíamos en las dependencias militares, desde donde por la ventana de los sollados veíamos el Galatea. Hay una foto mía que está el Galatea al fondo y la hice desde la ventana. Saludos.
18 noviembre 2012

Miguel Gómez dijo...
Hola a todos, en primer lugar me gustaría que este día de hoy, así como todos los venideros, estén repletos de felicidad para todas esas personas que de cualquier forma se asoman al portillo de este nuestro virtual Galatea.

Arminio, he escuchado detenidamente tu intervención en Onda Cero, te felicito por tu oratoria, por tu mucho saber de nuestro emblemático velero, de haber tenido más tiempo hasta hubieses hablado de los peces voladores, lo único que creo que no estaba del todo correcta era la conexión, ya que a veces se oye algo entrecortada, pero repito eso para próximas intervenciones estará más que subsanada, podía decirte muchas más cosas agradables pero solo te digo ADELANTE compañero.
En mi época no había periodo de ambientación, al que se refiere el compañero Manuel Carrasco, allí te ambientabas si ó sí, no había otra alternativa, tampoco había tiempo para reflexionar ya estaba todo concretado, claro que me estoy refiriendo a algunos años anteriores a las fechas que vosotros estáis manejando, de todas formas el ambiente se lo tenía que montar cada uno el suyo.
Por cierto Manuel Carrasco me alegra que te hayas quedado con nosotros, me es muy grata tu presencia espero que sea duradera y sobre todo que te encuentres cómodo en estas tertulias.
Por aquellas fechas a mediados de los años cincuenta, en el Galatea sólo embarcaban los que habían elegido la especialidad de maniobra, primero se hacían los nueve meses de embarque necesarios para entrar en la escuela, a continuación, y siempre previo exámen, ascendías a ayudante que se distinguía por la V invertida roja, posteriormente se llegaba a especialista habiendo pasado el mismo proceso, esta categoría tenía como distinción un pequeño galón horizontal bajo el distintivo, también rojo.

Siguientemente pasados los seis meses de cada curso y habiendo aprobado el exámen de todos ellos, ya llegabas a cabo segunda y eras destinado a los buques de guerra, es decir una vez pasados los dos años de tu incorporación en la Armada si habías superado todos los exámenes eras ascendido a cabo, si por lo contrario suspendes algún exámen este proceso se tenía que repetir durante seis meses.
Sólo permitían hasta dos oportunidades en cada curso, si se suspendía en los exámenes para el ascenso a cabo las dos veces permitidas, te hacían cabo de mar que se distinguían por el distintivo, que en vez de tener dos anclas cruzadas rojas tenía una sola ancla también roja. Con mis mejores deseos, Saludos. Paz y Bien.
18 noviembre 2012

Manuel Carrasco Rubio dijo...
Gracias Miguel Gómez por la bienvenida. Sí, ya me siento cómodo en este blog marinero sobre el Galatea, pues aunque mi vida luego de la Marina siguió otros derroteros, nunca perdí mi sentimiento de afecto por la Armada.

Por lo que cuentas, ya veo que la Marina siempre fue exigente en la formación de sus profesionales, parece que en los años 50 incluso más.
Cuando yo entré en julio de 1962 la variante era: Tres meses de periodo de instrucción, todos en el CIM de San Fernando con una V roja en su posición normal en el brazo izquierdo, parece ser que indicaba "voluntario", después tres meses TODOS en el Galatea, como periodo de ambientación marinera, con la V grande invertida en el mismo brazo. Nos llamaban Aspirante Especialista.
Se elegían las especialidades, los de Maniobra volvían al Galatea, pero TODOS , cada una en su escuela, seis meses como Especialistas, con el correspondiente distintivo rojo y rectangular. Yo dos cañones cruzados y debajo el pequeño galón rojo horizontal que indicas.
Seguía otros seis meses como cabo segundo alumno y luego, normalmente embarque, o sea, al año y medio de la entrada en la Armada.Luego dos años de prácticas y ascendias a cabo primero, que es cuando me salí.

Aunque sea salirme un poco de contexto, comento que hablando con un amigo que fue cabo primero en Tierra durante su servicio militar obligatorio, no creía cuando le decía que eso en la Marina no era posible, pues a lo más que podían ascender era a cabo segundo (Cabo verde) y eso que en mis tiempos el servicio era de dos años, seis meses más que en las otras Armas. Saludos a todos.

18 noviembre 2012

Gerardo Ureña Massa dijo...
Querido José María, querido Miguel y querido Arminio; os menciono por orden cronológico, ya que los tres ocupáis un lugar preferente, en lo que a mi persona se refiere.
Ignoro si me creeréis, pero, no sé como empezar, son tantas las que desearía deciros, que no tengo suficiente pluma. Bueno, esto es lo que hay, y donde hay poco, no puede salir mucho.
Dejé pasar unas fechas, para no pronunciarme en caliente. He vuelto a equivocarme. ¿Cuantas veces he errado?, demasiadas.
Como dice FACUNDO CABRAL, en una bella reflexión: "De la cuna a la tumba es una escuela; por eso, lo que llamas problemas, son lecciones. Posiblemente yo aprendo poco, me equivoco demasiadas veces.

Después de tomar la decisión de abandonar la escritura en el blog, después de leer a Miguel y después de escuchar lo que me dijo el Galatea, la inquietud se instaló en mi persona y no pude tener un minuto de sosiego.
¿Qué había hecho, por qué me invadió esa desesperante desazón? Llamé a Miguel, hablé con Miguel y le dejé claro (creo) que no había nada personal, más bien todo lo contrario.
Cuando todo esto pasó, conseguí serenarme un poco. ¿Cómo se ha arraigado en tan corto espacio de tiempo, tan fuerte y sublime amistad?. No lo sé, pero si algo tengo claro, es, que existe y es real, y no pienso renunciar a que siga existiendo.

AL GALATEA PODRÍA DARLE LAS GRACIAS, esto sería poquísimo, pero repito, mi pluma es muy modesta, no está a su altura. He decidido dejarlo en las manos del Sumo Hacedor y que éste le premie con justicia por su bien hacer.
Mis compañeros y yo, sabemos quien eres Galatea. ¿Cómo podríamos no saberlo? Entre otras cosas, dices. "Esperamos que tu decisión, sea fruto de la paz, y aunque sea en tu ausencia, sigamos juntos poniendo nombre a las estrellas". Paz es precisamente lo que no tuve, con la decisión que tomé.
Gracias GALATEA, gracias por tus palabras que me han hecho mucho bien. Este humilde grumete, pide permiso para embarcar nuevamente con mis camaradas, esperando y deseando que la sensatez y el sentido común se apodere de mi persona. Mi mayor deseo hoy, es seguir poniendo nombre a las estrellas, acompañado de vosotros.
Sigo citando a FACUNDO CABRAL: No hiciste ni un sólo pelo de tu cabeza, por lo tanto no puedes ser dueño de nada. Haz sólo lo que amas y serás feliz. El que hace lo que ama, está benditamente condenado al éxito, que llegará cuando deba llegar, por que lo que debe ser, será y llegará naturalmente.

Del primero del 55 al segundo del 62, solo hay escasamente siete años. Fíjate Manuel como cambiaron los acontecimientos, vosotros teníais televisión, nosotros nada de eso pudimos disfrutar.
A juzgar por algunos de vuestros relatos, parece ser que recién embarcados ya os daban los galones de ayudante especialista. Nada que ver con nosotros. En nuestro primer viaje nos ponían un circulo blanco en la faena gris, y otro rectangular en el segundo viaje. Durante el primer año abordo, solamente formábamos parte de la dotación del Galatea. Era en el tercer viaje y después de un previo exámen, cuanto te ascendían a ayudante especialista.
Consecuentemente el primer año la cinta del Lepanto solamente ponía Galatea. Era a partir del segundo año cuando te la cambiaban por otra que decía Escuela de Maniobras.
A Pita da Veiga solamente lo sufrí en el viaje de Guinea, nada que ver con Liaño de Vierna. Es mi opinión personal. Continúa...
19 noviembre 2012

Gerardo Ureña Massa dijo...
Sigue... Manuel Carrasco, del primero del 55 al segundo del 62, solo hay escasamente siete años. Guardias en Capitanía me tocaron dos, ya me perecen demasiadas.
Recuerdo que en una de ellas me tocó el jardín de noche, guardia de cuatro horas. Se hacen interminables. Había un reloj que daba las medias y las horas y te puedo decir que era desesperadamente largísimo.

A juzgar por alguno de vuestros relatos, parece ser que recién embarcados, ya os daban los galones de Ayudante Especialista. Nada que ver con nosotros. En nuestro primer viaje nos ponían un circulo blanco en la faena gris, y otro rectangular en el segundo viaje. Durante el primer año a bordo, solamente formábamos parte de la dotación del Galatea. era en el tercer viaje y después de un previo examen, cuando te ascendían a Ayudante Especialista.
Consecuentemente el primer año, la cinta del Lepanto, solamente ponía Galatea, era a partir del segundo año cuando te la cambiaban por otra que decía Escuela de Maniobras.
Miguel, me preguntas por Ventura. Yo posiblemente le conocería, ya sabes que allí nos conocíamos todos, siento decirte que el nombre no me recuerda nada.

A José Luis Martínez le quiero decir algo.
Entraste en este blog con mucho misterio e intriga, cuando descubrimos quien eras, prometes seguir escribiendo, alegas que aunque estás jubilado tienes mucho trabajo. Nunca más supimos de tu persona, ignoramos si estás bien. Debo decirte y te digo, que conociéndote como yo te conozco, este tipo de comportamientos siempre ha sido normal, es algo a lo que nos tuviste muy acostumbrados, siempre fuiste un "malqueda" José Luis. Bueno espero y deseo que estés bien, lo demás poco importa.
No quisiera despedirme sin darles las gracias y un especial recuerdo a todos los visitantes del blog, también a los que se suelen asomar y no tienen continuidad. A todos y aprovechando la proximidad de las Fiestas Navideñas, les deseo Paz y Felicidad.
A mis colegas les digo. "¡¡¡El Cirujano que me operó, me ha dado el alta médica!! ¡¡¡¡¡¡UN ABRAZO DE OSO PARA TODOS!!!!!!
 
19 noviembre 2012

Arminio dijo...
Gererado tú no embarcas de nuevo, tu siempre has estado a bordo, y esta es tu casa, tú velero, tus recuerdos y siempre los serán, aunque muchas veces estemos tan ocupados que nos olvidemos un poco de nuestra impronta que nos echó a la vida, y esa impronta para muchos es el Galatea.
Gracias por seguir entre nosotros, esperemos no defraudarte y hacerte sentir que tu decisión ha sido buena. Y como sabes, siempre hay maneras de ver las cosas, y existen muchas incógnitas que por mucho que se intenten despejar, nunca llegas a resolverlas y por lo tanto nunca llegas a saber el resultado de esta complicada ecuación.
Todo depende de la forma de ver la vida de cada persona, de los años que a cada uno les tocó vivir, de los comandantes y de los oficiales que estaban al cargo y de tantas cosas, que la realidad se deforma para cada uno.

Bueno también es una buena noticia lo de tu alta, por lo tanto ya estás poniéndote manos a la obra que tenemos que darle una buena mano de pintura, al Galatea, un buen recorrido de la arboladura y un baldeo que deje la cubierta como la patena. Esperemos que Castrillón deje de estar en la toldilla y entre todos comencemos esta nueva andadura. Un saludo a todos y a tí en especial Gerardo.

19 noviembre 2012
Manuel Carrasco Rubio dijo...
Encantado Gerardo Ureña.
En realidad ya decía que yo me incorporé a la Armada en la segunda convocatoria de especialistas de 1962, creo que eran cada seis meses, Esto tenía lugar en julio de ese año, que coincidía con el tercer reemplazo de servicio militar obligatorio, que era cada tres meses.
La V roja invertida si es cierto que nos la daban nada más llegar al Galatea, pero nos llamaban Aspirantes Especialistas y no AYUDANTES.


En cuanto a la televisión, si mal no recuerdo, no había en el barco, porque siempre recuerdo verla en el CIM de Ferrol, que estaba justo enfrente. Luego ya en los barcos si la teníamos, curiosamente recuerdo ver el partido España Rusia, que vencimos por 2-1 tras el famoso gol de Marcelino. Navegamamos por el Estrecho, no se si de vuelta o de ida a Canarias.
En cuando a navegar en el Galatea, estoy seguro que con aquella juventud y espiritu aventurero, me hubiera gustado mucho, a pesar que supongo que sería durísimo.
A Pita da Veiga lo conocí entonces, pero siempre en el CIM. Afectuosos saludos.

19 noviembre 2012

Castrillon dijo...

¿Qué estoy oyendo por esos rincones, detrás de las adujas de la estacha y brazas? ¿qué estáis tramandoooooooo?. Ya os tomáis unas libertades desconocidas hasta ahora por mi, que soy el gran Jefe, y mi sitio es la toldilla¡¡¡¡¡, si Arminio, no pongas esos ojos como sartenes, que os estoy vijilando contínuamente, y !!!aquí quien da las órdenes de embarque soyyyy yooooooooo¡¡¡¡¡¡ ¿enterados todos?.

Bien, me alegra mucho de oir a nuestro muy buen amigo y compañero de aquellos tiempos de navegaciónes GERARDO UREÑA, que quedaron en el túnel del tiempo, y que son testigos fieles, el viento, la mar, las nubes y todos aquellos elementos naturales que nos asediaban y complacían con sus rayos solares, y de noche las estrellas y la luna.

Ahí quedó todo grabado hasta el final de los tiempos, también las correspondientes dotaciones, todo queda en el tiempo, como fantasmas deambulando por todos los mares esperando volver a ver aquel viejo velero perdido en la soledad de los océanos y refugiarse en sus cubiertas, y oir las llamadas a la maniobras generales, escuchar las voces, las risas e ilusiones de ver cumplidos los deseos de los ascensos, de aquellas lejanas e imberbes dotaciones.Bueno todo pasó y todo queda en el aire.
¿Alguien recuerda su primer viaje al cuartel de Instruccion de Marinería? ¿ Que equipaje llevábamos?.

Yo por mi parte llevaba una maleta de madera, con una cerradura con llave, cuando llegué al cuartel, no se donde la metieron que no la he visto más, a partir de ahí mi compañero de equipaje fué el famoso saco de lona, blanco, al que solíamos pìntar un buque de guerra y nuestro nombre y compañia.
Bueno Ureña, ya seguiré refrescándote la memoria con temas de las dotaciones y personal.
Sin más recibir un muy cordial saludo todosssss y un muyyyy fuerteeee abrazoooooooo.
19 noviembre 2012

Anónimo dijo...
Ha sido un estupendo momento ver todas estas fotografías del Galatea, cuando yo estuve en el años 71/72, solo tenían cámaras de fotos muy pocos, no había la aficción ni la posibilidad de hacer fotos como ahora, por eso nos perdimos muchas cosas de las vivencias de alli, ahora lo primero que haré será comprar este libro y todo lo que encuentre de El Galatea.
Mi siguiente asignatura pendiente será ir a Inglaterra a verle, os felicito a los que habéis tenido esta idea, mis saludos. e.m.q.n.v.s.ferrar...j.h.g.
22 noviembre 2012

Arminio dijo...
Bienvenido a bordo del que un día fue tu Buque Escuela Galatea. Veo que te ha sorprendido el blog y las fotos, pero creo que debes visitarlo un poco más a fondo, no te quedes solo en la cubierta. Puedes ver vídeos, documentos, la canción del Galatea, los toques de silbato de contramaestre, sólo tienes que picar en las páginas de la derecha del blog.
Te he repetido tu comentario en este apartado pues es el que lee la gente más frecuentemente. Un saludo.
23 noviembre 2012

Miguel Gómez dijo...
Hola a todos, he estado leyendo los últimos comentarios de este blog, y veo que tanto Gerardo como Manuel Carrasco, hacen referencia a Pita da Veiga, quería aclarar que no se están refiriendo a la misma persona. Según me consta el que estuvo de Comandante en el Galatea cuando éste navegaba, era Felipe Pita da Veiga, y el que también fue comandante del mismo, cuando este buque estaba de pontón se trata de Gabriel Pita da Veiga. Desconozco el parentesco entre ambos, puede que fuesen hermanos o al menos eso lo parece pero no lo sé, así como también tengo mis dudas del que más tarde fue Ministro de Marina.

Gerardo, tú dices que tuviste dos Comandantes en el Galatea, pues yo en los dos años que estuve embarcado en dicho buque, creo que tuve tres: D. Ramón Liaño de Vierna, D. Felipe Pita da Veiga y D. Luis Arévalo Pelluz este fue el último Comandante de nuestro mítico velero mientras que estuvo apto para la navegación.
En cuanto a esos distintivos que vosotros comentáis cuando aún no habíais entrado en la escuela, pues eso tampoco se hacía en nuestras promociones. Hasta no aprobar los exámenes para ayudantes no había nada para distinguirse, es decir, en los primeros nueve meses todos eran marineros de segunda, excepto los flechas navales que sólo hacían tres meses de embarque para entrar en la escuela, por lo que llevaban seis meses de ventaja con el resto de su promoción.

Castrillon me has recordado la maleta, la verdad que no se para que la llevábamos, si no tenía ninguna utilidad, yo llevaba una pequeña de lona, que cuando nos dieron la ropa y nos cambiamos, puse dentro mis antiguas pertenencias y la dejé en un almacén en el CIM de Ferrol. Cuando aprendimos a saludar que ya nos dejaban salir a la calle de paseo, la facturé para mi casa, otros allí la dejaron, de todas formas la perdida no tenía mucho valor.
Con mis mejores deseos, que la felicidad sea insaciable para con todos. Saludos, Paz y Bien.
23 noviembre 2012

Manuel Carrasco Rubio dijo...
Hombre, me alegro ver nuevamente a este blog batiéndose con las olas. Llevaba varios días sin movimiento y me preguntaba si habían cambiado el lugar de los comentarios, pero no lo localizaba.
Pues bien, cuando yo llegué al CIM de San Fernando en julio de 1962 nos dieron una pequeña V roja y de una tela de mala calidad, para que nos la cosiéramos en la parte superior de la manga izquierda. Precisamente yo estaba haciendo esa labor solo en el sollado porque prácticamente acababa de presentarme, pues me incorporé unos días tarde por problemas de correo y no sabía que estaban haciendo los demás, cuando se presentó allí un h... de suboficial y sin atenerse a ninguna explicación me echó siete días de arresto.

Después de las comidas llamaban a los arrestados a formar en el cabrestante que había en el centro del patio para ir a la cocina a fregar. Ese desalmado estuvo a punto de que renunciase a seguir en la Marina, menos mal que no lo hice. Lo que me hubiera perdido.
En cuanto la V roja invertida, roja y de tela como la de los galones de cabo, nos la dieron nada mas llegar al Galatea.
Por lo que se refiere a Pita da Veiga, desconocía que existiera otro llamado Felipe, pero en 1962 D. Gabriel Pita da Veiga Sanz era capitán de navío, comandante del Galatea y del CIM de Ferrol, donde lo vi con frecuencia. No hay duda que ese, es el que de almirante, fue Ministro de Marina, lo reconocí perfectamente las veces que lo vi por televisión. Dimitió de forma fulminante cuando la Semana Santa de 1977 Suárez legalizó al Partido Comunista de España, no es mi intención entrar en política pero si reseñar un reciente hecho histórico.
Esto se puede constatar simplemente consultando en GOOGLE por esa persona. Saludos. Hasta la próxima.
23 noviembre 2012

Arminio dijo...
Buenas tardes a todos, espero que estéis todos perfectamente. Yo ando liado con los comentarios del Galatea y desde el nuevo blog ya podéis ver los comentarios desde el año 2011.
Intenté hacerlos de nuevo con letra más grande pero me ha sido imposible. Al llenar una página con un mes de comentarios ya no me deja meter más. LLevo varios días con ello, para nada.
Al hacer más ancho el blog del Galatea, los comentarios se ven mejor y he puesto un enlace que picando aparecen. En cambio desde el 1 de septiembre de este año si están con la nueva letra. Al menos están recopilados y los más antiguos del 2011, están guardados.

En cuando a la tradición de la familia Pita da Veiga viene desde antiguo y en cuanto al Galatea y al Cuartel de Intruccion de Ferrol, creo que son estos dos almirantes los que estuvieron en esos destinos, os dejo un poco de ellos.
Felipe Pita da Veiga y Sanz, nació en Ferrol en 1910 ingresó en la Escuela Naval Militar, estuvo embarcado en los cruceros Almirante Cervera y Libertad y en los cañoneros Canalejas y Cánovas del Castillo.

Fue comandante del cañonero Dato y del Buque Escuela Galatea y profesor del Buque Juan Sebastián de Elcano, así como director de la escuela de trasmisiones y electricidad A.E.T.E.A. y Capitán General de la zona Marítima del Estrecho.
Gabriel Pita da Veiga ingresó en la Escuela Naval Militar en 1924 y obtuvo el empleo de alférez de navío en 1929, con el que en marzo de 1930, fue destinado al crucero Victoria Eugenia. Una vez finalizada la Guerra Civil, en la que combatió en el bando sublevado, tuvo el mando de varios buques de guerra y en 1967 fue nombrado contralmirante, y con esa graduación fue jefe de la División Orgánica del Estado Mayor de la Armada y segundo jefe de dicho Estado Mayor (1969).
Vicealmirante en 1970, tomó el mando de la Comandancia General de la Flota al año siguiente. Es nombrado almirante en junio de 1972 y, el 8 de julio de ese mismo año, Jefe de Estado Mayor de la Armada, lo que suponía la culminación de su carrera profesional. Sin embargo, en junio de 1973, el presidente del Gobierno, Luis Carrero Blanco, le propuso al general Francisco Franco como ministro de Marina, cargo que asumió inmediatamente.
Un saludo a todos.
25 noviembre 2012

Gerardo Ureña Massa dijo...
Cuando yo me licencié de la Marina española, era un 30 de Diciembre de l958. Ese día para mí y para otros, tocaron la tan ansiada Diana Floreada. El que suscribe desembarcó de la Fragata Sarmiento de Gamboa, con pasaporte a Valencia. Ya comenté en este blog, y en otra anterior ocasión, que mi intención era embarcar en la mercante; me ennovié con la que hoy es mi mujer y este proyecto quedo aparcado.

Encontré un empleo de cocinero en el restaurante Tres Cepas. No tenía ni idea de cocina. Esta aventura duró dos años. Me ofrecieron un trabajo que me permitía tener fiesta los Domingos, y dedicarlo a poder estar con mi novia. Entré de dependiente en un tostadero de café, del que tampoco tenía nociones. Aprendí rápido. La Empresa crecía y aquel local se quedó pequeño. Nos trasladamos a otro bajo mucho más grande, y los jefes decidieron que yo me quedara en este, no quisieron cerrar lo que ya tenía una buena clientela. Pasé a tener la responsabilidad del negocio, me dejaron dos jovencitas mujeres y me hicieron entrega de las llaves.

Un día, para mi feliz, aparece por la tienda un Marinero español con su saco acuestas, dispuesto a comprar un paquete de café. Este Marinero esperaba el tren que le llevaría a su Murcia querida (mi tienda estaba próxima a la estación) para disfrutar sus días de permiso. Cuando le vi, no podía creerlo, no daba crédito a lo que estaba viendo, era el Cabo de Mar Conesa con sus galones rojos y su única ancla. ¡¡Si señores!! delante de mis narices, estaba el buenazo de Conesa. A Conesa le tuve de compañero en el Galatea y en el Gamboa.
Nos dimos un fraternal abrazo, estuvimos hablando durante todo el tiempo que le permitía la espera de su tren. Parece que le estuviera viendo. Conesa siempre fué un excelente muchacho. No tuvo mucha suerte, no aprobó de cabo especialista. Hacia cuatro años que yo me licencié. Conesa era más antiguo que yo y aún seguía de cabo segunda. Posiblemente Castrillón lo recuerde. Nunca más le volví a ver, supongo que con el tiempo llegaría a Celador de puerto y con un poco de suerte, unos años en un buen destino, y una digna jubilación. Desde aquí, estés donde estés, te sigo recordando con un gran afecto.
26 noviembre 2012

Gerardo Ureña Massa dijo...
Hace muchos años (el ejemplar que yo poseo data de l981) me regalaron un libro cuyo titulo dice así, "Viajes de un Marino", escrito por el entonces Capitán de Corbeta Luis de la Sierra.
En el capítulo primero, dice el autor, rumbo a las Madera a bordo de una bricbarca. He creído conveniente citar algunas cortas narraciones del mencionado libro, pensando que algunos y algunas, de los que escriben en este blog, les pueda gustar, asi como esa legión de anónimos que a buen seguro nos leen a diario.

En la pagina 10 de la Sierra dice lo siguiente. “Siendo alférez de navío, es decir, figurando ya en mi hoja de servicios cientos de singladuras de todos los carices, cosechados en tiempos de paz y de guerra, en los años 1944 y 1946 vivi en la mar la inolvidable experiencia de los dos mayores temporales de mi carrera.
Por ello lo que voy a relatarles puedo hacerlo con la perspectiva que arrojan treinta y cinco ininterrumpidos años de servicios, siempre en la "Escala de Mar".

En el verano de 1944 (sigue diciendo de la Sierra) embarqué en el buque-escuela de marinería Galatea: un barco de hierro, de 2757 toneladas de desplazamiento, que arbolaba tres mástiles, con aparejo de bricbarca, y del que uno de mis compañeros decía que en cierta ocasión fue hallado al garete en mitad del Mediterráneo, abandonado después de un motín y con la sangre de las víctimas saliendo aún por sus falucheras. Nunca pude averiguar lo que había de cierto o de fantástico en tan dramática historia, si bien es verdad que otras similares se dieron harto frecuentemente en los épicos y azarosos días de navegación a vela. El caso es que el veterano Galatea había tenido ya una larga y agitada vida, efectuando la carrera de trigo en Australia y navegando bajo varias banderas.

Estábamos en plena Segunda Guerra Mundial, y yo llegaba procedente del destructor Almirante Antequera, es decir, de un buque que en nada se parecía, no remotamente, al gran velero. Pero el criterio de entonces era que los nuevos oficiales deberíamos adquirir cuanto antes la mayor experiencia en todos los tipos disponibles de buques.

Tres días después de hacer entrega de mi orden de embarco zarpábamos de El Ferrol rumbo a las portuguesas islas de Madeira, llevando a un grupo de aprendices y de cabos de marinería que efectuaban sus correspondientes cursos en la Escuela de Maniobra de la Armada y que ahora harían sus prácticas de mar.
Navegamos dando amplísimas bordadas, aunque siempre buscando las derrotas veleras, pues no se trataba de llegar cuanto antes a Funchal, sino de acopiar singladuras; así que empleamos diecisiete días en el viaje de ida y veinte en el de vuelta, navegando siempre a vela. Tuvimos buen tiempo y hasta calma chicha.

Entonces cuando el aire quedaba inmóvil, el velero permanecía aboyado sobre una mar llana, como de vidrio, brillante e intensamente azul, con todas sus velas perezosamente caídas a telón, mientras los ruidos de abordo cobraban una resonancia especial, un tanto solemne. Nos hallábamos, por supuesto, a una distancia enorme de la, para los antiguos enteramente dependiente del viento en su propulsión, mortífera zona de las calmas ecuatoriales, a caballo sobre el cinturón del mundo. Continúa...
26 noviembre 2012

Gerardo Ureña Massa dijo...
Continúa...
Pero no podíamos menos de pensar en lo que tuvo que suponer, en los tiempos de la navegación a vela, el quedar allí atrapados, como sujetos al fondo del océano por alguna monstruosa rémora maligna, es decir, como el Galatea entonces, pero sin disponer de motores a bordo, durante semanas, en que los víveres frescos se evaporaban, el terrible escorbuto se cebaba en los más débiles o desnutridos, desfallecían las esperanzas, y los cerebros comenzaban a vacilar como una llamita a punto de extinguirse.

Días de soledad infinita, interminables, enloquecedores, aprisionados por el círculo inmenso del horizonte de aquel implacable desierto líquido. Hasta que se acababa por echar los botes al agua para remolcar al velero y tratar de arrancarle de la zona maldita, abrasadora durante el día y siempre si un soplo de viento que se mantuviera algún tiempo en la misma dirección, u obstinadamente encalmada, silente, como muerta, en la que el tiempo parecía haberse detenido y no se veía vela o mástil alguno en lo que abarcaba la vista del fatigado serviola encaramado en la cofa.

¡Qué angustia la de aquellos marinos reducidos a la impotencia, al transcurso de unas singladuras de agonía, derivando a merced de impalpables y desconocidas corrientes, de efímeras y caprichosas ventolinas o de copiosos chubascos de agua que parecían jugar malévolas con sus esperanzas! ¡Cuántos veleros atenazados en aquella zona siniestra resultaron ignorados víctimas de sangrientos motines y fueron abandonados por sus enloquecidos y supersticiosos tripulantes!.

¡De cuántos ignotos dramas resultaron únicos testigos el sol abrasador o las chispeantes estrellas y aquellas aguas y aires letales, que parecían dejados de la mano de Dios!. Porque sabemos de casi todos los veleros que pudieron escapar, pero nunca conoceremos la suerte de tantos otros allí desaparecidos con su gente al completo, abandonados, pasto de incendios fortuitos o hundidos por pequeñas vías de agua que los hombres ya no tuvieron fuerzas para achicar con las bombas... porque, durante los siglos XVI, XVII y XVIII, el ¡cincuenta por ciento! de los marinos que se hacían a la mar jamás regresaban: sucumbían de alguna manera, ¡quién sabe de cúal!, precisamente en ella, en este inmenso cementerio acuático sobre el que ahora flotábamos encalmados.

Para los oficiales de la dotación, el Galatea resultó un barco agradable y romántico. Las guardias de puente y la maniobra con el formidable aparejo de vela eran apasionantes, y el resto del día, cuando no teníamos que observar con el sextante, dar alguna conferencia a los alumnos o hacer acto de presencia durante las "malditas" limpiezas, lo pasábamos leyendo, tratando de atrapar algún tiburón o enzarzados en ruidosas partidas de Bridge en la cámara.
Sin embargo, en los dos viajes que aquel semestre hicimos a las Madeira tuve la impresión de que el buque que marinábamos pedía más, que sentía la nostalgia de los tiempos idos, en que su quilla araba valientemente la redondez completa de La Tierra, las ilimitadas extensiones del océano Índico y del mar Austral, retaba a los "cincuenta bramadores" y tiraba de las terribles barbas grises de los cabos de Hornos y de Buena Esperanza.

Que los nuestros eran para él viaje de trámite, sin importancia, en que ni sus mastelerillos llegaban a percibir, siquiera sobre el horizonte, el refulgir de la argentada y espléndida Cruz del Sur, que tanto impresionase a los navegantes medievales portugueses y, veinte siglos antes, a los marinos fenicios que por vez primera circunnavegaron África.
Y es que nuestro velero, construido en Inglaterra en 1896, se consideraba aún, sin duda, muy capaz de cortar en ambos hemisferios todos los meridianos del Globo... Continúa...
26 noviembre 2012

Gerardo Ureña Massa dijo...
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En su página 16 de la Sierra cuenta con muchísima precisión los baldeos diarios de las guardias del alba.
Las guardias del alba (dice de la Sierra) presentaban otras "distracciones", pues durante ellas se efectuaba el baldeo de toda la cubierta. Se comenzaba por remojar bien las tablas, luego se las rociaba con arena y polvos de gas y, después, catorce o dieciocho hombres, equipados con escobillas de brezo, frotaban al unísono, infatigables, de proa a popa, por una y otra banda, arriba y abajo.

Tras varias concienzudas pasadas por todo el barco, se limpiaba la cubierta arrojando, con rara y nada fácil destreza, el contenido de infinidad de baldes llenos de agua de mar. La faena duraba más de una hora y media y, aunque las tablas quedaban tan limpias que realmente se podría comer sobre ellas sin necesidad de mantel, suponía un gran esfuerzo físico, sobre todo para quienes, con la espalda totalmente arqueada debido a la cortedad de los manojos de brezo, tenían que frotar como condenados.

Decidí hacer algunas pesquisas. En el pañol del contramaestre encontré varias docenas de magníficos bruses de mango bien largo, ¡sin estrenar !, pero tímidas sugerencias al segundo de abordo cayeran en el vacío y aquel absurdo sistema de baldeo continuó igual que hacía quinientos o tal vez mil años.
Una madrugada, la inevitable faena se inició como de costumbre. Puesto que estábamos encalmados y el tiempo no presagiaba sorpresas, excepcionalmente bajé a cubierta, detuve el baldeo y ordené al contramaestre arrojar por la borda todas las escobillas de brezo.

El hombre me miró un instante con pasmo, fijamente, y en sus ojos pude leer la sombra de una sospecha: ¡quizá pensó que me había vuelto loco ! Pero su duda no duró más de una fracción de segundo y, marino disciplinado, reaccionó inmediatamente. ¡Todas las escobillas fueron largadas por la borda! Luego, las que quedaban en el pañol siguieron idéntico destino, y después le subieron los cepillos de mango largo y se prosiguió la faena, un poco más humanizada ya, me pareció a mí.

Al amanecer, por nuestra popa aún flotaban, con aspecto derrotado pero demasiado próximas y acusadoras, docenas de escobillas de brezo. Porque yo había roto una inveterada costumbre, pero sabía que aquel destronamiento vegetal podía tener desagradables consecuencias para mí. Sin embargo, o el comandante del buque - escuela no se enteró ( tal vez el segundo de abordo no quiso romper su habitual mutismo por nimiedad semejante), o, quizás en el fondo conforme conmigo, prefirió ignorar el cambio.

No quiero poner en duda la veracidad del entonces alférez de navio de la Sierra, pero, conociendo la enorme disciplina a la que nos tenían sometidos en los años 1955/56/57, tengo mis recelos de que no pasara nada, teniendo presente que esto sucedió en 1944.
Nosotros seguíamos baldeando con agua de mar, arena, polvos de gas, y las escobas de brezo seguían siendo las inseparables compañeras. Los bruses solamente se utilizaban en puerto extranjero. Su finalidad era hacer ver a las gentes que desde el muelle miraban como baldeábamos, la buena y magnífica maquinaria de que se nos dotaba para baldear.

En resumen y realidad, pura y dura hipocresía. La diferencia de nosotros a los años 1944 era que ya no utilizábamos los baldes, teníamos mangueras que con una bomba sacaba el agua.
En la página 17 de la Sierra narra un hecho que los veteranos del Galatea solían contarnos a los recién embarcados.
Nuestra alegría de vivir de jóvenes oficiales solo se empañó una vez, debido a un luctuoso y terrible accidente. Después de pasar algunos días en El Ferrol, en dique seco, limpiando fondos, fuimos a Marín para dar realce con el barco, fondeado en la espléndida ría de Pontevedra, a una entrega de despachos, en la Escuela Naval, a los oficiales de la Milicia Universitaria.
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26 noviembre 2012

Gerardo Ureña Massa dijo...
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Dos días después salimos para El Ferrol, donde tuvimos que entrar cuatro singladuras más tardes, es decir, una antes de lo previsto. El triste suceso se desarrolló así. Por la mañana, estando de guardia en el puente, recibí orden del comandante de dar el aparejo. Apenas había viento y la mar estaba tranquila; de modo que la cosa no parecía presentar el menor problema.
De todos modos, el oficial de derrota subió al puente para supervisar la maniobra. A través de un megáfono dí las órdenes de ritual:

¡Listos a largar el aparejo! ¡Gavieros y juaneteros al pie de la jarcia!
Inmediatamente se escucharon las pitadas de señales de los contramaestres de palo, y la gente corrió por cubierta.
¡Gavieros y juaneteros arriba! ¡Gente al pie de la jarcia!.
Aquellos comenzaron a trepar por los flechastes del trinquete y del palo mayor con la soltura y agilidad, propios de los avezados. Al estar todos en las cruces de sus respectivas vergas, ordené: ¡Fuera! ¡gente arriba! Instantes después escuchamos un grito de muerte, escalofriante, que llegaba de las alturas. Miramos hacia allí. Uno de los juaneteros del palo mayor se había desprendido de su percha y caía dando vueltas, rígido con los brazos pegados a lo largo del cuerpo y las piernas estiradas, en una actitud que supuse instintivamente defensiva.

Aquel trágico voltear desde una altura de casi cuarenta metros duró muy pocos segundos, pero quedaría grabado para siempre en la retina de quienes, horrorizados, claramente comprendimos que el hombre no caería al mar, sino en la cubierta. Tras dos o tres volteretas completas en el sentido longitudinal, la dramática visión desapareció por babor tras las casetas del combés, pero inmediatamente oímos un golpe terrible y vimos esparcirse en todas direcciones los blanquecinos pedazos del reventado cerebro de aquel infortunado marino de dieciocho años.
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26 noviembre 2012

Gerardo Ureña Massa dijo...
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Quedamos sobrecogidos. ¿Cómo habría podido caerse? Porque no se trataba de ningún novato, sino de un profesional con experiencia, pero, ¡ay! son precisamente éstos quienes se caen de los mástiles, por paradójico que pueda parecer.
Sí, fué el exceso de confianza, en una faena habitual y sin problemas dada la bonanza del tiempo, lo que sin duda originó la caída del marinero del Galatea.

El comandante del buque-escuela telegrafió inmediatamente al capitán general de El Ferrol, y adelantamos la entrada a puerto. Los padres del infortunado muchacho llegaron desde Madrid, de donde eran naturales, para asistir al entierro, y quedamos impresionados por la fortaleza de ánimo y resignación cristiana con que aquella afligida pareja aceptó el inesperado y cruel golpe que le deparaba el destino.

Por mi parte, nunca olvidaré la trágica pirueta de aquel ilusionado joven que, habiendo escuchado la llamada de las olas, quiso cambiar "los mares de ondulantes mieses" de su tierra natal por el azul infinito y coronado de espumas del inmenso océano.
En las páginas 19, 20, 21, 22, 23 y parte de la 24, de la Sierra narra un temporal que les sorprendió de Funchal a Ferrol. Impresionante, los que tengan interés, les recomiendo su lectura, y si me siento animado prometo contarlo otro día. La caída del marinero juanetero, como digo más arriba, era algo que los veteranos solían contarnos a los "peludos" y nosotros cogíamos el testigo y lo pasábamos a la siguiente promoción, es como si nadie quisiera perder la memoria.

Dicho de otra forma, parece como si los mamparos, palos, cubierta y todo el barco en sí, se hubieran conjurado para no olvidarlo jamás. Los veteranos también nos dijeron que esa verga fué arrestada largo tiempo. Como me lo contaron, lo cuento.
El libro consta de 222 páginas, en ellas de la Sierra cuenta su paso a bordo de el Juan Sebastián de Elcano así como otros buques de la Armada Española. Libro recomendable para gentes de mar y admiradores. Los que tuvimos la suerte de navegar en el Galatea, debemos sentirnos afortunados. Es complicado poder entender el destino en un velero que no navega.
Si a la escuela de maniobras le quitas sus viajes de mar, ¿qué le queda? ¿cómo se puede entender el destino en un velero que no navega? Tan irracional es esto, como el abandono a que fué sometido.

Quise escalar la cumbre inaccesible,
descender al abismo por mi pie,
conocer lo remoto y lo asequible,
descifrar el enigma del ¿por qué?

Wilhelm Raabe
26 noviembre 201

Manuel Carrasco Rubio dijo...
Después de leer el largo e interesante relato de Gerardo Ureña, paso a hacer una pregunta a ver si alguien me responde.
Tengo la duda después de tantos años de mi salida de la Armada, si Contramaestre se llamaba solo al grado de Sargento de maniobra y si ascendía a brigada ya se llamaba brigada de maniobra y así sucesivamente. También vale esto para Condestable en el caso de Artillería. Añado que en mis tiempos, 1962 a 1965, se instituyó el grado de sargento primero.
26 noviembre 2012

Arminio dijo...
Bueno Gerardo, ya te respondí por correo, pero aprovecho para decírselo a todos. Este blog, hace ya algunos años se hizo con la intención de que sea de todos y todos se sientan bien en él. Creo que a todos les pertenece y para eso está, para escribir y para que lean los marinos que no desean participar, aunque leyendo ya participan de los escritos.
Tu relato, como siempre excepcional, me refiero al tuyo al de la tienda de café, el resto también pero ya está en un libro y viene bien que la gente lo conzca. La historia del cabo de mar Conesa pasa a ingresar "Relatos del Buque Escuela Galatea". Gracias otra vez Ureña, por estar junto a nosotros. También aprovecho para dárselas a todos los que sin sus escritos esto no sería nada. Espero que estén de acuerdo castrillón y Miguel que son los fundadores de este blog.

Yo, poco puedo aportar a Manuel sobre el tema de los cargos, pero creo que la especialidad no se pierde hasta el grado de mayor de la escala de suboficiales, o alférez de navío. Creo por lo tanto, que siempre son Contramaestres o Condestables o Amanuenses o Mecánicos o cualquier otra especialidad hasta que por algún curso de transformación o por ingresar en la Escuela Naval se pasaría a oficial con otros estudios y especialidades, y se perdería la condición de contramaestre, aunque sería reconocida para su formación como Oficiales, y Jefes. A mi entender se alcanza el grado de contramaestre con el ascenso a sargento. Me cabe una duda, que condición tendrían aquellos cabos primeros chaquetilla, hasta que ascendían a sargentos.
De todas formas el señor Castrillón tiene la palabra que tiene toda la experiencia del mundo. Un saludo a todos.
26 noviembre 2012

Gerardo Ureña Massa dijo...
Arminio, eres genial y extraordinariamente único. Darte las gracias por el correo del cabo Conesa, repito, darte las gracias, se me queda muy pobre. Me dejas sin palabras, no tengo la suficiente riqueza en mi pluma para hacerte justicia. Gracias compañero, eres una persona especial. Que Dios te Bendiga Arminio.

Manuel: Como veo que pasan los días y Castrillón no te contesta (cosa rara) lo voy a hacer yo. Lógicamente te cuento lo que era normal en mis tiempos.
En la Armada y en el manual que nos entregaron en el Cuartel de Instrucción de Marinería en El Ferrol, no existían los sargentos, ni los brigadas, eso quedaba solamente para los de tierra, y la Infanteria de Marina.

De tal modo que, el sargento en la Marina, era suboficial segundo y el brigada suboficial primero.
EJEMPLOS: El contramaestre del palo mesana del Galatea era D. Pablo San Emeterio, es decir contramaestre segundo. El contramaestre de cargo del Galatea era D. Jeús Freire, es decir, contramaestre primero. Si supuestamente estuviéramos en El Ejército de Tierra, al presentarnos a cualquiera de estos mandos diríamos, a la orden de Vd. mi sargento, o mi brigada. Por contra en la Marina diríamos, a la orden de Vd. D. Pablo, o D, Jesús.

Después, las cosas fueron cambiando mucho, tanto que me cuesta creerlo, pero todo avanza y nuestra Marina no es una excepción. Si en mis tiempos, alguien me hubiera dicho que habrían mujeres en nuestra Marina, yo me hubiera partido de risa.¡¡PUES YA VES!!
Espero haberte complacido Manuel, y ayudarte en en la pregunta. Saludos cordiales.

José Mª, ME TIENES PREOCUPADO. ¿Te pasa algo,? ¿estás malo,? Llevas muchos días sin escribir en el blog, y eso no es normal en tí. Deseo que todo esté bien, que no te
pase nada. Por favor dinos algo. Un fuerte abrazo.
30 noviembre 2012

Miguel Gómez dijo...
Muy bien Gerardo, por tu exposición acerca de los suboficiales de nuestra época, muy bien, comotodo lo que haces, pero en el ejemplo me gustaría que hicieses memoria, yo recuerdo a D. Jesús Freire de Mayor Contramaestre, también puede que en aquel trayecto en el tiempo, fuese ascendido, que todo podría ser.

También recuerdo a casi todos los contramaestres que eran segundos, excepto D. Saturnino, D. Pedro, no sé si había algún otro que no recuerde, ya sabes que con tanta distancia en el tiempo a veces la memoria no está todo lo clara que debía estar, para mí ya es una proeza recordar todo eso.
A Castrillon no creo que le suceda nada, lo que si ocurre es que está pasando unos días entre Madrid y Guadalajara, disfrutando de sus hijos y nietos, que tienen su residencia por esos lares, desconozco si tiene acceso a internet, o carece del tiempo necesario para intervenir en la tertulia, de todas formas según me dijo solo serían unos días, por lo que pronto estará en su Asturias. Como es el jefe, cuando lo considere oportuno ya entrará en este espacio, para deleite de todos los que seguimos estos comentarios.

Era un día de navegación por la tarde, ya habíamos dejado muchos de ellos atrás, yo estaba de guardia de cuartelero en el sollado de popa. Como es sabido las tardes eran ociosas si no estábamos de guardia y no había maniobras generales.
Se me presenta un ordenanza y me dice que el segundo Comandante quería que me presentara a él en cubierta, hizo lo mismo con el que estaba de guardia en el sollado de proa, yo subo por la escotilla como un flan, él estaba en la banda de babor, nos presentamos a él y nos dice que iba a pasar por los sollados, pero que no diéramos la voz de atención, que él quería pasar revista pero sin molestar a nadie. Así se hizo, unos dormían en el suelo, otros jugaban a las cartas, otros estudiaban, en fin lo normal de todas las tardes, los que le veían sí que se ponían en pie, él les decía que continuaran, era una buena persona creo que se llamaba D. Emilio Nieto.
Como de costumbre, deseando lo mejor para todos y para cada uno de los que pasan por este lugar, mis más afectuosos saludos.Paz y Bien.
30 noviembre 2012

Arminio dijo...
Buenas tardes a todos. Gracias Ureña, pero te has pasado, he hecho lo que se debe hacer, ni más ni menos, no ha sido nada extraordinario solamente poner tus excelentes comentarios donde deben de estar, nada más. Pues entre todos nos vamos familiarizando con la escritura y cada vez lo hacemos mejor, esto lo digo por Miguel que siempore piensa que no lo hace bien, pero se equivoca, es excelente y Castrillon también. Todos trasmitís algo que te llega muy adentro.

También he dedicado en nombre del todos los marinos que han coincidido con él en el Galatea, unas palabras a Luis de la Sierra, espero que hayan sido acertadas. También un saludo en nombre del Blog "Buque Escuela de Maniobra Galatea". He hecho esto pues en un blog le están haciendo un homenaje. Esta dedicatoria está en el blog "Relatos del Buque Esccuela Galatea" en el apartado Anécdotas del Galatea y su Dotación".
Poco más tengo que decir, aunque le puedo comentar a Miguel que no se preocupe que a veces es necesaria una pequeña calma en la navegación. También le digo a Manuel, que yo si hice muchas guardias en Capitanía General y la primera que hice me tocó junto a un ancla que había en la entrada del cuerpo de guardia, que daba a los jardines. En el libro aleta de tiburón se describe perfectamente las guardias en ese lugar y como nos llevaban en los camiones desde La Graña.
Castrillon donde andasssssss, que el Franco de Ría se está alargando demasiado. Un saludo a todos.
30 noviembre 2012 


Manuel Carrasco Rubio dijo...
Gracias a Gerardo Ureña por su información.
Cuando yo me incorporé en 1962, ya existían los grados de sargento, brigada,mayor de segunda y mayor de primera. Poco después se creó el grado de sargento primero, con un angulito en el galón y el grado de subteniente. con una pequeña franja más en la sardineta de brigada, o sea, como en Tierra y nos dirigiamos a ellos también por su cargo, aunque cuando conocíamos sus nombres continuaba el tratamiento marino de D...

Seguía el cargo de contramastre para la especialidad de Maniobra y Condestable para Artillería, pero lo que creo recordar que solo se llamaba así a los Sargentos de esas especialidades y a los otros grados, como tal, brigada...
No se si me explico, pero esto es lo de menos, pues como lo importante es contar vivencias del Galatea, contaré una en la próxima entrada, pués aunque estuve poco tiempo, leyendo este blog me vienen algunos recuerdos.
Que si cambian los tiempos... Tampoco yo me hubiera imaginado mujeres en la Marina, pero no me hubiera importado tener alguna belleza por allí. Ahora me fijo en los desfiles y compruebo que les han diseñado un lepanto, para mi precioso, combina un aire femenino y a su vez marcial. Hasta otra. Saludos.
02 de diciembre 2012

Manuel Carrasco Rubio dijo...
Como he comentado en otras ocasiones, en nuestras convocatorias de especialistas (cada semestre), Todos hacíamos el periodo de instrución en el C.I.M. de San Fernado y a continuación todos hacíamos el período de ambientación en el Galatea, durante unos tres meses, con nuestra V roja invertida en la parte superior de la manga izquierda, como aspirantes especialistas. Se elegía especialidad y cada uno a su escuela.
Ignoro cuando se inicia ese período de ambientación, ni exactamente cuando concluyó, pero me consta que ya en 1968 no se hacia. Después de la jura de bandera en el CIM de San Fernando, cada uno a su escuela. Saludos.
02 de diciembre 2012

Miguel Gómez dijo...
Buen día tengan todos los ex-galateos y todas las personas afines a este blog, así como los visitantes que se acercan a este portillo.
En primer lugar quisiera agradecer a Arminio los halagos que hace acerca de mis narrativas, así como de mi ortografía, no cabe duda alguna que estos empujes son muy considerados, pero sigo diciendo que me considero muy pequeñito, ante tan fabulosos cronistas, lo que sí puedo decir, y digo, es que estoy súper orgulloso de pertener al entorno de todos ellos, que aún sin conocernos personalmente nos une una férrea amistad, la que creo que perdurará hasta el final de nuestros días, pienso que es el deseo de todos, como buenos galateanos, me estoy refiriendo a todos los que pertenen a este blog y los que de alguna forma han pertenecido al mismo.

Recuerdo que cuando llegábamos a Ferrol después de aquellos viajes de instrucción, las chicas se acercaban preguntando si habíamos traído pastillas de jabón, de la marca LUX y PAMOLIVE, al parecer estas marcas aún no se comercializaban en Ferrol, es cierto que yo siempre tenía algunas, pero nada de comerciar con ellas, siempre las regalaba. No todos hacían lo mismo, así como con el café de caracolillo, el tabaco rubio americano, la lencería femenina etc. había quien lo compraba para comerciar con estos y otros productos.
Supongo que os acordareis de aquellos tubitos quitamanchas, que se llamaban ferrokit, iban muy bien para quitar las manchas de óxido que solían salir con bastante frecuencia en los uniformes blancos.

Cuando estuvimos en Martinica visitamos una finca bananera, nos regalaron muchas bananas, no sabíamos que estos frutos manchaban tanto, nos pusimos los trajes perdidos con las manchas que luego no salían con nada, gracias a este producto pudimos salvarlos, quedaron perfectos.
No sé si a vosotros os sucede lo mismo que a mí con el blog, pues os cuento, desde hace unos días cuando lo abro y lo tengo cargado, no sé por qué motivo, me salen un montón de anuncios emergentes, que no me dejan hacer nada ni se pueden eliminar, por lo que tengo que volver a hacer la misma operación varias veces, lo cierto es que es un incordio, pero lo curioso es que sólo lo hace en este lugar, si se tratara de un virus supongo que lo haría en cualquier otro sitio, ó no, haber si alguien sabe algo de esto, o solo me sucede a mi, espero información.
Con mis mejores deseos, saludos para todos no se olviden de ser felices.Paz y Bien.
03 de diciembre 2012

Arminio dijo...
Gracias Miguel por tus comentarios, espero que estemos todos aquí mucho tiempo, pues es un buen lugar para escribir.
Los tubitos antióxido se siguen vendiendo en la actualidad y eran una buena solución para eliminar de la ropa esas manchas imposibles de quitar. Yo tuve una cazadora vaquera de color blanco, se veían pocas ya que me la regaló un marino americano en Rota, y después de unas largas navegaciones, al ir a la pensión donde tenía la ropa guardada, comprobé que todos los botones, que eran metálicos, habían oxidado toda la cazadora y el remedio fue infalible, con el Ferrokit eliminé todas las manchas y quedó nueva.
En cuanto a los anuncios, puede ser que tu ordenandor recuerde los sitios de internet donde te metes y según tus preferencias te llene de anuncios. A mi en cambio no me pasa en este blog, aunque me pasa en otros.

Debes elminar el historial de exploración de vez en cuando. Se hace así: Arriba en la regleta de internet, pica en herramientas, elminar el historial de exploración, señalas todos los apartados con el ratón y dices eliminar. Hazlo varias veces a la semana, así el ordenador no te almacena tus preferencias.
Llevo varios días que estoy localizando fotos del Galatea inéditas. He puesto algunas en Imágenes del Galatea III. Un saludos a todos.
03 de diciembre 2012

Miguel Gómez dijo...
Espero y deseo que este día, así como todos los venideros estén repletos de felicidad, para los que de alguna forma tengan algo que ver con este espacio, que así sea.
He hablado telefónicamente con Castrillon, que aun continua por tierras de Castilla, dice estar alejado del blog por carecer de acceso a internet, como siempre me hace servir de ordenanza, para haceros llegar sus saludos para todos, también me advierte de que no se nos ocurra hacer ningún tipo de rebelión a bordo, que él sigue siendo el Comandante del Buque sin intención de dejar el mando por muchos años.

Esta es la época más adecuada para hacer el auténtico exámen de marinera, por el Océano Atlántico por el área de Finisterre, donde los temporales son demoledores, cuantiosos y extensos en el tiempo, donde nuestro frágil velero quedaba a merced de la desatada furia Atlántica, donde las cocinas y panadería quedaban fuera de combate, por la persistente mar embravecida que golpeaba sin piedad a nuestro viejo velero, donde el hambre, sueño, frío y cansancio eran los que dominaban la vida a bordo.
Lo cierto es que eran días infernales, aunque en estas circunstancias navegábamos a la capa, a veces también había que subir a los palos porque el viento hacía estragos en el velamen aunque estuviera aferrado. Las guardias eran reforzadas es decir de seis horas durante el día y otras seis durante la noche, mejor dicho siempre estábamos de guardia, ya que nuestros aposentos también estaban llenos de agua, los coys y mantas totalmente mojados y el cerrar los ojos se convertía en un lujo que no estaba a nuestro alcance.
Sobrevivir a todo esto ya era una proeza, por eso creo que este era el exámen más cualificado de la escuela de maniobra, y no digamos nada si con este mal tiempo nos hacían hacer ejercicios de seguridad interior, que también los había.
De momento lo dejaremos aquí, animando a todos los que habitualmente escriben y a los que aún no lo ha hecho, que recuerden este lugar para verter todo cuanto deseen referente a nuestro añorado Galatea, pienso que hay muchas mentes saturadas de recuerdos que a todos nos gustaría leer en este blog.
Deseando lo mejor para todos, que sean muy felices, saludos. Paz y Bien
07 de diciembre 2012

Arminio dijo...
La pequeña dotación del Galatea ha escuchado el "Portillo al Mundo", de mano de nuestro querido Miguel, que lo ha sacado a pesar de no ser domingo, pero como hay muchos días de fiesta, bienvenido sea.
Los que no probamos la navegación en el Galatea, pero si todo lo demás, nos lo imaginamos añadiendo a nuestra vida cotidiana en el velero, las dificulatades de la mar y claro todo eso unido debería poner a prueba a unos muchachos drurísimos y con gran entusiasmo, que era la manera de vencer estas enormes dificultades.
Desde aquí otra vez reconozco el arrojo y valentía de aquellos especialistas que navegaron en el Galatea y que tenemos el privilegio y el placer de escuchar. Un abrazo a todos ellos.
07 de diciembre 2012

Miguel Gómez dijo...
Adiós Ferrol y la Graña, Mugardos y su bahía, adiós calle de San Pedro donde yo me divertía, atraca chinchorro y vuelve atracar que somos marinos y nos hacemos a la mar. Esta cancioncita se oía a bordo cuando iniciábamos los viajes de instrucción en el Galatea.
Como es sabido estoy en contacto con Castrillon, me dice que desde ayer está intentando mandar un comentario para este blog, pero lo hace desde un ordenador de su hijo, que es de ultima generación con tecnología avanzada, a la que él no domina, que cuando ya lo tiene listo y lo envía se borra todo, por lo que no es capaz de insertarlo en el blog, yo le he dicho que de todas formas se lo agradecemos, que basta con la buena voluntad para cooperar como de costumbre, ya pronto estará en su Asturias querida y desde su habitual medio lo hará con toda seguridad.

Todos los que estuvimos en el Galatea, sobradamente sabemos que los jardines de marinería ( servicios ), se encontraban bajo el castillo en la amura de estribor, también sabemos que estos se componían de letrinas que a su vez tenían desagüe libre por el costado del buque, pues bien, cuando navegábamos por aquellos temporales, donde el citado buque sumergía la proa en la mar, el agua salía a presión por dichos desagües, por lo que si te encontrabas haciendo las necesidades fisiológicas en ese momento, no era necesario el papel higiénico, quedabas súper limpio y no solo las partes bajas, también de todo el cuerpo.
Luego había que cambiarse de ropa si es que quedaba alguna seca, que a veces estaba toda mojada, por lo que no tenias opción a cambiarte, ahora que ya he escrito este párrafo creo que en algún comentario anterior ya había expuesto algo similar, pero debe hacer ya mucho tiempo, puede que alguien no lo leyera, eso me motiva a dejarlo nuevamente en este lugar.

Al parecer los vientos alisios ha dejado de soplar, por lo que nuestro velero hace ya varios días se encuentra al pairo (parado) pues da la casualidad de que yo en estos momentos tampoco tengo muchas fuerzas en el soplo, también al parecer sufro la apatía contagiosa del resto de la tripulación, que espero que todo esto sea pasajero y pronto nos pongamos todos manos a la maniobra general.
Una vez más reitero lo mismo, que todos estemos disfrutando de una buena calidad de vida, que los vientos nos sean propicios, afectuosos saludos para todos los componentes de este blog, así como también para aquellos que de cualquier forma siguen la blanca estela de nuestro añorado velero Galatea. No olviden de ser felices, caña a la vía, Paz y Bien.
12 de diciembre 2012

Arminio dijo...
Adiós Ferrol y La Graña// Adiós Mugardos y la Bahía //Adiós calle de San Pedro, donde me divertía // Atraca chinchorro y vuelve a atracar // estamos cumplidos queremos marchar // queremos marchar // queremos marchar // atraca chinchorro y vuelve a atracar…
El Galatea tiene la quilla de pino // por esos sus marineros son más borrachos que el vino…
Y el Galatea tiene la quilla de alambre // por esos sus marineros se están muriendo de hambreeee//
Atraca chinchorro y vuelve a atracar// esamos cuplidos queremos marchar// En la proa del Galatea hay lágrimas y no ha llovido// son lágrimas de pelones al ver marchar los cumplidos// Atraca el chichorro y vuelve a atracar, estamos cumplidos queremos marchar.
Bueno aún recordamos esas viejas cancioncillas, y como no los jardines del Galatea, que aún permanecían cuando ya no navegaba, aunque no recuerdo si se utilizaban.
Un saludo a todos y espero que nos vengan bien estas vacaciones, pero ojo que hay que volver al pie del cañon.
12 de diciembre 2012

Gerardo Ureña Massa dijo...
LA GRAN CAMARADERIA CON "GÜILI".- COSTADO Y BOTES.
Cuando embarqué en el Galatea, aquel mes de Marzo de 1955, me asignaron un número, y la segunda brigada pasó a ser mi nueva familia, familia que tenía su dormitorio, comedor y sala de relajamiento en el sollado de popa. También me concedieron un nuevo rancho, este debería ser mi destino durante los nueve meses siguientes.
Los trabajos habituales, los tenía en costado y botes. Mi responsabilidad consistía en mantener los botes en perfecto estado de policía , secos,limpios y las chumaceras siempre relucientes.

Un día, aparece un muchacho más alto que yo, y me dice que era de la primera brigada, y también le asignaron el mismo destino. Este chico natural de Madrid resultó ser Carlos Enrique Jiménez de Cisneros y Ponce de León, alias "Güili" para los amigos y para los menos amigos. No eramos de la misma brigada, pero a diario nos reuníamos en el destino. Entre nosotros fué creciendo una gran amistad, amistad que día a día se consolidaba más.

Cuando llegamos a Valencia le presenté a mi familia, creo recordar que comió en casa un par de veces, y mamá le dijo que le hiciera llegar toda la ropa sucia que tuviera para lavarsela y plancharla. "Güili" la matió en el saco, y se la entregó a mi madre, su ropa se lavó, se planchó y una vez lista, se regresó al Galatea.
Estas cosas, para nuestra familia insignificantes, parece ser que "Güili" le dió más valor del que tenía, y lo magnificó en demasía, tanto que en su hábitual carteo con su madre se lo hizo saber.
Cuando llegamos a Ferrol el día 15 de Julio, los de la primera tanda de permiso, ya teníamos el pasaporte en la mano, asi pues, el 16, fiesta de nuestra Patrona, a las 6 de la mañana, desembarcabamos con rumbo a la estación del ferrocarril para tomar el tren que nos llevaría a nuestras casas, para goce y disfrute de unas más que merecidas vacaciones.
"Güili", no pudo salir en la primera tanda, le tocó la segunda, por lo que desafortunadamente para nosotros, supuso un gran contratiempo, ya que teníamos planes para pasar tres días juntos en Madrid, pero el hombre propone y Dios. . .
Mi gran amigo, me recomendó encarecidamente, visitar a su madre en Madrid, le di mi palabra de honor de que la visitaría, y al mismo tiempo la conocería. Conocer a Doña. Concha, (así se llamaba la madre de "Güili") fue un regalo del cielo. Pocas veces te encuentras en la vida, con personas tan dulces y próximas.
Dña. Concha era un cielo de mujer, madre de su único hijo, y de mi, casi que también.
Le dije que salía para Valencia. Ya, pero no me dejó partir; me aconsejó que descansara esa noche en su casa, de esta manera, al siguiente día, más fresco, más descansado y relajado, llegaría a Valencia mucho mejor.
¿Cómo le podía negar a una señora tan dulcemente amable, con un exquisito trato y un cariño, como una madre, da a un hijo? Continúa. . .
12 de diciembre 2012

Gerardo Ureña Massa dijo...
Sigue... Dormí en la cama de Carlos. Cuando me desperté ya tenía el desayuno en la mesa, sin faltar esos riquísimos churros que tanto me gustan. Desayuné como un marqués, un lujo de mesa para un muchacho que no estaba acostumbrado a tantos excesos. Doña Concha era una señora con un alto nivel cultural y tenía una conversación muy linda y amena, pasar unas horas con esta señora fué todo un lujo.
Esto se hizo costumbre y cada vez que tenía permiso, hacía noche en Madrid, y dormía en casa de "Güili". Nuestra amistad llegó a ser tan fuerte que fuimos la envidia de algunos compañeros, éramos inseparables; su madre solía enviarle paquetes con cierta frecuencia, él nunca los abría hasta que no estábamos los dos juntos. Los paquetes que "Güili" recibía eran muy generosos, y abundaban las ricas tabletas de chocolate Nestlé de 300 Grms.

En el verano del 57, me destinaron al minador Eolo, con base en Cartagena; "Güili" tuvo que repetir curso. Nos despedimos en Ferrol con una gran pena.
El Eolo tenía que salir para Cádiz a reponer artillería, yo no quería ir a la Carraca, permuté con un cabo del Gamboa, andaluz y de Cádiz, él feliz y yo también.
Si mi memoria no me es infiel, creo recordar que en el verano del 58, Doña Concha estuvo en Cartagena. Pasamos un día juntos, estuvimos hablando de Carlos, de su nuevo destino, y también comentamos el tema sentimental.
En el viaje de Puerto Rico, Carlos se enamoró de una Puertorriqueña, y ésta bebía los vientos por Carlos. La Puertorriqueña, de nombre Rosa, era una mujer separada, y a esto Doña Concha le daba mucha importancia. Yo traté de restarle distancias, pero ella lo tenia muy claro, no era posible de ninguna manera este enlace.
Esta fue la última vez que yo viera a Doña Concha, nunca más la volví a ver.

Carlos y el que suscribe solíamos tener una muy pobre correspondencia, pero nos escribíamos de cuando en cuando. Ya licenciados ambos, un día me escribió y en el mismo sobre recibí la foto de su boda. Se había casado con Conchita, una linda muchacha de Madrid. A partir de ese momento (y creo que fué por culpa mía) dejamos de escribirnos. Fue pasando el tiempo y bien por los problemas del momento, bien por que ya tienes una familia, con todos los dolores de cabeza que esto suele tener, bien por cientos de cosas que serían larguísimas de enumerar, esta relación se fue enfriando, y se enfrió tanto, que se congeló.
Por aquellas fechas, solía ir con frecuencia a Madrid; no recuerdo como fue, pero la buena cuestión es que hablé por teléfono con Doña Concha, y me dijo que su hijo vivía en San Blas y que trabajaba en la Dirección Nacional de Seguridad, en la Puerta del Sol.
Un día fui a Sol, pregunté por él y después de muchos años nos volvimos a ver. Nuestro encuentro fue muy frío por su parte, me quedé desarmado, hice varias lecturas de su comportamiento, más no llegué nunca a entenderlo. Ignoro si todavía sigue en el mundo de los vivos, ignoro, suponiendo que así sea, si se mete en este moderno mundo de la información.
Yo desde este blog quiero hacer un llamamiento. Si alguien sabe de él, y por favor quiere, que informe, yo se lo agradeceré eternamente. Si alguno de sus hijos (creo que tuvo varios) nos lee, y lo tiene a bien, yo también se lo agradecería.
Y por último, me voy a dirigir a ti Carlos. "Estés donde estés, en este mundo o en el Cielo, quiero que sepas que en Valencia está Gerardo, que te sigue llevando en su corazón y que jamás se olvidó de su gran camarada "Güili".

A Arminio felicitarle por su preciosa ornamentación navideña. Eres un tío grande !!!
A Miguel darle las mil felicitaciones por los "jardines", he pasado unos deliciosos minutos de mucha risa. El mejor chiste en mucho tiempo.
¡¡¡Eres un fenomeno!!! ¡¡¡a rumbo, salud y mucho amor!!!
12 de diciembre 2012

Arminio dijo...
Gracias a todos por mantener este lugar en perfectas condiciones de agradable lectura con vuestros escritos.
No se si lo habéis notado, pero la música ya no sale automáticamente, sino que que hay que accionarla para escucharla, de esta manera no molesta a nadie. Si queréis podéis picar en el sonido del mar que es más agradable, pero opcional como creo que debe ser todo en la vida.
Bueno como se van acercando las Navidades, hemos puesto algún adorno, si os disgusta o pensáis otra cosa decírmelo.
Un saludo a todos.
12 de diciembre 2012

Manuel Carrasco Rubio dijo...
A mi, por ejemplo, me alegran los anuncios navideños, aunque un gusto decreciente, en orden inverso a los años. Sí me molesta que, cada temporada, por intereses comerciales nos empiecen a hablar antes de la Navidad, practicamente en setiembre. Sufro de angustia, parece como si hicieran correr la vida a más velocidad y ya sabemos cual es la meta.
Que me perdone Miguel Gómez si en esta ocasión me apropio transitorimente de su Paz y Bien para todos.
12 de diciembre 2012

Castrillon dijo...
Hola a todos, por fin estoy en mi tiera, en Asturias, en la localidad de Avilés, volviendo a oír el eterno graznido de las inseparables gaviotas. Estas aves marinas, siempre las tuve a mi lado durante toda mi vida, estos días que estuve en Guadalajara y Madrid, echaba de menos sus graznidos por las mañanas, pero bueno, ahora ya todo esta en su correspondiente sitio.
Aunque, no apareciera por esta ventana, o mejor dicho por este portillo, no por eso dejaba de estar al corriente de todo lo que pasaba, ya que tengo un gran espía que me contaba todo lo que pasaba, pero, a la vez he visto que para vosotros es un gran traidor, ya que está atento a cualquier situación que fuera anormal, y pasaba a delataros, claro que, se creía que le iba a perdonar parte de los brriletes que me debe, pero ya sabéis el dicho " Roma no paga a traidores" así que, todavía me sigue debiendo la misma cantidad, cinco mil barriletes. Bueno sigo a continuación.
15 de diciembre 2012

Castrillon dijo...
Hola de nuevo, ya he leído todos los comentarios que están expuestos en esta página, muy bien por todos los escribientes.
Bueno, no se por donde empezar, Ureña, gracias por contarnos la historia de Güili, yo lo conocía como también a ti, ya que recuerdo perfectamente cuando embarcaste en aquella galera que solamente servía para navegar con sus velas y nosotros, día y noche pendientes de sus caprichosas peticiones.
Nuestra única misión cuando estábamos un poco descansados era estar pendientes, y así siempre, mirando a las nubes si cambiaban de dirección, lo mismo que a los grimpolones,por los frecuentes cambios de vientos. Eran unos momentos de duros trabajos para nosotros, pero bueno, de esa forma nos forjamos en la mar, peleando con las velas y todos los elementos naturales.

Es muy cierto que en aquellos lejanos tiempos, y en el lugar en que nos encontrábamos y con los mismos sufrimientos y sin tener con quien confiar, la amistad sana y sincera, era un tesoro muy a cuidar y no perderlo. ¿A quién teníamos a nuestro alrededor y alejados de tierra sin poder compartir nuestras penas e ilusiones?.
A nadie, sólamente a los compañeros, pero muy en particular a aquellos que eran muy sinceros sin esperar nada a cambio, en estos sí confiámos todas nuestras penalidades y alegrías, y ahí se forjaba una verdadera amistad que queda grabada en nuestro interior a prueba de fuego y que, a pesar del paso de los años simpre queda en nuestras memorias.
Yo por mi parte también tengo un gran amigo de aquella época, es de San Lucar de Barrameda, todavía nos seguimos llamando por teléfono muy frecuentemente, tanto él como su inmejorable esposa e hijas. Los años han pasado pero, nuestra gran amistad ssigue como en aquellos tiempos, siempre hemos estado navegando en la misma escuadrilla de Dragaminas, y hemos estado en los EE.UU de América nueve meses haciendo cursos de navegaciones.

También otros cursos, en los barcos de guerra americanos, hasta que yo me fui en el año 65 destinado a la Guinea Ecuatorial, ahí fué donde nos separamos, pero seguiamos en comunicación hasta que regresamos de aquella colonia, y nos volvimos a ver en San Fernando.
Sí, esas antiguas y sanas amistades quedan para la eternidad grabandas en nuestro interior.
15 de diciembre 2012

Castrillon dijo...
Bueno aprovecho para deciros en estos días navideños, que nos acordemos de todos nuestros amigos que andan dispersados por diferentes lugares del planeta, unos ya partieron para el más allá de las estrellas, y otros todavía permanecemos en este planeta llamado tierra.
A todos vosotros, amigos presentes que estáis escribiendo en estas páginas, a los que escribieron y se encuentran ausentes, a todos los que se dedican a leer estos escritos, a todos los comapañeros de navegaciones en los diferentes buques de la Armada, y muy especial en aquel viego velero llamado Galatea, y a tí, que en tu silencio y soledad estas leyendo estas páginas, y que con tu mente le das vida a estos escritos sin que nadie sepa quien eres, para tí, sí también para ese para amigo desconocido esta felicitación.

!!!A todos vosotros y dentro de vuestras costumbres y necesidades, os deseamos unas felices fiestas navideñas, en compañía de los seres que más amáis y que tengáis un feliz Fin de Año y feliz año Nuevo. Que el Dios que siempre nos guardó en todas nuestras travesías en la mar, os guarde a todos. !!!!! Ureñaaaaaa también va para tiiiiiiiiii.
15 de diciembre 2012

Manuel Carrasco Rubio dijo...
Leo muchas palabras emotivas, aunque desconozca a quienes las escriben. Oh Asturias, la conozco y la quiero. He estado allí en varias ocasiones, en Perlora, entre Avilés y Gijón, al lado de Candás. Podría hablar mucho sobre ello, pero creo que no debo extenderme.
Bien, me he dedicado a viajar por casi todos los rincones de España y en algunos he vivido largo tiempo, pero nos une el Galatea y la Marina. A todos: salud, creo que es el deseo más completo.
16 de diciembre 2012

Castrillon dijo...
Hola de nuevo a todos, ya veo que estas páginas son visitadas por muchas personas de lo que nos alegramos mucho, pero no nos damos cuenta del enorme trabajo que supone estar atento y corregir, si, es necesario lo expuesto en este tablero, y este fatigoso trabajo lo lleva a cabo nuestro buen amigo y compañero Arminio, sin sobresaltos ni palabras de desaliento, es una labor silenciosa que muy pocos tienen en cuenta, pero, si nos percatamos bien de su gran trabajo y su gran ánimo para éste fin, donde nos encontramos todos de tertulia, como si estuvieramos en una tarde de verano en los puertos viendo entrar y salir los buques, atentos a los compañeros que desembarcan para acompañar y saludar a los amigos que, llevan meses sin vernos.

Sí es una gran alegría, cuando estás en puerto y ves llegar un buque que, por su porte ya sabes que buque es y, quien esta ahí embarcado. Ya desde la cubierta nos divisan y levantan sus brazos en ademán de saludarnos, y que nos indican que los esperemos, ellos también conocen nuestros buques, saben de memoria nuestras navegaciones, y los puertos donde recalamos.
!Que gran compañerismo y amistad se unen en los buques¡ una vez en puerto, queremos hablar todos a la vez, deseando cuanto antes, exponer nuestros acontecimientos en esa navegacion, cuando por fin uno se pone a contar, el resto espera a que termine para poder entrar a contar sus odiseas.

Así se echan las tardes hasta que llega la noche, y nos encaminamos a una taberna, y ahí dando rienda suelta, a nuestras tetulias nos pasan las horas hasta que se tiene que ir otra vez a bordo, dejando en tierra a aquellos que se encuentra retirados o que todavía tienen más días en puerto.
!Feliz vida es esta cuando no tienes ninguna otra preocupación, sólamente llegar a puerto para visitar a los amigos y recrearse en otras aventuras¡.
Bueno Carrasco, me alegro mucho que conozcas Asturias, Perlora es uno, de los hermosos rincones que tenemos aquí, lo mismo que en cualquier pueblo de todo el liroral español, todos son hermosos.
Bueno, os deseo a todosssss un buen fin de semana. recibir un muy cordial saludo y un muy fuerte abrazo.
16 de diciembre 2012

Castrillon dijo...
Hola, es para deciros, que el trabajo en la escritura lo tengo muy difícil, ya que no funciona bien el ratón, mañana tengo que comprar uno nuevo, para poder corregir los errores que se comenten con las teclas, así que perdonar estas anomalías en los escritos, con letras intercaladas donde no corresponden. Gracias a todos.
16 de diciembre 2012

Arminio dijo...
Bueno parece ser que nos volvemos a reunir a bordo, pero falta mucha dotación, donde están que no aparecen por cubierta a formar.
Busqué el comentario de una señora alemana familiar de uno de esos jóvenes supervivientes del Buque alemán Pamir y quedó borrado en el antiguo blog, tan solo he rescatado su nombre, al hacer nosotros un comentario al rspecto. Lo copio literalmente:
"Hola a todos, hace unos días se perdieron unos comentarios, entre ellos, uno de una señora alemana que creo se llama Elisabeth. En su comentario en el idioma de su país de origen, agradecía la existencia de este blog, sobre el Galatea y sobre todo la especial mención que se hacía en él, con respecto al comentario sobre el buque de cinco palos Pamir".
Buscando, buscando ha aparecido algún comentario a destacar, ya buscaré más. De todas formas se pueden ver en el blog de Comentarios del Galatea. Os lo copio en el siguiente comentario. Un saludo a todos.
16 de diciembre 2012

Arminio dijo...
Comentario antiguo de Jose Castrillon Mesa dice:
A TI NEREIDA GALATEA.
Soy un marino, uno más de los que se cobijaron en tu regazo, uno más de los que tus afectos perduraron en nosotros y lograron sobrevivir al paso del tiempo. Adolescentes que en esa etapa de la vida sintieron tus caricias como una impronta que quedó adherida a nuestra realidad formando parte de nuestro primer conocimiento.
En ti confiamos nuestros primeros pasos y absorbimos tus enseñanzas, entregando a otros tus sabias lecciones, entregando a otros nuestras descripciones pero quedándonos nosotros con el mayor tesoro, las sensaciones vividas en ti.
Después de muchos años y formados por tu generosa y sutil mano, tenemos el convencimiento de que no nos defraudaste.

Tenemos la seguridad de que sabiamente te encargaste de guiarnos cogidos estrechamente de tu mano, haciéndonos sentir la seguridad de tenerte siempre a nuestro lado.
Hace ya mucho tiempo que orgullosa surcabas todos los mares sin descanso, siempre en tu puesto, en la roda del buque: vigilante, inquieta, marinera, tenaz, valiente, cual diosa afamada y bella.
Tus enormes brazos apuntaban siempre hacia el cielo, hacia las estrellas que te guiaban. Cada uno adornados de blanco, vestidos con tus mantos y velos para recoger el viento, para guiar a tu proa, para cortar rauda las aguas, para llevarnos de puerto en puerto.
Eras majestuosa, gallarda, esbelta, orgullosa, altiva y otra vez digo bella, Nereida Galatea.
En tu navegar valiente y lozano, con tu cara al viento, rompiendo tempestades , todos los buques salían a tu paso, te rendían pleitesía y homenaje, desfilaban delante de ti Galatea, cual danza en tu honor, como pretendientes confiados en ser ellos los dueños de tu mirada.
Pero éramos nosotros, los afortunados, los alagados, por llevarnos en tu seno.
Éramos nosotros los que como pago a tus cuidados y excelencias te acicalábamos para que ni un rasguño, empañase tu inmaculada y blanca figura. Bruses, lampazos, y enérgicos brazos de jóvenes enamorados que ante cualquier contratiempo permanecíamos siempre vigilando.

Si Nereida Galatea, hasta tenías un jovenzuelo adolescente, que por ti tenía mal de amores, pero tú permanecías impasible, imperturbable en tu augusto carácter.
Pero todo pasa Nereida Galatea, todo pasa, hasta para una diosa como tú. En la más triste soledad fuiste olvidada de todos. Atrás quedaron aquellos lejanos tiempos en que eras la envidia de todos los mares, el espejo de todos los buques, el sueño de todos los navegantes. Atrás quedaron los tiempos en los que hasta el dios Neptuno mandaba bandadas de delfines para ser compañeros de tus travesías, acercándose a ti ,dando saltos de alegría, obsequiándoles tú Galatea con una dulce sonrisa.
Si Nereida Galatea, en unas imágenes tuyas te vi muy envejecida, no me lo podía creer, pero eras tú. Tenías el rostro surcado por las arrugas del paso del tiempo y estabas en el abandono más absoluto. En tus entrañas albergabas gente marginal que a cambio de nada tu acogías en tu más entrañable intimidad.
Si Nereida. Galatea el tiempo pasó también para ti. Has terminado en un asilo, al que llaman, museo y allí te exhiben. Ya no se oyen las algarabías de tus dotaciones, ni el estridente ruido de los silbatos de los contramaestres dando órdenes, ni el sonido de la cabullería golpeando contra los palos, todo es silencio, el tiempo engulló todo.
Sabes Nereida Galatea que hace unos días un viejo marino, que perteneció a tu dotación me preguntó por ti. Yo, agaché la cabeza y no respondí, estuvo largo tiempo esperando la respuesta, y yo seguía con la cabeza inclinada hacia adelante, y con mis ojos llenos de lágrimas, mudo, quieto, silencioso. Ante esta actitud me respondió, te entiendo, ya me lo has dicho todo, y dirigiéndome una profunda mirada se marchó silencioso.
16 de diciembre 2012

Arminio dijo...
Otro comentario de Castrillon.
Quietud y calma. Sentado en un noray sus ojos escudriñan las aguas del puerto. Estaban ansiosos de verter la mirada en algún navío que al surcar las aguas apaciguasen las incansables inquietudes de un marino en tierra.
Con la mirada seguía el trazado fugaz de las estelas dejadas por los buques, con ansias de volver a sentirse hombre de mar.
Su corazón palpitó con un ritmo más acelerado cuando en el horizonte, sus vivos ojos observan como se dibujaba la figura blanquecina de un velero blanco de tres palos, que tras su lenta marcha se hacía cada vez más cercano y familiar.

Su rostro se desencajó cuando fue sorprendido por el ruido quejoso del motor de un camión que hacia maniobras no lejos de él. Al mirar pudo observar que los vehículos estacionados a su alrededor eran modelos ya anclados en el tiempo. El más moderno que pudo observar era un Renault Gordini de color blanco hueso. El tiempo había retrocedido y la ciudad bullía entre voces de vendedores ambulantes, aguaderos, bicicletas y caballerías. Todo había cambiado, el tiempo había retrocedido más de medio siglo.
Giró rápidamente su cabeza y divisó la bandera española en el pico de la cangreja de aquel velero que ya había llegado a la bocana del puerto.
Al doblar el espigón se hizo visible el letrero que lucía inmaculado en su popa con el nombre del buque.
Leyó Galatea y tuvo que leerlo varias veces abriendo sus ojos hasta casi salírsele de sus órbitas. No se lo podía creer era el Galatea.
Sintió como su cuerpo se iba diluyendo poco a poco y como si viajase a través de la brisa marina, se unió a un joven cabo segundo de maniobra, que preparado en la amura de estribor, aguardaba la orden para lanzar la guía que uniría a tierra el amarre del Buque Escuela de Maniobra Galatea.
16 de diciembre 2012

Castrillon dijo...
Oye Arminio, tienes el don de remover los sentimientos más profundos que están anclados y grabados en lo más hondo de nuestro ser.
Sí, estuve leyendo estos dos últimos escritos y es como si volviera a rejuvenecer sesenta años atrás, me dan escalofrios al ver de nuevo a aquél joven e imberbe muchacho, con los pantalones remangados hasta las rodillas, subir con una velocidad digna de un atleta, por las jarcias hasta los juanetes,y una vez arriba sentarme en la verga tomando el sol y mirando hacia el horizonte, esperando a que tocaran retirada para ir a comer.

Si, fueron unos momentos que retrocedí en el tiempo, no hubo nada que me indicara que era ya una persona muy mayor, pero solamente fué un momento, poco tiempo, pero mereció la pena, en ese instante, mi cuerpo se sentió libre de la edad,y recuperó toda su juventud, !pero fue muy poco tiempo¡ no pude detener ese espacio, fué imposible, aunque retrocedieran todos los relojes del mundo, mi tiempo jamás retrocedería.
El tiempo se encargó de dejar las marcas de su poderoso y trágico paso por mi cuerpo, !claro que me dio un fuerte escalofrío¡ ya no puedo jamás recuperar aquella lozana juventud.
Es verdad, cuando veo, desde el puerto entrar algún buque a vela, y me encuentro solo, me quedo mirándolo largo tiempo, mientras por mi mente veo desfilar toda mi vida, desde la más temprana edad en esos buques, así quedo hasta que algún amigo, se para, se pone junto a mí y cambiamos impresiones sobre esos buques.
Al finalizar me marcho lentamente, volviendo la cabeza hacia atrás para volver a ver a ese barco,como si no fuera a verlo jamás, y en mi interior me despido de él con un gran suspiro de amargura y resignación.
Oye Arminio, también haces mención de aquél joven que quiso conquistar a aquella dulce y bella dama que se encontraba en la roda del buque, jajajajajajaaaaa, sigues echándola de menos, jajajaaaaa, menudas calabazas te dió jajajaaa. Eso fué la mejor confesion que has hecho en tu vida, jajajaaaaaaaa.
Bueno amigos todos, recibir un muy cordial saludo y un muy fuerte abrazo a todos, !!!!!! Ureñaaaaaa donde estássssss¡¡¡¡¡¡.
16 de diciembre 2012

Miguel Gómez dijo...
Hola, me es muy gratificante volver a contactar a través de estos comentarios, con las personas que frecuentan este blog, sean o no de la dotación del Galatea, mi gratitud para todos ell@s.
He podido apreciar que esta dotación, al parecer está en babor y estribor de guardia, lo cierto es que faltan algunos puestos por cubrir, yo de momento cubro el que tengo asignado, pero me temo que algunos otros se quedarán sin cubrir, por lo que ese trabajo recaerá sobre los asistentes.

El hecho de ser uno de los últimos en acudir a esta maniobra, es debido a que he estado un tanto guarecido en sotavento, esperando por si amainaba esta ventisc en forma de comentarios, que se ha desatado estas últimas horas, me satisfacen estos desencadenados golpes de mar, sobre todo porque le dan vida a este espacio, la prueba de ello está al final de la pagina, es el contador que no cesa de escalar números como si de la tabla de jarcia se tratara, pues nada mucho ánimo y que no cesen.
Haber, Manuel Carrasco, yo no tengo nada de que perdonarte por utilizar frases o palabras, que yo haya hecho servir en alguno de mis comentarios, no me gustaría que estuvieses retraído en absoluto, usa con toda libertad todo el diccionario español que para eso está, por supuesto que no es de mi propiedad, por lo que te digo adelante compañero.

Como es más que lógico he leído los comentarios que Arminio ha desempolvado, que en su día los escribió Castrillon, me ha venido a la mente los muchos comentarios tan bonitos, que quedaron atrás en este blog, así como mucha poesía digna de ser leída, de todas formas los que tenéis capacidad para ello podéis continuar, para deleite de los demás.
Castrillon ha vuelto con el hacha de guerra levantada, me llama traidor y sigue diciendo que estoy en deuda con él, por un montón de miles de barriletes, que bien sabe de que yo no le debo nada, ya que jamás he tenido la ocasión de jugar nada con él, que no comparto esos inventos y es que ni por Navidad me deja en paz, esperaremos al próximo año haber si las aguas vuelven a su cauce, hasta Ureña se pone de su parte y me dice que haber si liquido la deuda, porque él no está por perdonar nada, yo le contesto que se trata de una broma, como supongo que los lectores también lo consideran así.
Afectuosos saludos, para todas las personas que se acercan a estas páginas, hasta otra. Paz y Bien Continuamos con caña a la vía.
16 de diciembre 2012

Arminio dijo...
Bueno ya antes de retirarme, saludo también a Miguel, que junto con Manuel y Castrillón han estado de maniobras esta tarde en el Galatea, como se puede ver en sus gratas intervenciones.
A ver donde están ocultos aquellos que se quieren escapar de estas maniobras, que el Galatea necesita de todos, pues son muchos palos y vergas a cubrir, además de otros destinos imprescindibles para la navegación.

Como viene a colación, aprovecho para decir que excepto los primeros comentarios que quedaron eliminados, por el año 2010, el resto los podéis ver y leer en el blog, "Comentarios del Buque Escuela Galatea". Están recientes aunque ya sean antiguos. O sea que podéis hacer una pequeña singladura por ellos y rescatar algunos si queréis. De esa manera se puede ver que nuestros escritos no son tipo Facebook, como se ha llegado a decir de nosotors.
Después de la Oración, con el aire freco de la mar y el incesante balanceo de Galatea en esta navegación, me retiro hasta mañana. Un saludo a todos.
16 de diciembre 2012

Manuel Carrasco Rubio dijo...
Cuanta admiración siento leyendo estos escritos llenos de poesía marinera. Comprendo, aunque yo no navegase en el Galatea, el pobre ya estaba apontonado, navegué en fragatas y las noches en alta mar eran evocadoras, poéticas, con la paz interior que se sentía simplemente divisando una luz a lo lejos así, al menos, no te sentiás tan solo. Lo he repetido muchas veces, pero no se explicarlo: ¡hay que vivirlo! ¿Estáis de acuerdo? Saludos.
17 de diciembre 2012

Arminio dijo...
Claro que sí, es algo que te acompaña a lo largo de tu vida, el ver el murullo de la mar al abrirse paso el buque sobre las aguas, ese sonido unido al pequeño movimiento de las estrellas guiñando en el oscuro cielo, y esos amaneceres de guardia en el puente, cuando se veía una leve luz en el horizonte, que se iba transformando en rojiza e incandescente hasta dar paso al sol quue comenzaba a asomar su limbo entre las aguas.
También al mirar por la borda en días de luna se veían iluminados por la luna, la fluorescencia de aquellos peces voladores que saltaban de las aguas para durante uno o dos segundos volar por el espacio reservado a los terrestres, abandonando momentáneamente el líquido y salado elemento para comenzar a imaginar como sería su vida evolutiva como pájaros.
Bueno y un sin fín de pensamientos en los que esas noches de guardia, quietas y silenciosas te sumían y te hacían volar mirando las estrellas. Un saludo.
17 de diciembre 2012

Castrillón dijo...
Hola a todos. Bueno, no se por donde empezar, pero iré por orden.
Arminio hace referencia a aquél velero alemán llamado "PAMIR", si fué un gran buque velero con todos sus palos cruzados. No se me va de la mente cuando entramos en aquél puerto, ahora estoy en duda si fué en Bremen o en Amberes, estoy seguro que fué en uno de esos dos puertos.
Todavía estoy viendo las caras de aquella jóven dotacion que estaban en aquel buque escuela, todos ellos asomados por la borda mirando y escudriñando todos nuestros movientos, tanto los del buque en sus maniobra de atraque como los de la dotación, y los palos de nuestras velas, todos lo escudriñaban con la máxima atención, y se veía que hacían algunos comentarios por la manera del movimieto de sus cabezas, hablando los unos con los otros.

Nosotros tampoco perdíamos detalle de su buque y de toda su arboladura, parecia que, nos estábamos midiendo las fuerzas,para adivinar quien sería el mejor en las correspondientes maniobras, pero llegó el momento, pues en aquel buque se tocó hacer la maniobra de cubrir candeleros y vergas, para efectuar el correspondiente saludo hacia nuestra llegada. Fueron muy buenos subiendo por las jarcia y cobriendo las vergas, una maniobra muy correcta.
Después de aquél saludo, con unas palabras dirigidas por el comandante de aquel buque, nos tocó a nosotros devolverles el saludo, nos dieron la orden de cubrir candeleros y las vergas, y como verdaderos gatos subimos por las jarcias y rápidamente cubrimos las vergas, fue una maniobra perfecta. Por la gran rapidez y destreza, les habíamos ganado en esa maniobra. Después de los famosos saludos con el "hip,hip hip urra" tres veces, tocaron retirada, y la misma velocidad con que habíamos subido, lo hicimos para bajar a cubierta.
Ellos no pestañeaban,viéndonos efectuar esa maniobra. (Aclaro) esa misma maniobra era muy corriente en nosotros, no hemos hecho ningún esfuerzo fuera de lo normal, pero, fué una perfecta demostración de nuestro adiestramiento en esa clase de maniobras.
No es que fuéramos mejor que ellos, estábamos mejor adiestrados, más prácticos; ellos no fueron malos en la maniobra, !noo¡ fueron muy buenos, pero nosotros teníamos más experienza.

A partir de nuestra entrada en aquel puerto y estar atracados cerca de ellos, y ser de nuestra misma edad, fuimos muy buenos amigos todos,llegamos a comprendernos los unos a los otros. Cuando salimos nos han despedido con muy buena simpatía hacia nuestro buque y dotación lo mismo que nosotros hacia ellos.
Al Pamir no lo hemos visto más navegar sobre las aguas de la mar, está descansando para siempre en lo profundo la sus aguas, nuestros respetos para aquella admirable dotación y amigos nuestros.
Esto ya lo escribí yo hace tiempo, pero me hizo recordar estos lo escrito por Arminio.
17 de diciembre 2012

Castrillon dijo...
Hola a todos de nuevo, creí haber leído en el escrito del ordenanza de segunda Miguel, que no me debía nada, ningun barrilete. Bueno, lo que me faltaba por oír, pero estas sublevaciones tienen un tinte muy antiguo ,me huele a un asesoramiento de un tal Arminio, como siempre a la cabeza de los rebeldes, pero lo vais a tener muy claro, ya sabeis que tengo en reserva a varios, de mi guardia personal y últimamente se afilió otro llamado UREÑAAAAAA, de lo cual me alegro mucho.
Así que Miguel, tienes la obligación de pagarme esos hermosos barriletes que me debes,! siiii¡¡¡ no pongas esa cara de inocente, cuanto antes los pagues mejor para todos, ya que pienso invitar a toda mi guardia personal, pero a vosotros a beber agua caliente para que no os resfrieis.

Bueno, Ureññaaaaaa, te estamos esperando, que nos vamos de viaje en aquellos lentos y ruidosos trenes de asientos de madera, que nos llenaban de carbonilla y vapor, cuando entrabamos por los túneles aquello era asfisiante, nos llenaban la ropa blanca de carbonilla, ¿te acuerdas de ellos? además para ir desde Asturias hasta Barcelona para coger el barco para Mallorca donde teníamos la base, tardábamos cuatro fechas. !!!!! Que tiempos aquellos ¡¡¡¡ tan lejanos que ya no hay memoria de ellos.
Bueno, venga todos animaros, a mandarme una tableta de turrón, os lo agradeceré durante dos dias, luego lo olvidaré.
De momento sin otro particular, recibir un muy fuerte abrazo todossssssssssssss...........
17 de diciembre 2012

Arminio dijo...
Leía un escrito de Castrillon, donde llamaba a grandes voces a Ureña y de pronto no me lo pude crer, Ureña había llegado a mi casa y poco a poco sus escritos y su amor al Galatea me fueron invadiendo, dejándomde pensativo.
Fui ojeando sus postales, sus fotos, y la mía unido al Galatea. Era increíble y además al leer esos poemas me quedé summergido en mis pensamientos, imaginando que buenas personas y mejores compañeros tenían que navegar en el Galatea. Cada uno de ellos inmejorables personas. Ureña, Castrillon, Miguel, Meizoso, Manuel, Fernando y muchos más. A todos ellos mi emotivo agradecimiento por haberme permitido ser su amigo.
A Ureña en particular le dedico estas insignificantes letras del Galatea, él se refleja en ellas, al menos para mi.

Digo tu nombre, Galatea, tu nombre,
ardido de soles y de júbilo creciente,
y mi corazón enamorado siente
más clara la presencia del latido.

Galatea que navegas repetido
por los quietos espejos de mi frente,
a mí regresa tu paisaje siempre
como si nunca retornaras del olvido.

Y surge en mi, tu añorada vida marinera
como pinceladas de alegre primavera,
de espumas en tu casco de cristal.

Y tu voz de colores, y tu alada
corona de blancura trabajada,
en gaviotas y pétalos de sal.

Para tí Ureña, el Galatea se merece personas como tú y tú buques como el Galatea.
17 de diciembre 2012

Gerardo Ureña Massa dijo...
La conjuntivitis-Viaje a Puerto Rico
No recuerdo la fecha, podría ser entre el 10/12 de Marzo. ¿El año? 1956.
Fuí víctima de una fuerte conjuntivitis, el médico del Galatea decidió hospitalizarme, y así lo hizo.
Permanecí 17 días en el centro sanitario; cuando me dieron el alta, el Galatea ya no estaba en Ferrol.
Me destinaron al Arsenal, aquello era mucho peor que el barco, la comida pésima, las instalaciones mejor no hablar.
Debo decir, y digo, que no me trataron mal, pues en ese momento yo ya era ayudante especialista, y el único profesional de marineria. Gocé del beneplácito de oficiales y suboficiales, y me concedieron mucha libertad, considerándome como de la familia; siempre,claro está, respetando los rangos como mandan las ordenanzas.

Pero yo no estaba agusto, mi único pensamiento estaba centrado en el Galatea; intentaba por todos los medios, ver cuantas posibilidades tenía de tomar el barco en Tenerife, dado que este era el primer puerto que tocaría.
Hablé con el segundo comandante del Arsenal, y me dijo que no estaba en sus manos. Debería hablar con el segundo comandante de Capitanía. Solicité su permiso, y este me lo concedió de inmediato. Me presento en Capitanía, me recibe el segundo, no recuerdo su nombre, pero si recuerdo que recibí de él un trato muy humano y cordial.
El capitán de corbeta (esta era su graduación) me dijo, más o menos que esos lujos no se los podia permitir la Marina. Llevarme a Tenerife para embarcar en el Galatea con la finalidad de no perder curso, era un lujo. Ya dije en este blog, hace algun tiempo, que desembarcar en Dakar a seis marineros homosexuales, no fue ningun dispendio para la Marina.

Para mi sorpresa, el segundo de Capitanía me dijo, "- Lo que sí puedo hacer, es darte un mes de permiso, cuando termines, vuelves a verme y te daré otro mes, así lo haremos hasta que regrese el Galatea y embarques de nuevo.
Cuando terminé de escucharle decir esto, se me terminaron las penas y me puse muy contento.
Ahora se me presentaba otro problema, el dinero para el viaje, pues como todos sabemos, yo debería costearme una parte del mismo. No estaba en el Galatea, donde solíamos cobrar con frecuencia, y si necesitabas un anticipo, el habilitado te lo daba, (por cierto, el habilitado del Galatea era muy buena persona, ¿recordais, José Mª y Miguel) estaba en el Arsenal. Me puse en marcha sin pérdida de tiempo, y me presento delante de mi tío Celestino; mi tío Celestino, hermano de mi madre, tenía el puesto de frutas que fué de mis abuelos maternos, él siempre me decia que si necesitaba algo, que se lo pidiera, pero mi tío era muy tacaño.

No quería pedirles a mis padres, pues yo era conocedor de la situación de mi casa, tampoco quise recurrir a mi tío Paco, bastante más humano que Celestino, pero con una economía muy debilitada.
Celestino, después de mirarme largamente de proa a popa y de babor a estribor, me dió el dinero y rapidamente hice el petate y salí para Valencia. Continúa. . .
20 de diciembre 2012

Gerardo Ureña Massa dijo...
Les di la sorpresa a mis padres y hermanos, pues no me esperaban. Cuando se me estaba terminando el permiso, le envié un telegrama al segundo de Capitanía, en el que le pedía una ampliación de permiso por estar mi padre enfermo. Me contestan de Capitanía, también por telegrama, y me amplian el permiso 18 días más.
Mi padre en esos momentos no tenía ninguna enfermedad, esto fue una piadosa mentira, y yo siempre he estado seguro que el segundo comandante de Capitanía lo sabía; el hombre supo leer entre lineas y comprendió, seguro que así fue.
Una vez finalizados los 18 días de prórroga tomé el tren (esos trenes que muy bien describe Castrillón, el gran jefe, de asientos duros y carbonilla) con destino a Ferrol.
No pasé nuevamente por Capitanía, no me pareció prudente, ni decente, tenía motivos para estar más que contento y agradecido.

Esperé el regreso del Galatea, a la vez que hice algunas buenas amistades con personas que muchas veces recuerdo con nostalgia y cariño, a pesar de no haberlas vuelto a ver.
El 15 de Julio de 1956 atracaba el Galatea de popa, frente al C.I.M. (como soléis llamarle vosotros) allí estaba yo a pie de muelle, con mi saco, esperando que finalizara la maniobra de atraque para embarcar nuevamente en mi más que querido Galatea.
Lo primero que hice fue abrazar a mis camaradas, "Güili", Zurita y otros muchos; estos contaron las peripecias y alegrias de este viaje y de su gran temporal. El relato de los días de permanencia en Puerto Rico, fue tan real, que yo mismo pensé que había viajado.
No faltaron los relatos amorosos, y otras muchas maravillas que vivieron en Puerto Rico.
cto seguido me presenté al oficial de guardia y traté de retomar el pulso a bordo.

Me presenté en el detall, para informarme sobre los permisos de verano, me dijeron que si quería podía salir en la primera tanda, ni corto ni perezoso dije que sí. Visité al habilitado, cobré, y ese mismo día salía de permiso.
Al final del viaje de Puerto Rico, desembarcó José Mª Castrillón Mesa (El Gran Jefe) relucientemente ascendido a Cabo Segunda Especialista de Maniobras y embarca el "Peludo" Miguel Gomez Ruiz.
Personajes que junto con Arminio Sanchez Mora, han sido y siguen siendo el alma de este blog.
Grandes, sencillos y humanos, a los que como yo, queremos al Galatea, les debemos mucho, y nunca podremos pagarles. Desde estas líneas, vaya mi gran admiración y respeto, a estas sencillas y grandes personas, a las que tanto debemos los hombres de buena voluntad y enamorados de nuestra bricbarca. Continúa. . .
20 de diciembre 2012

Gerardo Ureña Massa dijo...
Tres hombres que actúan sin ningún interés crematístico, en el que su único horizonte es la grandeza de su entusiasmo por la mar, y de ella, su gran amor al Galatea. Tres hombres con unos valores increíbles, creados y moldeados por el Sumo Hacedor, a la vieja usanza, tres hombres de unos valores incalculables, no ausentes de una inmensa generosidad en su pecho, solo lo hacen por su gran amor a ese barco, a bordo del cual dierón los mejores años de su juventud, sin que pueda faltar el recuerdo de sus añorados camaradas, los cuales recordarán mientras vivan.

Hoy es uno de esos días, en los que uno siente esas grandes carencias y riquezas de pluma, para poderles hacer justicia.
Que Dios os bendiga a los tres, os conceda larga vida en la tierra, y en el Cielo os reserve el lugar que merecéis, gracias una vez más por todo lo que hacéis y habéis hecho, que es mucho y muy grande
Y tú Miguel haz el favor de pagar los barriletes al gran jefe, que ya está bien la guasa que te gastas con este tema; además, como no los pagues pronto, los intereses te van a comer vivo. Luego quéjate de los descensos de categoría, si es que no escarmientas. ¡¡¡¡Hombre paga ya de una bendita vez!!!!.
Os deseo lo mejor a todos los que compartimos algo en este blog y a los anónimos que nos leen.
Como bien dice Miguel, salud, paz y bien. ¡¡¡A RUMBO!!!
P.D. José Mª. El escrito que ha sacado Arminio del armario, es digno de un gran escritor, cada día me sorprendes más gratamente, eres genial. Y cuando te tienes que ausentar, por las razones que sean, lo notamos todos.
De Miguel y de Arminio, no digo nada, puesto que ellos ya saben que también los admiro mucho.
Miguel las fotos me gustaron. Ciertamente pareces un almirante.
20 de diciembre 2012

Gerardo Ureña Massa dijo...
Somos los cabos segundos de la nueva promoción//
Dejamos al Galatea con su nueva dotación//
A ver cuando llega el día en que aferres como yo//
los juanetes, los velachos, el trinquete y la mayor//.
El tren el tren el tren, el tren es lo mejor,// el tren el tren el tren es lo que quiero yo//.
Si quieres saber "peludo" como se aferra el mayor,// entra de los palanquines y del apagapenol,// entra también los brioles, hasta llegar a besar,// formar al pie de la jarcia para subir a ferrar.//
El tren , el tren , el tren, el tren es lo mejor,// el tren, el tren, el tren es lo que quiero yo,// ¡¡¡¡Felicidades a todos y a todas!!!!
20 de diciembre 2012

Castrillon dijo...
Hola UREÑAAAAA, mira la fecha de salida para el viaje que hicimos, si, el viaje que fuimos a Puerto Rico, y que tu desembarcaste. Fue el día 16.03.56, salimos de Ferrol,(ese viaje no lo has dado, pues quedaste en Ferrol), de Ferrol fuimos a Tenerife, de ahí nos fuimos a Puerto Rico. Ahí es donde estuvimos dieciocho días, reparando el mastelero del trinquete.
De Puerto Rico nos fuimos a Punta Delgada , pero en ese mismo viaje tambien se ronpió una pasteca de mastelerillo del mismo palo trinquete.
Fué un viaje muy accidentado para estos temas, los palos ya estaban un tanto trabajados y cansados de tantos tenporales y trabajos de laboreos.

Al salir de Puerto Rico, quisimos desatracar a vela, largamos todo el aparejo, pero claro no hacia ni una leve ventolina, y el comandante Liaño de Vierna, dijo por el megáfano, " embajador, soplar todos desde el muelle," todo el mundo en el muelle se echó a reir, pero muy poco a poco, fuimos saliendo y fue muy lentamente soplando una leve brisa con la que conseguimos salir por el morro y a vela. !Claro que te has perdido muy buen viaje¡
Bueno, también recuerdo muy bien a Tagüima y a todos los demás, nosotros que ya habíamos aprobado para cabos segundos de maniobra. En verdad te digo que fueron los mejores días de mi vida con esos nuevos y primeros galones, no cambiaba ese tiempo por nada del mundo, luego desembarcamos para nuestros nuevos destinos, que,como ya tengo dicho fué el destructor Velasco, destinado en Palma de Mallorca.

Y tú Ureña, te quedaste a bordo.
En ese mes embarcó el peludo de Miguel, que estaba de ordenaza y todavía sigue en ese destino.
Bueno amigos, !muy buenos amigos¡ yo, por mi parte mañana me marcho para Madrid, ahí pasaré unos días, y como ya tengo un encargado del grupo, que es el contraalmirante UREÑAAAAAA¡¡¡, si Miguel no pongas esa cara, ya sabes tienes que pagarme !ya¡los barriletes.
Os deseo que paséis con buestras familias y seres queridos muy felices días de Navidad, esto va para todos. Recibir todos un muy fuerte abrazo.
22 de diciembre 2012

Manuel Carrasco Rubio dijo...
Gracias Arminio. No es posible superar tanta belleza, tanto sobrecogimiento, como has expresado describiendo las noches en alta mar, en respuesta a mi pregunta.
Un abrazo a todos los que vivimos esa experiencia, de forma general.
22 de diciembre 2012

Miguel Gómez dijo...
Que la luz de la estrella guiadora nos alumbre este oscuro camino de la vida, que cada día nos cuesta más seguir hacia adelante, esperemos que el próximo año traiga mejores perspectivas, sobre todo a los que caminamos a pie, por esta estrecha senda donde abundan todo tipo de dificultades.
Bueno habiendo leído todos los comentarios, que mis colegas han insertado en este lugar, tengo que decir que se han quedado descansando, uno que si los barriletes, que creo que esto ya huele mal, y digo que no tengo que saldar ninguna deuda puesto que no la tengo, por lo visto Ureña apoya en este tema a Castrillon, claro que no lo dudo entre ellos se van subiendo las categorías, y se nombran Almirantes, mientras que a mí me dicen que ingresé de ordenanza y que ahora tengo la categoría de segunda, es decir que me han descendido, espero hacer algún merito para poder sacar la cabeza por cubierta.

En realidad se trata de una broma ya que los dos son unas excelentes personas y un ejemplo a seguir por mi parte.
Gerardo, recuerdas a Aquilino Álvarez, aquel soldado de primera, de Infantería de Marina, que era corneta y tocó abandono de buque en el acorazado España, por lo tanto era náufrago del mismo, este hombre era toda una institución en el viejo velero, todas las tripulaciones del Galatea le han conocido, de todos recibía elogios sin importar la categoría que cada uno tuviera, fue una persona muy querida por todos, normalmente se codeaba más con la vil canalla de proa.
Contaba una anécdota muy curiosa, decía que en un puerto extranjero se le acercó una chica preguntándole que si hablaba ingles,(speaking english) no se si se escribe así, a lo que él le contesto que no sólo le picaban las ingles, que le picaba todo el cuerpo. Se hizo una publicación de este tan insigne señor, que se la envío a Arminio para que la coloque en el lugar que le corresponda, por si a alguien le interesa la pueda leer.
Se acercan las fiestas navideñas, algunos ya empiezan a emigrar junto a sus seres queridos, creo que es muy lógico, Castrillon desembarca para marchar a Madrid para pasarlas con su familia, todo eso está muy bien lo que ya no me parece también es que haya puesto en su lugar a Gerardo, claro por eso lo ha nombrado Contraalmirante, no iba a poner de Comandante a un simple ordenanza de segunda, por muy veterano que fuese, posiblemente tenga yo que montar una rebelión a bordo y hacerme ver.
Deseando que la felicidad seapara todos, en estos días venideros y en los sucesivos, Felices Navidades a todos los que nos asomamos de alguna forma a este portillo. Caña a la vía Paz y Bien.
22 de diciembre 2012

Castrillon dijo...
!!!! Eheheheeeeeeee¡¡¡¡¡ ¿de que protestas Miguel? ¿no estás conforme con ser ordenanza de segunda? !pues mira¡ ve acostumbrándote, a ver pasar a todos los demás en sus ascensos, ya que, como sabes el Señor Ureña es más antiguo que tú, ¿enterado? así que no pongas esa cara de asombro, y quédate tranquilo, junto a Arminio, que va observando muy atento todo lo que pasa, para en su momento dar el golpe, pero lo váis a tener muy crudo.

Tal día como hoy, en año 1.953, nos encontrabamos atracados en el muelle 44 de Bruklin, en Nueva Yor, a veinte grados centígrados bajo cero, para salir a tierra, salíamos con dos pantalones puestos, uno debajo del otro, y a pesar de ello no consegíamos echar el frio fuera de nosotros.
En la pila donde nosotros lavábamos las gavetas el agua que esta en el grifo quedaba congelada, y no podíamos lavar los pocos útiles que teníamos para echar nuestras comidas, platos y cucharas. El día 16 de este mismo mes llegamos a ese puerto y cuando salimos a la mar y tuvimos que largar todo el aparejo, no éramos capaces de aguantar los tómadores de las velar para largarlas, estaba congeladas, y nuestras manos otro tanto, mucha veces cuando aferrábamos las velas al anochecer, en los juanetes, teníamos que aguatar los plieges de las velas con los dientes, nuestras manos no respondían, y nuestros pies tampoco, no sentiamos nada del frío que teníamos, además mojados.

Para nosotros fué la peor navegacion, la más dura, luego por si fuera poco, fué cuando recibimos aquel cablegrama indicándonos que nos alejáramos de la costa, hacia mar adentro ya que se acercaba un gran ciclón procedente del Canadá.
Bueno, no quiero contar aquella desigual y gran lucha que hemos tenido con la mar y los furores de la naturaleza, que parecían estar empecinados en hacernos desaparacer con el buque y nosotros bajo sus aguas, pero gracias a Dios hemos salido victoriosos, claro está con bastantes secuelas es esa desigual lucha.
Esto, bien lo saben todos, Pablo el flecha, Maqueda, y otros muchos que todavía andan por este mundo, claro y el que subscribe, esto ya lo relaté muy detalladamente en otros escritos, pero al llegar a estas fecha pasan por mi mente aquellos años.
Bueno amigos, espero que todos lo paséis lo mejor y más cómdos posible, hoy no he marchado para Madrid como dije ayer, marcharemos mañana sábado.
22 de diciembre 2012

Manuel Carrasco Rubio dijo...
Hoy he metido una nueva entrada en mi blog, todavía se refiere a relatos personales, se llama Sevilla 1, pero ya en ella explico porqué me "llamó" la Marina en 1962, cuando contaba 18 años. Si alguien quiere leerlo le digo que es cortito, no abrumador. La dirección:
elhijodelherrerocampillo.blogspot.com o simplemente escribiendo en Google Manuel Carrasco Rubio. La siguiente entrada estará dedicada por completo a la Marina. Pensaba dedicarle más episodios, pero me han quitado la idea, creo que con razón, porque resultaría pesado para quiernes no tengan nuestras vivencias o sentimientos. Feliz Navidad.
22 de diciembre 2012

Pablo Delgado Guerra dijo...
Queridos compañeros: primero, desearos que paséis unas felices fiestas en compañía de vuestras familias; y en segundo, dedicaros una poseía de nuestro querido "Galatea".

Ya se marchó aquel velero
aquella fragata blanca,
se marchó de nuestros mares
como un montón de chatarra
como el anciano que estorba
orque las fuerzas le faltan.

Se olvidó lo que había sido
¿debió ser por ignorancia?
pero yo que navegué
en medio de tus entrañas
supe lo que tu valías
por que forjaste mi alma.


Tenía diecisiete años cuando por primera vez
supe lo que eran tus jarcias
tu forjaste tantos hombres
grandes marinos de España
que hoy lloran por que se fue
aquella fragata blanca.


Te marchaste como un perro
que lo echan de su casa
dando tirón, tras tirón
del seno de tus amarras
tú que surcastes los mares
representando la "patria".


Que al llegar a cada puerto
con un saludo a la voz
gritábamos ¡viva España¡.
Ya se marchó el "Galatea"
ya se marchó para siempre
aquella linda "bricbarca"

Pablo Delgado Guerra os desea de todo corazón una felices Navidades.
22 de diciembre 2012

Gerardo Ureña Massa dijo...
Respuesta a "Gran Miguel"
Ya lo creo que me acuerdo Miguel, ¿como se me podría olvidar. Aquilino Álavarez Miniño, cornetín de órdenes del Galatea. Rebajado de servicios, a saber. Encargado de pintar a pistola,¿te acuerdas Miguel?.
Hacía maquetas del Galatea, y la verdad es que las hacía muy bien. Tenía tantos reenganches que más bien parecia una escala de gato.
Ciertamente no tenía prejuicios, era respetado por todos, no era un hombre muy culto, pero lo compensaba con su sencillez, todo el mundo tenía trato con él, desde el comandante hasta el último marinero. Mayormente trataba con D. Manuel Fontanilla, condestable de cargo y responsable del pañol de pinturas.

Lo que yo tenía entendido, es que tocó abandono de buque en el Crucero Baleares en la Guerra Civil, al menos es lo que se decía. Realmente no lo sé, puede que tengas tú razón.
Tú Miguel, recuerdas que en viaje de Guinea pescamos un tiburón. Te cuento, si la memoria no me es infiel, navegábamos por el golfo de Guinea, Aquilino tiró al mar un gran anzuelo con una hoja de bacalao, no llevaba cabo, llevaba maroma; este invento estuvo varios días en la popa del Galatea, Aquilino solía comprobar con frecuencia si se producía alguna novedad.
Un buen día, yo estaba desayunando en el sollado de popa y se produce en cubierta una gran algaravía, subo rápidamente y cerca del palo mayor, tendido en cubierta había un tiburón al que un marinero del Galatea, le aporreaba con una cabilla de hierro en la cabeza, hasta dejarlo muerto.
Se descuartizó, se fileteó, y el maestro Capilla hizo unas buenas raciones extras que las comieron todos los que quisieron.

Miguel, ahora que no esta el jefe, yo te cedo el mando, si, porque no me sientan bien los entorchados, me producen risa, y me hacen más viejo de lo que soy.
Tengo muy claro que si alguien se merece ese rango por méritos propios, ese eres tú Miguel, sin ninguna duda.
Pero, eso sí, me tienes que prometer que no le dirás nada a Castrillón, por que me tomaría manía y tendríamos problemas ambos. y Pagale los barriletes, hombre, si a ti lo que te sobra es dinero.
¡¡¡¡Felicidades a todos !!!! y a rumbo. La poesía del Galatea me ha gustado mucho. La persona que la envió y que no tengo el gusto de conocer, puede sentirse orgullosa. Gracias.
22 de diciembre 2012

Arminio dijo....
Hola a todos, perdonar que no os conteste pero llevo unos días con mucho trabajo. Preparación del libro, correcciones, portada, presentación, blog, comentarios etc...
Ahora parece que descanso un poco y me centro de nuevo en el blog, por eso de momento, le digo a Manuel Carrasco que me voy a meter en su blog y le voy a poner un enlace con el nuestro, él puede hacer lo mismo si lo desea con el del Galatea. También le hago referencia a los amaneceres en la mar, creo que todos los hemos vivido con la misma intensidad.
Gracias a Gerardo Ureña por sus comentarios que son pequeñas historias de una vida marinera y también a Pablo Delgado por su poesía.
Lo mismo a Miguel y Castrillon, ellos saben que intento estar pendiente de todo. A Miguel y a todos os digo que lo de Aquilino lo pongo en la página Recuerdos del Buque Escuela Galatea.
A la vez os comunico que ya tenemos libro, portada y demás. Se está imprimiendo para ver la luz la semana que viene.
Un abrazo a todos y ánimo a los antiguos escritores y visitantes que vuelvan a asomarse por esta cubierta.
22 de diciembre 2012

Manuel Carrasco Rubio dijo...

Gracias Arminio, pero te informo que no domino bien este mundo cibernético. Ya me pondrán en mi blog que soy seguidor del dedicado al Galatea.
Advierto que el mio se refiere a relatos y anécdotas del ya largo trancurrir de mi vida, desde la infancia y a la Marina la menciono el la última entrada (Sevilla,1) y la siguiente que estará dedicada esclusivamente a mi larga y añorada vida marinera, pero, repito, no tengo previsto extenderme, no porque no me apetezca, sino poruqe me saldría de contexto y quizás resulte aburrido para quienes no compartan nuestros sentimientos.Un abrazo a todos y Feliz Navidad.
Perdón, se me olvidaba, estaré pendiente del libro y de adquirirlo según se me indique.
24 de diciembre 2012

Anónimo dijo...
Aquilino Alvarez Miniño, acabó después de muchos años de cornetín, pasando a la Maestranza de Marina (traje gris) gracias al almirante Nieto Antúnez.
Digo esto, pues yo era la persona que escribía y contestaba su correspondencia, pues su preparación era muy limitada. Esto ocurrió por el año 1964 (su primer destino, fue en el hospital militar de Ferrol como conserje.
No tocó abandono de buque en el Baleares, pues siendo así tendría la Laureada de San Fernando colectiva y no la poseía.
27 de diciembre 2012

Arminio dijo...
Muchas gracias por la información, espero que te guste el blog y seas un asiduo del mismo, pues de esta manera cada vez acabaremos por saber más cosas del Galatea y siempre seguirá navegando gracias a presonas como tú.
Un saludo de esta dotación, que poco a poco hace que el Galatea esté siempre en nuestro recuerdo.
27 de diciembre 2012

Anónimo dijo...
En aquella época de Aquilino como corneta de plaza, había el tambor de plaza llamado Benigno, hombre corpulento y tan antiguo como Aquilino, pero éste no gozaba de las amistades de él y no tuvo tanta suerte como él.
Los dos en el Galatea, hacían funciones de pintura y todas las "chapuzas" que hicieran falta a bordo. Feliz año.
28 de diciembre 2012

Manuel Carrasco Rubio dijo...
Tengo un compañero de promoción y también amigo, con el que mantengo contacto y me cuenta que a mediados de los años 50 un paisano suyo, de Daimiel (Ciudad Real), llamado Alfonso (No recuerda los apellidos), se cayó de uno de los palos del Galatea, quedando con una minusvalía, por lo que le proporcionaron un trabajo en el Ayuntamiento de su pueblo.
Digo esto, porque quienes escriben sobre aquellos años, tal vez conozcan este caso.
Curiosamente, el tal Alfonso no escarmentó y fue quién aconsejó a mi amigo, de su mismo pueblo,que ingresara en la Marina. Saludos.
28 de diciembre 2012

Gerardo Ureña Massa dijo...
Manuel, yo no recuerdo nada relacionado con este muchacho del que haces referencia. Pertenezco a la promoción del primero del cincuenta y cinco, y no te puedo informar al respecto, pues en mi memoria no tengo ningún dato sobre el particular.
Tal vez José Mª. Castrillón, o Miguel, te podrían decir algo. Castrillón es de 1953, Miguel es de 1956, yo soy de 1955. Entre los tres abarcamos el 85 por ciento de esa década. Siento sinceramente no poder ayudarte. Saludos cordiales y feliz Año Nuevo a todos.
Yo también quiero darle les gracias al escribano de Aquilino por su cortesía, y desearle lo mejor. Hasta siempre.
29 de diciembre 2012

Manuel Carrrasco Rubio dijo...
Pues muchas gracias compañeros, pero estoy seguro que fue un caso real. Tal vez yerre en las fechas, pero no por mucho, pues mi amigo de Daimiel, me comentó hace unos días que aún vive allí su viuda.
Mi amigo tiene actualmente setenta años y el tal Alfonso era algo mayor. ¿Cuanto?. De todas formas es solo un comentario más. No tiene mayor importancia.
Tengo previstas en breve dos entradas en mi blog dedicadas a la Marina. No pretendo propaganda, pues solo expongo mis sentimientos. A ver que tal me salen.
Saludos Arminio. Un abrazo a todos. 
29 de diciembre 2012

Miguel Gómez Ruiz dijo...
Hola a todos.
Finaliza un año, donde hemos dejado lo que buenamente hemos sabido hacer, iniciaremos otro, que espero que sea algo mejor, puesto que los ánimos deben estar más fortalecidos, porque hemos de seguir mirando hacia adelante, porque nuestra proa seguirá batiéndose con la mar embravecida, porque hemos de seguir el rumbo que un día nos propusimos, aunque el puerto deseado al parecer se encuentra cercano, nosotros continuaremos navegando por esos mares de Dios, porque es lo que en una época ya muy lejana y abordo de nuestro viejo velero nos enseñaron, nosotros lo recordamos asiduamente en este espacio.

Muy bien por los anónimos, han dejado su mucho saber acerca de nuestro querido Galatea, yo particularmente les animo a que dejen el anonimato y sigan con nosotros en este navegar diario, claro siempre que ellos lo consideren oportuno, como no podía ser de otra forma también respeto su decisión.
Mis más efusivos saludos para todas las personas que han tenido a bien compartir estos comentarios, en el transcurso del año que pronto dejaremos a tras, esperando que su condición de seguidores siga con nosotros, pues entre todos formamos un pequeño equipo.
Con mis mejores deseos Feliz año 2013. Paz y Bien, esperando que este nuevo año tenga todos los condimentos necesarios para hacer, en la medida en que se pueda, un mundo mejor.
31 de diciembre 2012

Manuel Carrasco Rubio dijo...
Un fuerte abrazo para todos los hombres y mujeres de la mar y para quienes lo fuimos, pero lo seguimos sintiendo.
31 de diciembre 2012